De Mario Vargas Llosa se habla mucho, bien y muy merecido. Pero a todo lo que se le quiere y respeta, a ese papel preclaro entre la intelectualidad hispana que se ha ganado a pulso y contra inmerecidas inquinas, se hace necesario añadir un aplauso sincero y entusiasta a su hasta ahora desconocida faceta de autor dramático. La temporada pasada nos sorprendió gratamente con La Chunga (ver reseña) y ahora eleva el listón con la excelencia literaria, la complejidad psicológica y el entramado temporal de Kathie y el hipopótamo, de engañoso título de comedieta frívola, pero de profunda observación sobre la condición humana. Dirección acertada, elenco potente y equipo artístico competente completaron un estreno brillante para una pieza en la que muy pronto se pondrá el cartel de no hay entradas para sus cuatro semanas previstas.
Kathie, una mujer de la alta sociedad limeña, contrata a un profesor universitario, Santiago Zavala, para que le ayude a escribir un libro sobre sus viajes exóticos. Las muy diferentes vidas de ambos se han cruzado por azar y ello da lugar a que se concatenen y entrecrucen episodios reales de su pasado, suposiciones fantasiosas del uno sobre el otro, y el trascurrir de un presente indefinido. Pocas veces hemos visto en un escenario una tan fascinante y bien urdida telaraña de lo que somos, de lo que creemos que somos, de lo que los demás creen que somos, y de lo poco, poco, poco, que sabemos al fin y al cabo de nosotros mismos y por supuesto de los que nos rodean.
El fantástico escritor de novelas hermosas irrumpe en las tablas con las poderosas y curtidas armas de su oficio y se convierte en un dramaturgo de primera categoría. No vamos a caer en comparaciones odiosas pero bastan dos obras para distinguir donde hay madera, una madera natural, flexible, espontánea, que no es caoba rimbombante ni pobre pino de plantación, la que se cultiva con trabajo, con ética, con gusto y con pasión. Se vuelve de urgente necesidad leer el teatro de Vargas Llosa para los rezagados que an no lo hemos hecho (Teatro. Obra reunida, Alfaguara, Biblioteca Mario Vargas Llosa Madrid, 2006).
Porque Vargas, además, sabe resumir el argumento de su obra, cosa rara en los autores dramáticos en nuestros días, y lo hace mucho mejor de lo que acabamos de hacerlo nosotros: Cuando escribí la pieza ni siquiera sabía que su tema profundo eran las relaciones entre la vida y la ficción, alquimia que me fascina porque la entiendo menos cuanto más la practico. Mi intención era escribir una farsa, llevada hasta las puertas de la irrealidad (pero no más allá, porque la total irrealidad es aburrida) a partir de una situación que me rondaba: una señora que alquila un polígrafo para que la ayude a escribir un libro de aventuras. Ella está en ese momento patético en que la cultura parece una tabla de salvación contra el fracaso vital; él no se consuela de no haber sido Víctor Hugo, en todos los sentidos de ese nombre caudaloso: el romántico, el literario, el político, el sexual. En las sesiones de trabajo de la pareja, a partir de las transformaciones que sufre la historia entre lo que la dama dicta y lo que su amanuense escribe, las vidas de ambos sus dos vidas, la de verdad y la de mentira, lo que han sido y lo que hubieran querido ser- se corporizan en el escenario, convocadas por la memoria, el deseo, la fantasía, las asociaciones o el azar. En algn momento del trabajo, entre los fantasmas de Kathie y de Santiago que yo trataba de animar, otros fantasmas se colaron, disimulándose entre sus congéneres, hasta ganar, también, derecho de ciudad en la pieza. Ahora los descubro, los reconozco y, una vez más, me quedo con la boca abierta. Las mentiras de Kathie y de Santiago, además de sus verdades, delatan las mías y, a lo mejor, las de todo el que, al mentir, exhibe la impdica arcilla con que amasa sus mentiras.
La obra tiene un gran condicionamiento, un talón de aquiles que provoca tirón popular y reticencia intelectual al mismo tiempo. La presencia protagonista de Ana Belén, una de las figuras más conocidas del santoral oficial de nuestra farándula, una cantante y actriz famosa, pero famosa de verdad. Una artista que mejora con el tiempo y que roza el sobresaliente en esta pieza estando en su sitio, sin avasallar, sin querer imponerse por ser quiés es. Bien Ana Belén, bien. Ginés García Millán hace frente a tal partenaire con mucha sangre fría y un gran despliegue actoral. Jorge Basanta y Eva Rufo secundan a la pareja protagonista con magnífica presencia, contrastando su seriedad con un tono de farsa perfectamente adecuado. Y el pianista David San José completa la escena de esa forma que los pianistas/actores están comenzando a hacer insustituible en el teatro para crear atmósferas, para rellenar silencios, para ambientar cargas psicológicas complejas.
El equipo artístico funciona como esas máquinas potentes y precisas que ocultan el mecanismo en elegante presentación. Buen espacio escénico, con un canapé que vale su peso en oro, con un canapé, un escritorio, un piano y unos maniquíes que somos todos. Una dirección competente en todos los aspectos, que flaquea en algunos momentos en los que la duda permanente sobre lo que estamos viendo y sobre todo cuándo está ocurriendo se convierte en confusión momentánea. Quizás hiciera falta algn pequeño recurso más para establecer divisiones no netas pero si claras entre lo real, lo imaginado, lo recordado y lo imposible, quizás ese recurso pudiera apoyarse en los figurines o en la caracterización. Aunque quizás Magi Mira tiene razón y hay que dejarlo todo confuso, y hay que darle vueltas a la salida, y hay que compartir puntos de vista con tus acompañantes.
Mención aparte merece la introducción de media docena de famosas canciones francesas de los años 50 para mayor lucimiento de la protagonista, que las canta muy bien, ciertamente, pero que no sabemos si son un alarde un tanto excesivo. De quién es la iniciativa (no parecen venir del texto original) sería cosa curiosa de conocer.
Kathie y el hipopótamo se estrenó en 1983 en Caracas, dirigida por Emilio Alfaro y protagonizada por la actriz argentina Norma Aleandro al frente del reparto. Tres décadas en nuestros días es mucho tiempo para una obra de teatro, pero esta no se resiente en demasía. Su visión amable de la vida, la ausencia de efectos melodramáticos, la ironía que la tiñe, la suavidad de sus formas y la contención de su fondo, no son efecto del cambio de época sino producto de la envidiable prudencia y buenas formas del autor, algo que empezó a ser denostado y ridiculizado en algn desgraciado meandro de nuestra Transición, y que cada día se echa más en falta en medio de tanta vulgaridad, de tanta fealdad de alma y atuendo como nos rodea.
La pasada temporada comenzó uno de los principales proyectos escénicos de Natalio Grueso al frente del Teatro Español: la producción de toda la obra dramática de Mario Vargas Llosa. Tras el éxito obtenido por La Chunga, que pudieron disfrutar casi 20.000 espectadores en sus 58 representaciones, llega Kathie y el hipopótamo y seguirá la saga. Un acierto sin duda.
VALORACIÓN DEL ESPECTCULO (del 1 al 10)
Interés: 8
Texto: 8
Dirección: 8
Interpretación: 8
Escenografía: 7
Vestuario: 8
Producción: 8
Programa de mano: 6
Documentación a los medios: 5
LAS NAVES DEL ESPAÑOL
KATHIE Y EL HIPOPÓTAMO
de Mario Vargas-Llosa
Dirección: Magi Mira
Del 19 de noviembre al 22 de diciembre
Paseo de la Chopera 14
Con:
Ana Belén, Ginés García Millán, Jorge Basanta, Eva Rufo, y David San José
Equipo Artístico:
Dirección y espacio escénico: Magi Mira
Iluminación: José Manuel Guerra
Figurinista: Ana López
Arreglos y composición musical: David San José
Coreografía: Nélida Miglione y Jorge Ramírez
Fotos y diseño de cartel: Sergio Parra
Asistente gestión artística: Laura Galán
Ayudante de dirección: Hugo Nieto
Una producción del Teatro Español
De martes a sábados a las 20.30 horas Domingos a las 19.30
*La función del 29 de noviembre es a las 19h.
Los días 30 de noviembre, 1, 3 y 4 de diciembre no hay función.
*15% de descuento sobre el precio de la entrada, viernes, sábado y domingo presentando carné de bibliotecas municipales al comprar entrada en taquilla. (No aplicable para venta anticipada.)
Horario De martes a sábado 20:30h. y domingo 19:30h.
Precio Entradas 22 . Martes, miércoles y jueves 25% de dto.
Duración 1h. 30min.