Basta llamar fascista a Bolsonaro, defender (teóricamente, no en la práctica) la causa de los pobrecitos refugiados, y tener una mentalidad buenista propia de aquellos comités de soutien de los años setenta, para deslumbrar a los gestores de los grandes teatros europeos y pasear por el continente cualquier bodrio infantiloide y balbuceante disfrazado de obra teatral.
Esto es más o menos lo que tenemos que decir de esta Entre chien et loup (expresión francesa que se refiere a la luz cenital del crepsculo) que, amparada en la marca Lars von Trier, la brasileña Christiane Jatahy, apalancada en el próspero cogollito continental, ha traído a un Festival de Otoño desmadejado. Firma dramaturgia, dirección y adaptación fílmica y nos intenta contar la historia de Graça, que para no sufrir más la opresión de un régimen que gira hacia el fascismo, se va del Brasil y pide refugio a una compañía teatral que quiere experimentar con el tema de cómo acogemos a un extraño. Será acogida de verdad, logrará escapar de los modos de explotación que el individuo despliega dentro de una sociedad capitalista? se interroga la perpetradora del engendro.
Ayayay, qué dramonazo! Un almacén atrabiliario de muebles variopintos y trastos de aluvión, presidido por un piano que simulan tocar, es el escenario donde los ocho integrantes del grupo y su atragantante director (a cargo de un reparto diletante, por no decir otra cosa, en el que solo parece actor profesional el anciano ciego), enguyen a la exiliada, interpretada por Julia Bernat como lo haría una principiante. Todo lo preside una pantalla donde se proyectan imágenes del encuentro y sus dimes y diretes que una cámara simula filmar. Es decir, la más convencional y repetitiva puesta en escena del teatro que llaman documental y que podría llamarase pobretón sin más. Que completan como es habitual una msica convencional en la que destaca el Sobreviviré de Gloria Gainor sobre extractos de partituras clásicas para piano. Una propuesta artística de menor valía que coproducen como si fuera la intemerata nobles sedes teatrales de París, Milán, Estrasburgo y Ginebra.
Jatahy es una artista apadrinada por no pocas prestigiosas instituciones y esponsorizada por la dirección regional parisina de Cultura, a la que el pasado enero la dieron el León de Oro de la Biennale de Venecia en la categoría de teatro por su trayectoria. Con esa ocasión decía: No es ningn secreto. Entre chien et loup está íntimamente ligada a Dogville, la película de Lars von Trier estrenada en 2003. Esta jugaba al teatro dentro del cine. Y aquella le da la vuelta no solo a esta premisa de partida, sino que alberga un intento de pensar un futuro más esperanzador y menos violento. Dogville era un relato cruento sobre una enigmática mujer -Nicole Kidman- que encuentra refugio en una pequeña comunidad. El deseo de encajar la empuja a esclavizarse progresivamente, aceptando los deseos de los demás. Aceptar para que te acepten, hasta que no se puede aceptar más. Graça (en Dogville se llamaba Grace) empieza la función sentada entre el pblico, mientras en el escenario hay una grupo de actores que se pasan una cámara como si fuera casi una pelota de rugby, produciendo nuevas imágenes que añadir a una película que ya fue grabada. Graça es la mujer que pone a prueba la capacidad de aceptación de los actores europeos respecto de una fugitiva latinoamericana. Toda la obra se sita en esa línea divisoria, esa frontera, esa grieta que se abre entre la luz y la sombra, entre el día y la noche, entre el perro y el lobo como reza el título, añadía el otrora sesudo diario Le Monde. Lo de Bolsonaro es un trauma que todavía arrastra y esta obra no lo obvia; al contrario, es una experiencia que la impulsa: Para mi consternación, después de 30 años de democracia, lo que más me sorprendió fue ver cómo, en Brasil como en otros lugares, la aceptación de la extrema derecha es silenciosa Es este cambio lo que me interesa, y la forma en que el fascismo se desarrolla a través de las relaciones más íntimas.
Como ven, lo de tachar a la derecha conservadora de extrema derecha y de fascista, no es cosa nicamente de los progres intelectuales subvencionados de nuestro entorno, sino que es el sectarismo dominante en Occidente cuya propaganda trata de evitar por todos los medios la alternancia en el poder y la voz de los que disienten de la suya. La cuestión central -culmina Jatahy- es cómo podemos encontrar las palancas para el cambio, para no seguir siendo prisioneros de la repetición. En Brasil, el trabajo de memoria sobre la dictadura militar (1964-1985) no ha tenido el mismo éxito que en Chile o Argentina. El pasado está entre el perro y el lobo: no se mata, se vive con él como con una cicatriz. Y hay que mostrar esa cicatriz e intentar evitar reconstruir una narrativa falsa. El relato es suyo, el poder es suyo, y al que se le ocurre desafiarlo lo tachan socialmente, lo cancelan para siempre.
Con un planteamiento conceptual tal como nos dice, y con una plasmación artística cual se la describimos, es evidente que no se puede llegar lejos; solo a abundar en los prejuicios de la intelectualidad ricachona, a adular al poder cultural imperante y a vivir del cuento. Los nuevos prebostes teatrales -Conejero en el Festival de Otoño y Sanzol en el Centro Dramático Nacional- están batiendo marcas en cuanto a sesgo ideológico e incompetencia gestora para ofrecer espectáculos representativos de la variedad y creatividad de la sociedad de hoy día. Aspiran a más, a ser ministros de esa cartera de cultureta tan socorrida. Y es probable que si corren, lleguen a tiempo.
Aproximación al espectáculo (del 1 al 10)
Interés, 0
Texto, 3
Dirección, 5
Puesta en escena, 3
Interpretación, 4
Producción, 0
Documentación para los medios, 4
Programa de mano, 6
Teatro María Guerrero | Sala Grande
Entre chien et loup
Del 25 al 27 de noviembre de 2022
Basada en la película de Dogville de Lars von Trier.
Dramaturgia, dirección y adaptación fílmica Christiane Jatahy
En colaboración con el 40 Festival de Otoño
Reparto
Véronique Alain, Julia Bernat, Paulo Camacho, Azelyne Cartigny, Philippe Duclos, Vincent Fontannaz, Delphine Hecquet, Viviane Pavillon, Matthieu Sampeur y Valerio Scamuffa
Escenografía e iluminación Thomas Walgrave
Dirección de fotografía Paulo Camacho
Msica Vitor Araujo
Vestuario Anna Van Brée
Sonido Jean Keraudren
Vídeo Julio Parente y Charlélie Chauvel
Producción Comédie de Genève
Coproducción Odéon Théâtre de lEurope Paris, Piccolo Teatro di Milano Teatro dEuropa, Théâtre National de Bretagne Rennes y Maillon Théâtre de Strasbourg scène européenne
De viernes a sábado a las 20:00, domingo a las 12:00 | duración: 1 h 45 min aprox
Idioma: espectáculo en francés y portugués brasileño con sobretítulos en castellano.