Enfrentarse a este monumento inmenso es tarea difícil si se lo quiere hacer accesible. La CNTC a través de su compañía joven presenta una producción de antología, en la que todo son aciertos para transmitirnos la belleza del texto original, con un montaje y un reparto geniales bajo una dirección de matrícula de honor.
El monstruo de los jardines (puede leerse aquí la obra entera y verdadera) se representó ante los reyes de España en el salón principal de su palacio en el verano de 1661. Desde entonces dormitaba inabordada por casi inabordable este drama de ambientación mitológica, inspirado en la estancia de Aquiles en la isla de Esciros, cuando es escondido por su madre, la ninfa Tetis, en la corte del rey Licomedes, disfrazado de mujer para que no se cumpla la profecía que anuncia su muerte en la guerra de Troya, un tema popular en las artes y la literatura de todas las épocas, particularmente en la ópera, con más de treinta sobre el tema. La de Francesco Corselli (Francisco Courselle), una ópera barroca en todo su esplendor, eslabón destacado del teatro musical español y llena de significado por estrenarse en la boda de la hija de Felipe V con el hijo de Luis XV, que intentó unir a las dos monarquías borbónicas, brilló en la pasada temporada del Teatro Real.
Pedro Calderón de la Barca (1600-1681) pone el mito al servicio de sus inquietudes filosóficas y convierte a Aquiles en otro segismundo -como el de La vida es sueño- saliendo de la cueva en que su madre lo ha tenido encerrado quince años, prácticamente naciendo al mundo, y lo seguimos en un viaje iniciático, a través de las mieles y las hieles del amor, hasta atisbar el héroe que será en Troya. Las comedias mitológicas de Calderón representan el culmen del teatro barroco como fusión de las artes, y la maravilla de los versos que encierra esta reclama que la situemos como una de sus mejores obras, una comedia de enredo que rene todo el artificio del teatro cortesano: seres mitológicos, msica, pintura, danza, disfraces y por encima de todo la incontestable belleza de sus versos.
El oráculo de Marte ha decretado que sin la participación de Aquiles, los griegos no ganarán la guerra de Troya. Para evitar su muerte en la guerra , la ninfa Tetis, madre de Aquiles, lo ha ocultado en una cueva desde su nacimiento. Iñaqui Recarte, que ya hizo en 2019 para la CNTC una muy potable versión de El desdén con el desdén de Agustín Moreto, repite en este más desafiante empeño, y lo hace con acierto. El montaje se basa en una escenografía móvil que tiene mucho que ver con la rueda de la Fortuna, la rueda de la vida, ya que en esencia la obra es una lucha contra el destino de Mónica Boromello que dota de dinamismo y gracias a la trama estática. El vestuario desenfadado de Ikerne Giménez contribuye al desparpajo y tiene su mejor acierto en la inspiración legionaria, mientras la iluminación de Felipe Ramos y la composición musical y el espacio sonoro de Luis Miguel Cobo lo redondean. El resultado es que la dirección artística de Recarte consigue convertir un episodio mitológico en alboroto juvenil, darle al barroco toda su significado actual.
Pero todo ello siendo tanto se convierte en complemento cuando el reparto se pone en marcha. Es el segundo montaje interpretado por esta promoción de La Joven tras el éxito de La discreta enamorada, dirigida por Lluís Homar, una obra en la que tuvieron ocasión de demostrar y consolidar su talento en una extensa gira por España en 2023 y 2024. Y ahora se confirman como un conjunto sobresaliente, a la altura de las mejores compañías españolas hoy día. El director hace un gran trabajo actoral consiguiendo una frescura general en los personajes, un ritmo que engrana texto tan exigente con peripecias mltiples, una percepción transparente de la endemoniada versificación -con la imprescindible ayuda de Vicente Fuentes- con una precisión cronométrica del incesante movimiento en escena.
Pascual Laborda se erige en protagonista de un reparto coral en el que su Aquiles travestido de monstruo y de infanta vence las muchas dificultades del papel. Le secundan sin un desmayo Felipe Muñoz haciendo de su antagonista Lidoro y los asistentes de ambos, el muy inspirado Xavi Caudevilla como Libio y Antonio Hernández Fimia en Danteo, frente a la autoridad competente el Rey de Iñigo Arricibita y un muy original Ulises de Marc Servera. En la contraparte femenina, Ania Hernández es una magnífica Deidamia, la princesa obligada a casarse con Lidoro pero prendida de Aquiles, y Miriam Queba hace una potente ninfa Tetis, que impresiona interviniendo desde el pasillo central del patio de butacas y los palcos laterales. Pero si algo contribuye de forma definitiva al éxito colectivo son las cuatro ninfas/legionarios/mariachis que forman iun cuarteto de premio: Cristina García es Sirene, Nora Hernández es Cintia, Cristina Marín- Miró es Fileo y María Rasco es Celia y qué gracia tienen cantando, desfilando y poblando elk escenario de una presencia muy significativa.
Iñaki Rikarte, ahora sin castellanizar nombre y apellido, habla de asombro y ternura, de trenzado entre la hondura del planteamiento y su espíritu ldico, aunque a fin de cuentas, la obra trata de cómo se recluta a un joven para ir a la guerra, a pesar de los esfuerzos vanos de su madre, lo que está pasando en Ucrania a cientos de miles: Hemos ido descifrando enigmas y llegado a conclusiones que quizá no casen del todo con lecturas académicas de la obra, pues como dice Aquiles al salir de la cueva y certificar que el mundo de la experiencia es mucho más pleno que el de la teoría: Oh cuánto finge la idea! / Oh cuánto vuela el deseo!.
Cuando Richard Wagner trata de llevar a cabo la obra de arte total, piensa en el autor que para él fue el precursor de esta bsqueda: el maduro Calderón, a quien ningn poeta del mundo le iguala, en palabras del creador de Tannhäuser, nos recuerda Rubén Romero Sánchez en el notable programa de mano. Encontramos pistas de la inspiración calderoniana en las fuentes clásicas: Metamorfosis, Ilíada o Ars Amatoria, y en dos cuadros de Rubens que hoy podemos contemplar en el Museo del Prado: Aquiles descubierto entre las hijas de Licomedes (1630-1635) y Aquiles descubierto por Ulises y Diómedes (1617-1618). Un mensaje de gran actualidad y un Calderón convertido en poeta filósofo que nos formula preguntas, el creador de la obra de arte total. Porque todos, alguna vez, nos hemos sentido los monstruos de jardines ajenos.
Aproximación al espectáculo (del 1 al 10)
Interés, 10
Texto, 10
Dirección, 9
Escenografía, 9
Interpretación, 9
Iluminación, 8
Vestuario, 9
Banda sonora: 8
Producción, 9
Documentación a los medios, 9
Programa de mano, 9
Compañía Nacional de Teatro Clásico
El MONSTRUO DE LOS JARDINES
De Calderón de la Barca
Dirección y versión de Iñaki Rikarte
Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico
Del 5 de abril al 26 de mayo de 2024
Equipo artístico
Iñaki Rikarte Dirección y versión
Mónica Boromello Escenografía
Felipe Ramos Iluminación
Ikerne Giménez Vestuario
Vicente Fuentes Asesor de verso
Luis Miguel Cobo Composición musical y espacio sonoro
Rolando San Martín Ayudante de dirección
María Abad Ayudante de escenografía
Edgar Calot Ayudante de iluminación
Tania Tajadura Ayudante de vestuario
Iñigo Arricibita Rey
Xavi Caudevilla Libio
Cristina García Sirene/ninfa/msico
Ania Hernández Deidamia
Nora Hernández Cintia/ninfa/msico
Antonio Hernández Fimia Danteo
Pascual Laborda Aquiles
Cristina Marín- Miró Fileo/ninfa/msico
Felipe Muñoz Lidoro
Miriam Queba Tetis
María Rasco Celia/msico/ninfa
Marc Servera Ulises
Producción Compañía Nacional de Teatro Clásico
De martes a domingo a las 20:00
Duración: 2 h aprox.
Encuentro con el pblico el miércoles 8 de mayo.
Funciones accesibles con subtitulado, audiodescripción, bucle magnético y sonido amplificado 23 y 24 de abril.