jcdeus.es
La ciudad alegre y confiada ayer, desconfiada hoy
Ampliar

La ciudad alegre y confiada ayer, desconfiada hoy

Por José Catalán Deus
x
jcdeustelefonicanet/6/6/17
domingo 27 de noviembre de 2022, 01:00h

Se cumplen cien años del Premio Nobel de Literatura otorgado en 1922 a Jacinto Benavente por haber continuado dignamente las tradiciones del teatro español, y el Teatro Español lo celebra con un ciclo de lecturas dramatizadas de cuatro de sus obras para poner en valor la desconocida dramaturgia del autor. En la segunda de ellas, a pesar de una abusiva dramaturgia, quedaba de manifiesto su altura intelectual, su plena vigencia y la injusticia que ha supuesto su marginación desde hace medio siglo.

La pieza a la que nos referimos es La ciudad alegre y confiada, estrenada en el Teatro Lara de Madrid el 18 de mayo de 1916, en tres cuadros y un prólogo, y presentada como una segunda parte de su pieza más famosa, Los intereses creados. Los gobernantes de una cualquier ciudad, un Estado/Nación/Patria de los 195 en que se divide este planeta,se enfrentan a una decisión trascendental: pactar con el invasor que les amenaza o aceptar ir a una guerra que parece perdida de antemano. Es exactamente lo ocurrido en Ucrania a comienzos de este mismo año. Finalmente toman la decisión equivocada, como ha hecho Zelenski, mientras los habitantes, confiados, les siguen en la certeza de la sabiduría de aquellos que les gobiernan.

La tranquilidad pblica es el mejor narcótico para disponer del tesoro de la ciudad, sin que a nadie le duela, escribe el autor. La trama es sencilla, un pueblo, unos gobernantes y un dilema que trastorna la apacible gobernanza, pero la aparente sencillez esconde, sin embargo, algunas de las grandes complejidades de la política: la obediencia al poder, la libertad de los pueblos, el dilema que en situaciones excepcionales se presenta entre la tranquilidad pblica y la verdad, así como las eternas cuestiones relacionadas con la cohesión ciudadana y la asunción de responsabilidades políticas. Sin embargo, las garantías de las ciudades son sus ciudadanos, y por ello es preciso dejar de creerse cada uno mejor que los demás, solo porque ve las culpas de todos y con eso las suyas ya tienen disculpa.

En el notable prólogo, el autor terminaba: esta farsa, cuyo título se halló en libro santo, en palabras proféticas, que dicen: Esta es la ciudad alegre que estaba confiada, la que decía en su corazón: yo y no más, cómo fué su asolamiento? Y fue el asolamiento de la ciudad alegre, tal vez porque juzgó la profecía como farsa y despreció el aviso entre risas y burlas. Si la intención del temeroso aviso es buena y así el temor no salga nunca cierto, no
juzgaréis la farsa profecía?.

Se estrenó el 18 de mayo de 1916. La primera guerra mundial estaba estacionada en los frentes. Italia y Bulgaria se unieron a la guerra el año anterior y Rumanía en el corriente. Y tres meses antes del estreno había comenzado la batalla de Verdn, una de las más sangrientas del conflicto 1500 cañones de ocho divisiones alemanas del 5. Ejército bombardearon durante unas ocho horas una franja de 13 kilómetros de ancho, pero encontraron fuerte resistencia francesa e hicieron magras conquistas sin valor táctico. La cruenta batalla duró más de nueve meses y dejó tras de sí cientos de miles de víctimas en ambos bandos.

En tal contexto, el autor planteaba el dilema entre el coste físico de la resistencia y el coste moral de la rendición, pero sobre todo y más allá de lo racional, la inconsistencia de ambas posiciones y sus efectos perversos en todo caso si la masa seguía a ciegas las decisiones de los poderosos.

Jacinto Benavente Martínez (1866-1954) durante la Primera Guerra Mundial defendió la neutralidad española, posición política que representaba Antonio Maura, y que era tachada de germanófila injustamente. Ocupó en 1918 un escaño en el Congreso de los Diputados. Recibió el premio nobel de literatura en 1922. Fue cofundador, el 11 de febrero de 1933, de la Asociación de Amigos de la Unión Soviética. Durante la Guerra Civil, las autoridades del Gobierno del Frente Popular le homenajearon repetidamente lo que Una vez terminado el conflicto, le creó serias dificultades, aunque él alegase repetidamente que sus tomas de posición le habían sido impuestas bajo amenaza de muerte. De hecho, pidió permiso a Juan Negrín para salir del país, que el entonces presidente del Gobierno le denegó por razones de preservación de la moral de la población. Durante el franquismo de posguerra se permitía la puesta en escena de sus obras, pero sin indicar su nombre, que pasaba a ser por el autor de La malquerida. Sin embargo, no ahorró demostraciones de adhesión al nuevo régimen en piezas como Lo increíble (1940), Aves y Pájaros (1941) y Abuelo y nieto (1941); es más, en Valencia subió a la tribuna presidencial para asistir al desfile de las tropas nacionales y su presencia en la plaza de Oriente de Madrid en la gran manifestación profranquista de 1946 le congració el aprecio del régimen y terminó con el silencio oficial que la censura había impuesto sobre su persona y sus obras.

Escribió 172 obras y abordó casi todos los géneros teatrales: tragedia, comedia, drama, sainete. Todos los ambientes encontraron cabida y expresión cabal en su escena: el rural y el urbano, el plebeyo y el aristócrata. Su teatro constituye una galería completa de tipos humanos. La comedia benaventina típica, costumbrista, moderna, incisiva, supone una reacción contra el melodramatismo desorbitado de Echegaray. Puede decirse que abre un nuevo periodo en la dramaturgia española y toma el relevo a Echegaray y su teatro posromántico. Sus obras dominan los escenarios españoles del primer tercio del siglo XX y an continuará su presencia hasta mediados de siglo, siendo el autor más valorado por el pblico de su tiempo con un teatro realista, en prosa, con estilo naturalista. Dominó la carpintería teatral, fue crítico implacable aunque sutil, pero de excesiva verbosidad retórica en detrimento de la dramaturgia y la acción.

Un siglo después, apenas si representa más que una reputación que pocos niegan, pero casi nadie apoya desde los escenarios. Salvo Los intereses creados, y algn que otro drama rural, poco pervive de un autor que lo fue todo en el teatro español. En 2012 se repuso la citada en los Teatros del Canal con marcada medianía (ver nuestra reseña). Y el mes pasado vimos El encanto de una hora -una de las cuatro obras componentes de su Teatro Fantástico-, con notable dirección de Carlos Tuñon (ver nuestra reseña).

Pues bien, la lectura dramatizada que nos ocupa hoy estuvo aceptablemente puesta en escena. La dirección de Ichaso Larrinaga fue correcta para los mimbres existentes. Aurora Parrilla ha creado una dramaturgia de cóctel (molotov) que cambia caprichosamente escenas, personajes, diálogos y situaciones sin ni siquiera explicar las razones a crítica y pblico interesados. Queda patente la más grosera de sus aportaciones: salpimentar las intervenciones del consejero Publio de tacos en el más preclaro infantilismo del caca, culo, pedo, pis que algunos creen moderno sobre las tablas. Ojeado el original no hay duda de que Parrilla ha cometido un delito de leso benaventicidio, editando el texto a su capricho: si vamos a solo leer a Benavente, por favor que sea el auténtico y no un remedo.

El equipo artístico encargado de las cuatro piezas cumple. A la escenografía le bastan unas cuantas camillas en las que reparto se sienta, se alza, se tumba y se mueve, en lo que lo nico destacable es el vestuario fantasioso y bien logrado. Una lectura libreto en mano es difícil para cualquier reparto -con pocos ensayos y ningn contexto- pero este lo resolvió con solvencia de agradecer, aunque siga el Teatro Español hurtando un sencillo programa de mano que identifique a cada actor con su personaje. El de Leandro El Desterrado sobresale del conjunto, como corresponde a un protagonista complejo, que cuenta y vive al mismo tiempo pasado y presente. Y el elenco tiene una nota cosmopolita que puede chirriar o agradar segn gustos, en la persona de Kunihito Tomita como Publio, ese asesor intrigante y desalmado, y en Cachito Noguera como Crispín El Magnífico, el rey o presidente tirano en todo caso del lugar donde se desarrollan los hechos.

Que los resume de esta manera el escueto dossier de prensa: Hace muchos años, un hombre fue desterrado por rebelarse contra la guerra que su país defendía. Ahora regresa, perdonado por el gobernador, y encuentra que su ciudad está a punto de iniciar una nueva guerra. Al personaje le gustaría que esta ficción, que esta farsa, no fuese la que vais a ver. Le gustaría que en esta versión no se hablase de la guerra como algo contemporáneo, sino como una leyenda. Que su regreso tras el exilio fuese un reencuentro con su familia y poder quedarse con ellos, congelado en esa escena en la que an la guerra no ha estallado. La historia se repite, le faltan las respuestas y piensa si, quizás, no habría que cambiar de pregunta. Los actores que interpretan al hostelero, Silvia y Julia están correctos así como los otros tres secundarios.

Aquella gran guerra europea, bautizada con el eurocentrismo vigente con el rimbombante título de primera guerra mundial, legó a su desenlace al año escaso del estreno de La ciudad alegre y confiada, en marzo de 1917 con la caída del gobierno ruso tras la revolución de febrero y la firma de un acuerdo de paz entre la URSS y las potencias centrales en marzo de 1918; en noviembre el imperio austrohngaro firma un armisticio, y Alemania, fracasada su ofensiva y en plena convulsión interna, hará lo mismo poniéndose fin a la guerra con la victoria aliada. Cuatro grandes imperios dejaron de existir: el alemán, el ruso, el austrohngaro y el otomano. Los Estados sucesores de los dos primeros perdieron una parte importante de sus antiguos territorios, mientras que los dos ltimos se desmantelaron. El mapa de Europa y sus fronteras cambiaron por completo. 104 años después parece pronto para vaticinar la duración y consecuencias de lo que está ocurriendo en Ucrania.

PD.- Al no poder disponer de imágenes siquiera del ensayo final, sirva esta de Benavente retratado por Sorolla.

Aproximación al espectáculo (del 1 al 10)
Interés, 8
Texto, 8
Dramaturgia, 4
Dirección, 6
Escenificación, 5
Interpretación, 7
Producción, 6
Documentación para los medios (casi inexistente)
Programa de mano (sigue sin haber)

TEATRO ESPAÑOL
Sala Pequeña
La ciudad alegre y confiada
Del 22 al 27 de noviembre
Dramaturgia:Aurora Parrilla
Dirección: Itxaso Larrinaga
Con Ginés García Millán, Óscar Allo, Rubén Bustamante Coque, Javi Morán, Karina Moscol, Cachito Noguera, María Ramos, Jaime Soler y Kunihito Tomita

El ciclo de lecturas dramatizadas de Jacinto Benavente está formado por cuatro obras , todas adaptadas y dirigidas
por mujeres en estricta feminofilia de la responsable del teatro, Natalia Menéndez:
Alfilerazos 15 20 nov
Dramaturgia Xus de la Cruz
Dirección Ana Contreras
La ciudad alegre y confiada 22 27 nov
Dramaturgia Aurora Parrilla
Dirección Itxaso Larrinaga
El nido ajeno 29 nov 4 dic
Dramaturgia Amaranta Osorio
Dirección María Caudevilla
Titania 6 11 dic
Dramaturgia Alicia Montesquiu
Dirección Bibiana Monje

Equipo artístico:
Ayudantía de dirección Víctor Barahona
Diseño de espacio escénico Igone Teso
Diseño de espacio sonoro Pilar Calvo
Diseño de iluminación Pilar Velasco
Diseño de vestuario Tania Tajadura.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios