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TEATRO

Viento fuerte, entre Wittgenstein y Berhard
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Viento fuerte, entre Wittgenstein y Berhard

Por José Catalán Deus
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jcdeustelefonicanet/6/6/17
domingo 22 de diciembre de 2024, 17:23h
Un estreno del penúltimo premio nobel tiene por fuerza que ser interesante, máxime porque dijeron concedérselo por sus "innovadoras obras de teatro y prosa que le dan voz a lo que no se puede decir". Esta 'Sterk wind' es un viento fuerte nórdico cuya intensidad es efímera, que promete y no cumple, fugaz y estéril.

Con gran influencia de dos austriacos, el dramaturgo Thomas Bernhard y el filósofo Ludwig Wittgenstein, podemos detectar en la propuesta un intento de que compactar el sufrimiento maníaco-depresivo del uno ante el sinsentido existencial con la obsesión del otro por el inalcanzable significado de las palabras, la imprecisión y variabilidad del lenguaje según las situaciones. Pero con esta obra, el autor no alcanza la intensidad teatral del primero y queda atrapado en el callejón sin salida del segundo.

Jon Fosse tiene 65 años y una nutrida obra publicada en todos los géneros, muy traducido y muy premiado en todo el orbe ya antes del premio literario por excelencia, el de la academia sueca. Casado tres veces, con cuatro hijos, que ha vivido largas temporadas en Austria, de ahí sus influencias; que superó el alcoholismo gracias a convertirse a la fe católica; que escribe como oración y meditación cotidianas; que trabaja de cinco a nueve de la mañana y vive en silencio y soledad; al que el azar y el destino le han fabricado una leyenda muy atractiva para la próspera clase social de consumidores de lo que sigue llamándose cultura, pero debiera llamarse cultutainmet al estilo del 'infotainment' o información/entretenimiento que nos abruma.

'Sterk vind' es su penúltima obra, de 2021, seguida de I svarte skogen inne (En el interior bosque negro) en 2023. Nos presentan esta 'Viento fuerte' como un poema dramático, como un mal sueño. El Hombre ya mayor, al volver a casa tras un indefinido viaje, descubre que la Mujer se ha mudado a un nuevo hogar y vive con otro hombre, el Joven al que ama, un extraño triángulo amoroso en el que el tiempo y el espacio se desintegran en un apartamento del decimocuarto piso desde cuya ventana se siente el viento y se ven fantasmagóricas escenas de edificios enfrente. Es una pieza corta, y eso es uno de sus mejores hallazgos. Comienza con balbuceantes reflexiones sobre el aquí y el ahora, las diferencias entre guiñar y abrir y cerrar los ojos; prosigue con un interminable duelo dialéctico irresuelto; y termina... sin aclararnos nada.

La traducción al español de Cristina Gómez Baggethun parece correcta, y habiendo vivido muchos años en Noruega y traducido simultáneamente otras obras del autor suponemos que es fidedigna en fondo y forma, a pesar de las dificultades que debe presentar este dialecto noruego y la forma de escribir de este autor peculiar. Pero ella no nos explica nada en el dossier de la pieza, como tampoco lo hace el director, José Mª Esbec, sobre sus dificultades y entresijos. Su escenografía junto con Petros Lappas es inicialmente original y misteriosa, pero termina resultando ajena a la historia aunque crea misterio con dos paneles correderos que descubren y ocultan a los tres personajes conforme se desarrollan sus interacciones. El vestuario de Fernando Mercè es tan irreal como la escenografía, y resultan apropiadass la iluminación de Tomás Ezquerra y Juan Pedro Giménez Catalán, la música original y el espacio sonoro de Alberto Granados, y la videoescena de Jessica Burgos.

Esbec ha orientado al reparto hacia una interpretación ensoñadora de movimientos lentísimos y frases solemnes que contribuye al distanciamiento con lo que estás viendo. Felipe García Vélez hace el único papel propiamente, el del hombre que no consigue saber si va o si viene, si pasa lo que pasa, si ve lo que ve, y le completan con breves intervenciones Zaida Alonso y Alberto Amarilla, distantes, irreales, con besuqueos redudantes y una química que no casa. Realmente, un papelón el suyo.

Esbec promociona la pieza con fruición: '¿De cuánta memoria y de cuánta vida se compone el vuelo de la palabra escrita? ¿Cuántas identidades esconde la frase enunciada?... Una trinidad de voces que merodean un espacio impreciso en una temporalidad que solo se corresponde con el mundo onírico: el tiempo es un cielo cuya bóveda no encuentra pliegues, se exploran los extremos del lenguaje en los vértices del tiempo: lo ingénito y lo eterno; ahora y nunca… Conceptos que al cabo tamizan las fuerzas existencialistas del relato'. Muy poético, pero poco convincente ante el resultado final. 'Fosse ha creado un artefacto poético y críptico en el que el mundo se va construyendo en la retina del protagonista, en un abrir y cerrar de ojos, en un parpadeo que es un instante precipitado y que antes de tomar conciencia ya es pasado. O sea, la mirada como ventana al mundo. Un mundo en el que los ojos son los poetas de nuestra realidad. Esta pieza pone de manifiesto las fuerzas ocultas que nos habitan y recurre a temas abisales: el amor y la muerte; el tiempo y el espacio. Porque la vida es un bosque de recuerdos entretejidos; una representación mental, un simulacro, una ficción'. Lirismo desbordado. Las cosas son como son, señoras y señores, y si son pasables, mucho mejor.

'Viento fuerte' ha soplado ya -con el apoyo de trece organismos de su rico país- en Washington hace un año, en Créteil (área metropolitana parisina) la primavera pasada y en Lisboa hace unos días.Y seguirá fluyendo por esos escenarios de dios. Es teatro de ideas, como el que hacía ese otro noruego llamado Henrik Ibsen, pero menos realista y más filosófico. El teatro de ideas no es teatro de tesis como el que se lleva por estos lares: expone un problema y en lugar de dar una solución, muestra todos los aspectos del debate, permitiendo a la audiencia tomar sus propias conclusiones. ¿Las nuestras? El asunto -saber de qué va la vida- es imposible por más vueltas que le demos.

Posdata.- Olvidábamos que en 2019 Esbec y Lappas dirigieron en el CDN 'Pulmones' (ver nuestra reseña) de Duncan Macmillan, también con Zaida Alonso y Alberto Amarilla de protagonistas y con notable resultado.

Aproximación al espectáculo (del 1 al 10)
Interés, 7
Texto, 6
Dirección, 6
Interpretación, 6
Escenografía, 6
Producción, 6
Programa de mano, 8
Documentación a los medios, 6

Teatro Español
Sala Pequeña – Margarita Xirgu
Viento fuerte, de Jon Fosse
Versión y dirección José María Esbec
19 de diciembre 20024 - 2 de febrero de 2025

Reparto:
Hombre: Felipe García Vélez
Mujer: Zaida Alonso
Joven: Alberto Amarilla

Traducción: Cristina Gómez Baggethun
Escenografía: Petros Lappas y José Mª Esbec
Vestuario y Ayudante de dirección: Fernando Mercè
Iluminación: Tomás Ezquerra y Juan Pedro Giménez Catalán
Música original y espacio sonoro: Alberto Granados
Videoescena: Jessica Burgos
Una producción de Teatro Español.

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