La célebre novela de Leopoldo Alas Clarín se convierte en una ópera de cámara con msica de Marisa Manchado y libreto de Amelia Valcárcel. Una encomiable producción de trama oscura y partitura intrincada, que solo tendrá cinco funciones en previsión de sus dificultades de acceso an para el pblico aficionado al género.
Para hacerse teatro musical ha necesitado que trascurran 139 años y que el Teatro Real y el Teatro Español se pongan de acuerdo para coproducirla (tras una primera colaboración con Tránsito en 2021) y asegurarla un estreno digno aunque de ambiciones reducidas.
Leopoldo Enrique García-Alas y Ureña no llegó a cumplir los cincuenta. Jurista y catedrático, se dedicó a la crítica literaria en la prensa de la época con una dureza que se hizo proverbial. A los 32 años inició esta su primera novela en dos volmenes y desde su publicación (1884-1885) tuvo gran impacto y generó mucha polémica. Es un alegato cruel e inclemente de las fuerzas vivas de una capital de provincia, un paradigma de ese realismo progresista que cargando las tintas ha tergiversado el pasado más allá de la ironía crítica, hasta lindar con el género panfletario por muchos que sean sus méritos literarios. Una atmósfera social asfixiante y opresiva en la que la protagonista, Ana Ozores, casada sin amor con Don Víctor, un regidor judicial mucho mayor que ella, sueña despiertas con otra vida más feliz, busca camino en la trascendencia espiritual a través de su confesor, el canónigo Fermín de Pas, que vence sus tentaciones carnales torturándola psicológicamente, y termina seducida por lvaro Mesía, un mediocre mujeriego, que frustrará sus ideales románticos. Fermín se las arregla para que don Víctor se entere de sus relaciones adlteras, y concierte un duelo a muerte con el amante. Y, lógicamente, todo termina fatal.
La catedrática emérita de Filosofía Moral y Política de la UNED, Amelia Valcárcel, se ha hecho cargo del libreto. Autora de veinte sesudos libros -los más recientes, Ensayos sobre el Bien y el Mal y La Civilización Feminista- se atreve a dar el paso a la ficción, y no consigue superar la prueba. Ciertamente no era tarea fácil traducir una novela de más de mil páginas a libreto musical, por más que se ciña a la peripecia y los personajes centrales. Casi nada resulta creíble. Ana Ozores no toma consistencia en una apretada secuencia desde esposa infeliz a amante fogosa pasando por mística etérea: el marido Don Víctor primero la busca a un amigo como amante para luego darse por ofendido hasta la muerte; el cura Fermín de Pas es comprensible en su enamoramiento de la joven, rica y guapa feligresa pero incomprensible a partir de entonces; lvaro Mesía es un seductor repugnante que casi termina seducido; y Paco Vegallana y Obdulia forman un do lamentable, de procacidad asquerosa, todo la función sobándose y contoneándose hasta hacerse bien desagradables.
La compositora Marisa Manchado Torres tiene ya un amplio recorrido y un centenar de obras de todos los tamaños. Su ltimo estreno fue en 2021 en el Auditorio Nacional de Madrid, la obra sinfónica El árbol rosa, obra para coro, orquesta sinfónica y soprano solista, con textos de Emilia Pardo Bazán, y nos dice que su partitura es ópera en el sentido más puro o clásico del concepto: un drama escénico, cantado y acompañado, arropado, abrigado, por los sonidos de una orquesta de cámara de 17 msicos. Confiesa su admiración por las óperas Lul y Wozzeck, sobre todo esta ltima, y con ello por los sonidos del gran maestro que supo aunar tradición y modernidad, Alban Berg. Y casi simultáneamente por la que va a ser en cierta medida mi guía, Die Soldaten (1965) de Bernd Alois Zimmermann, mi gran inspiración sobre todo por el lenguaje moderno que utiliza y que preludia con sus mixturas la postmodernidad, y por la trama espantosa, que es prima hermana de La Regenta, por el horror y la maldad que muestra.
No se necesita añadir más para que cualquier melómano se haga una idea del resultado: lenguaje dodecafónico, atonalismo rampante, enorme variedad orquestal con instrumentos inusuales y una percusión obsesiva. Con algunos pasajes instrumentales muy armoniosos y líricos, especialmente en el solo de violín del ltimo acto, en su conjunto resulta de musicalidad agreste y vocalidades provocadoras cuyo objeto es provocar desasosiego y estridencias incómodas al oído humano. Lo habitual en la ópera que pretende ser vanguardista mirando a los experimentos del siglo pasado.
Todo ello encuentra en Jordi Francés el director musical adecuado. Muy interesado en la creación contemporánea, ha llevado a cabo los estrenos mundiales de más de cien obras actuales. La ltima aquí mismo en 2021, la muy notable Tránsito (ver nuestra reseña), con msica y libreto de Jess Torres sobre la novela del mismo título de Max Aub. El maestro catalán sacó a la partitura todos sus méritos de variedad temática y riqueza instrumental, siendo el sonido de la orquesta lo más notable de la jornada. Bien as usual el coro dirigido por Josep Vila i Casañas.
La dirección escénica a cargo de Bárbara Lluch parte de un planteamiento conceptual que no resulta en la práctica: la protagonista enfrentada a la sociedad, ella sola casi siempre en escena, la sociedad representada por el coro al que se unen el resto de los personajes cuando no actan- observándola desde lo alto, criticándola en un anfiteatro semicircular casi escondidos y a oscuras. Demasiado expuesta ella, demasiado ocultos el resto. De esta forma todo el peso de la obra recae en María Miró, la soprano que interpreta a Ana Ozores, sobreexpuesta sin piedad. Así es difícil dar la talla, pero la joven barcelonesa que ya estuvo en la pieza citada Tránsito sobrevive a un personaje casi impersonal actuando como le han exigido y cantando bien agudísimas lamentaciones un tanto estridentes para nuestro rebelde oído.
El resto del reparto es correcto. El barítono David Oller canta bien a ese retorcido curilla como el bajo Cristian Díaz al marido burguesón, y el tenor Vicenç Esteve a ese donjuan obseso que es el personaje Alvaro Mesía. Es una pena que a María-Rey Joly le toque ltimamente hacer de buenorra -como esta impresentable Obdulia trazada por dos mujeres que se dicen feministas- con lo bien que canta y acta, y que Pablo García-López lidie con un personaje tan desagradable como el sobón Paco Vegallana. En sus escasos papeles vocales, correctos Anna Gomá como la sirvienta Petra, Laura Vila como Doña Paula, la madre del menestral, y Gabriel Díaz en ese sapo de pesadilla.
A Lluch ya se la pudo juzgar recientemente en la dirección artística de La Sonnambula de Bellini (ver nuestra reseña) en la temporada anterior del Teatro Real, con un desempeño más que aceptable y convencional, y con el mismo equipo que esta vez, Urs Schnebaum a cargo de escenografía e iluminación y Clara Peluffo en el vestuario: el primero, sombrío a tope; la segunda, fantasiosa a más no poder. Poco que decir del movimiento escénico de Alberto Frías pues estática es la escasa acción.
Nos explican que esta la tercera ópera de Manchado, culminación de un largo proceso de gestación iniciado en 2002 a propuesta de la catedrática Valcárcel, y que el libreto es producto de una íntima colaboración entre ambas. La botella ha quedado medio llena o medio vacía segn se mire. Un gran acontecimiento como siempre es el estreno de una ópera española, y más si acaba de producirse el de otra, El caballero de Olmedo (ver nuestra reseña), en el Teatro de la Zarzuela hace escasas semanas. Un resultado de libreto impreciso y puesta en escena discutible que son factores que pueden mejorarse. Pero una ópera nueva es algo siempre sobresaliente y de especial celebración.
Gran parte de la crítica ha considerado La Regenta como la mejor novela española del siglo XIX, y hasta como la segunda de la literatura española detrás de la que saben. En nuestra opinión, ambas cosas son muy discutibles y en todo caso los podios van mejor a las competiciones deportivas. El libreto y la puesta en escena de esta La Regenta hecha ópera han optado por cargar las tintas bien cargadas de Clarín contra el supuesto oscurantismo español que nunca existió tal como lo pinta la leyenda negra urbana, por hacer feminismo y anticlericalismo de mesa camilla, por darle a la obra un tinte añadido al gusto de la ideología dominante y la autoridad vigente.
Aproximación al espectáculo (valoración del 1 al 10)
Interés: 7
Msica: 8
Libreto: 6
Dirección artística: 6
Dirección musical: 9
Voces: 7
Orquesta: 8
Coro: 7
Producción: 8
LAS NAVES DEL ESPAÑOL
La Regenta
Ópera en tres actos
Msica de María Luisa Manchado Torres (1956)
Libreto de Amelia Valcárcel y Bernaldo de Quirós, basado en la novela homónima (1884-1885) de Leopoldo Alas, Clarín
Del 25 al 29 de octubre de 2023
Equipo artístico
Dirección musical: Jordi Francés
Dirección de escena: Bárbara Lluch
Diseño del espacio escénico e iluminación: Urs Schnebaum
Diseño de vestuario: Clara Peluffo
Diseño de movimiento escénico Alberto Frías
Dirección del coro: Josep Vila i Casañas
Reparto
La Regenta, Ana Ozores: María Miro
El magistral, Fermín de Pas: David Oller
lvaro Mesía: Vicenç Esteve
Don Víctor: Cristian Díaz
Paco Vegallana: Pablo García-López
Obdulia: María-Rey Joly
Petra: Anna Gomá
Doña Paula: Laura Vila
Sapo: Gabriel Díaz
Actores Andrés Bernal y Magdalena Aizpurua
Coro de la Comunidad de Madrid
Orquesta Titular del Teatro Real
Estreno absoluto
Nueva coproducción del Teatro Real con el Teatro Español
Duración,1 hora y 30 minutos
Actividades paralelas:
-Coloquio entre Amelia Valcárcel, autora del libreto, y María Luisa Manchado, compositora de la msica. Noviembre s/f.
-Encuentro con Marisa Manchado (compositora), Amelia Valcárcel (libretista), Bárbara Lluch (directora de escena) y Jordi Francés (director musical) con motivo del estreno absoluto de La Regenta. 10 de octubre a las 19.00 horas en la Residencia de Estudiantes (c/ Pinar, 21-23)
Entrada gratuita hasta completar aforo.