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La transformación de Picasso en 1906
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La transformación de Picasso en 1906

Por José Catalán Deus
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jcdeustelefonicanet/6/6/17
martes 14 de noviembre de 2023, 01:00h

Siempre queda algo más que decir de Picasso: esta vez intentar averiguar y contarnos que hacía mientras pintaba Les demoiselles dAvignon, considerado su aportación clave al estallido del arte moderno. 18 meses de su vida y obra, con 120 piezas en ocho salas Y nuevas teorías.

Picasso 1906. La gran transformación cierra el programa oficial de cincuenta exposiciones y eventos con el que los gobiernos francés y español han conmemorado el 50 de su fallecimiento, y en el que se le ha revisitado desde los enfoques más originales. El que presenta el comisario Eugenio Carmona en el Museo Reina Sofía plantea que las célebres señoritas de Avignon fueron la conclusión de todo un complejo proceso creativo desarrollado por Pablo Picasso (1881-1973) a lo largo del año 1906 y finales de febrero o principios de marzo de 1907. La producción de Picasso en esa época concreta ha sido entendida hasta ahora como un epílogo del período rosa o como un prólogo de las mademoiselles.

Nada más lejos, 1906 no es un año más en la trayectoria del artista, es un momento artísticamente significativo -no reconocido hasta hoy como tal- en el que las experimentaciones del malagueño abren su obra hacia otros lenguajes, nos dicen los organizadores de la muestra. Estudia a El Greco, Corot y Cézanne, y usa referentes culturales antes llamados primitivos -de egipcio a etrusco o íbero, pasando por mesopotámico y polinesio-, por no hablar del art nègre, con su visita al museo etnoráfico del Trocadero en 1907. Transforma el concepto académico de desnudo en un lugar de experimentación lingística y cultural en el que introduce la sensualidad y la presencia performativa de género. Y ejerce una notable transculturalidad, con su interés por la fotografía homoerótica o la etnológica, las revistas ilustradas y las ideas anarquistas. Y por supuesto, cultiva amistades influyentes como Gertrude Stein. Vamos, un picasso adaptado a la ltima moda cultural.

El recorrido de la muestra comienza por el cuerpo. El desnudo estuvo presente en la obra de Picasso desde el principio. De hecho, ya había realizado 580 piezas con esta temática entre 1890 y 1906. Pero en 1906 se produce un importante cambio. Compuso unos 450 desnudos femeninos y masculino y si antes lo hacía en papel, cartón, acuarelas y guaches, en este año se concentra en el papel y salta a las obras de gran formato en óleo.

Antes de 1906 Picasso había prestado atención al desnudo desde la perspectiva de la tradición artística heredada. Sin embargo, será en 1906 cuando emerja en su práctica la idea de cuerpo en representación, un concepto que le servirá para erigir su propia poética en la relación entre cuerpo y cultura. El espectador se encuentra con desnudos de niños y adolescentes, ya sea en la naturaleza o en escenas de interior, que van anunciando la transformación que se avecina. Se trata en definitiva de trabajos donde el artista erotizó los cuerpos masculinos, moldeando los femeninos con una soltura que desdibuja lo convencionalmente masculino y femenino.

La cuarta sala del recorrido está dedicada enteramente a obras realizadas en Gósol la localidad catalana donde residió Picasso entre finales de mayo y mediados de agosto de1906- en las que el artista añade el componente vernáculo del lugar con la inclusión de aldeanas y aldeanos pirenaicos que irradian sosiego, como ocurre con La mujer de los panes. Pese a ser pinturas de temática campesina que tienden a ser narrativas, Picasso ya está sondeando en ellas nuevos valores plásticos. Algunos de sus paisajes sugieren, por ejemplo, un temprano acercamiento a las formas cbicas y determinadas figuras de aldeanas resultan de una combinación entre figurativa y abstracta; y ensaya la representación del rostro como máscara.

A continuación se visita una sección dedicada a un tipo de desnudo femenino que Picasso desarrolló en este año de 1906, cuyo modelo se cree que es Fernande Olivier, de verdadero nombre Amelie Lang, con la que mantuvo relaciones desde agosto de 1904 hasta 1912. La relación entre ella y Picasso fue compleja, ya que, a pesar de sus convicciones libertarias, el artista siguió aferrado a esquemas heteropatriarcales, nos dicen los organizadores. El siguiente espacio muestra cómo lo primitivo llevó al artista a la plasmación de fisonomías inesperadas y misteriosas. Es el caso de Busto de mujer joven, cuya fisonomía resulta enigmática y donde el artista recurre a la apropiación del arte egipcio y del arte etrusco. El tratamiento es deliberadamente tosco, con grafías que dan sensación de inacabado.

En la sala siguiente llega Desnudo con manos juntas, una obra que marca el inicio más explícito de una nueva vía hacia el arte moderno. Y a su lado, el famoso Retrato de Gertrude Stein, la escritora y coleccionista estadounidense que nunca se desprendió de ese desnudo y que siempre tuvo la pintura a la vista en sus residencias. El retrato de la señora Stein ha sido objeto de numerosos análisis y relatos fantasiosos: ana en una misma superficie pictórica dos registros distintos, el de la pintura convencional fin de siglo junto a otro primitivista. Esta hibridación es un aspecto crucial en la gestación del arte moderno pues anticipa conceptualmente la ruptura con la unidad del cuadro en la tradición de las bellas artes.

Nos dice Wikipedia que Picasso no ponía casi nunca título a sus cuadros hasta bien pasado el tiempo, a veces hasta dos años después de ser pintado. En el caso de Les demoiselles dAvignon ocurrió lo mismo, cuando Picasso presentó la obra a sus amigos era una obra sin título; se cree que fue Apollinaire quien le dio el título de El burdel filosófico y después André Salmon lo llamó Les demoiselles dAvinyó, una calle de Barcelona, en la que había prostíbulos. Salvo aquellos amigos, nadie conocía tal calle y pronto empezó a confundirse el nombre de Avinyó con el nombre de la ciudad francesa de Aviñón. Cuando por fin el cuadro se presentó con título fue con el de Les demoiselles dAvignon y así quedó. Fue pintado entre junio de 1906 y julio de 1907.

Sin embargo, el leitmotiv de esta exposición en el Reina es que puede pensarse que esta obra -Les demoiselles dAvignon -fue el punto de llegada, y el estallido final, de todo un complejo proceso desarrollado a lo largo del año 1906 y finales de febrero o principios de marzo de 1907 que es el que quiere mostrarse. Pero más que estallido final fue parte del proceso. Las señoritas de la calle Avinyó o al menos sus bocetos y dibujos previos deberían haber presidido Picasso 1906. La gran transformación. El cuadro está desde 1939 en el Museo de Arte Moderno de Nueva York: fue adquirido por 28 000 dólares. Vale cien millones. Quizás no lo prestan.

Aproximación a la propuesta (del 1 al 10)
Interés: 7
Despliegue: 7
Comisariado: 7
Catálogo: n/v
Doumentación a los medios: 8

Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
Picasso 1906. La gran transformación
15 de noviembre de 2023-4 de marzo de 2024
Edificio Sabatini, 2 planta
ORGANIZACIÓN: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía con el Musée Picasso Paris

COMISARIADO: Eugenio Carmona
COORDINACIÓN: Beatriz Jordana y Ana Uruñuela.

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