Agatha Mary Clarissa Miller (1890-1976), es una de las grandes figuras de la novela policial, género del que publicó 66 títulos y algunas obras teatrales como La ratonera (récord mundial de representaciones con 12.483 en treinta años), y esta que comentamos. Es considerada como la escritora que más libros ha vendido y la autora más traducida, con ediciones en un centenar de idiomas. Se ha especulado con que pudo haber padecido mal de Alzheimer o demencia senil en sus últimos años.
‘Witness for the Prosecution’ se estrenó en 1953 y llegó al Teatro Infanta Isabel de Madrid en 1956. Será repuesta en 2012 en el Muñoz Seca, con dirección de Javier Elorrieta y los actores Manuel Galiana y Paca Gabaldón. Billy Wilder la hará famosa como película en 1957 con Tyrone Power, Marlene Dietrich y Charles Laughton.
Según Roberto Santiago, -que firma esta versión y en el programa de mano figura como autor del texto sin explicarnos cuál es su aportación-, es sin duda la obra más redonda, ambiciosa y actual de su autora, cosa que nos parece bien de dudar: ‘Trata temas esenciales como la toxicidad de las relaciones de pareja, la manipulación de las personas que amamos, o quiénes somos en distintos momentos de nuestras vidas; cómo esa esencia es algo mutable, en permanente cambio. En esta versión que ahora proponemos, todo ello se cuenta a ritmo de thriller contemporáneo, con una tensión que no te deja respirar’, dice. Pero lo cierto es es que la pieza ha envejecido bastante mal, pues la trama es ingeniosa pero irreal, convertida en juego de salón por la actualidad diaria que nos acogota, un trivial crimen de los muchos que nos cuentan diariamente, un juicio, eso, de película comparado con la justicia en nuestros días, con un desenlace muy sorprendente pero poco creíble, todo aderezado con esa insoportable arrogancia de la upper class británica, más ridícula hoy que ayer y menos que mañana.
Con una puesta en escena correcta y demasiado escueta -cuatro taburetes y la proyección de una serie de ilustraciones de Irune Aguirreazaldegui- es una producción muy medida para que resulte rentable, y un reparto, eso sí, poblado por rostros conocidos de nuestra industria del espectáculo en el que Fernando Guillén Cuervo es el pivote. Nada especial que destacar ni criticar en el elenco octogonal ni en la dirección de Fernando Bernués salvo algunos guiños con el intercambio de papeles y el jurado entre el público.
Una propuesta que encaja perfectamente en la nueva etapa del Teatro Fernán Gómez, que aún siendo el Centro Cultural de la Villa y Corte a cargo del erario municipal, lo hace con vocación muy comercial destinado a la clase media conservadora sin mayor pretensión intelectual. Aunque ya han eliminado la entradilla visual con inteligencia artificial que revivía en cada función al finado Fernando Fernán Gómez perorando entre lugares comunes y gambas con gabardina, aún permanece el audio para fastidio del espectador habitual de esta sala. Líbrenos, vuesa merced maese de la fuente, de tal castigo para la próxima asistencia.
Aproximación al espectáculo (del 1 al 10)
Interés, 6
Texto, 6
Dirección, 6
Interpretación, 6
Escenografía, 6
Producción, 6
Programa de mano, 6
Documentación a los medios, 6
Centro Cultural de la Villa
TEATRO FERNÁN GÓMEZ
Testigo de cargo, de Agatha Christie
Sala Guirau
Del 19 de diciembre de 2024 al 26 de enero de 2025