Se suponía que Sans tambour sería uno de los platos fuertes del festival de otoño de este año y lo es, un delirio escenográfico para recontar el tema más viejo, el del triángulo sentimental. Una producción sensacional que ana teatro y msica por los caminos rompedores de la dramaturgia moderna: deconstruirlo todo, revolver y complicar lo que antes era claro y lógico.
Del mítico teatro parisino Bouffes du Nord (comilonas del norte) llega este montaje titulado con la primera parte de una francesa frase hecha sans tambour ni trompette que viene del siglo XVII, cuando las tropas se lanzaban al asalto al sonar de la fanfarria de tambores y trompetas. Así, solapadamente, Samuel Achache nos introduce en la vida cotidiana de una pareja que se está rompiendo, rompiendo literalmente las paredes de la cocina donde discuten mientras él friega los platos y ella le echa en cara que se aburre. Para hacerlo se apoya decisivamente -como viene haciendo años ha- en la msica, en esta ocasión en las tiernas canciones románticas, melancólicas de Robert Schumann extraídas de sus composiciones Liederkreis op.39, Frauenliebe und Leben Op.42, Myrthen op. 25, Dichterliebe op 48 y Liederkreis op.24. Pero la msica no ilustra, compartimenta o decora la trama sino que forma parte decisiva de ella, se deconstruye con ella, se mezcla y amalgama en una composición musical de Antonin Tri-Hoang, Eve Risser y Florent Hubert, bajo la dirección musical de este ltimo y el trabajo colectivo de un excepcional grupo de cámara que también completa el reparto en los papeles secundarios.
Todo empieza con una ruptura, la de una pareja, su casa y su historia. Hablan o cantan, que al fin y al cabo es lo mismo. El final de su historia es el principio de la nuestra, que es volver a construir sobre sus propias ruinas. Así explica Achache, muy a grandes rasgos, qué es Sans tambour. La poderosa metáfora que se usa tantas veces para referirnos al final de una pareja, la del derrumbe del edificio, se hace literal sobre el escenario, donde vemos caer las paredes de una casa al ritmo vertiginoso de la ltima y definitiva discusión. Con los trozos esparcidos por el suelo, la pieza se construye sobre la destrucción, de manera fragmentaria, explorando muy libremente los vínculos entre teatro y msica, msica también fragmentaria. Si los lieder son fragmentos, ellos trabajan a partir de fragmentos de fragmentos.
En esa dramaturgia no lineal que nace de la descomposición, se construye una pieza con canciones que surgen de las ruinas e instrumentos musicales que brotan entre los escombros. El lied es una forma musical íntima, una miniatura donde la sinfonía es un desarrollo, una imagen totalizadora del mundo y del pensamiento, capaz de diseminar en la mente receptora imágenes muy subjetivas, profundas pero fugaces. Como antepasado de la canción popular, es un vehículo idóneo para hablar del amor, un sentimiento resbaladizo que no siempre se puede agarrar desde la razón, nos explican desde el Festival de Otoño. Los protagonistas traban la acción con la msica y viceversa cuando las palabras ya no sirven, redes desde la soledad que atenaza al amante roto.
Ciertamente el original reparto tiene gancho tanto en la parte actoral como en la musical, y la simbiosis entre ambos modos de comunicar hace el espectáculo atractivo, si bien desigual, por momentos tedioso, y viable solo dejándose arrastrar por el torbellino sin intentar comprender lo que no puede ser comprendido. Nos gustaría poder identificar actores y msicos para destacar sus cualidades pero la documentación disponible, una vez más impide pormenorizar. El trío protagonista son buenos actores indudablemente y tiene en el largirucho y desgarbado marido un actorazo de silencios expresivos -supongamos que es Lionel Dray- que queda abandonado cuando su pareja -Marielou Jacquard?- y el tercero en discordia -Léo-Antonin Lutinier, que también canta como contratenor notable- se metamorfosean en Tristán e Isolda y prosiguen su aventura delirante.
La escenografía de Lisa Navarro, a dos alturas y doble fondo, está repleta de ocurrencias originales y puede ser destruida en cada representación y renacer en la velada siguiente. La soprano Sarah Le Picard, y el conjunto que forman Gulrim Choi (violón), Sébastien Innocenti (acordeón), Antonin-Tri Hoang (clarinete, saxofón alto) y Ève Risser (piano, piano preparado y flauta) despliegan una interpretación impecable de una banda musical bastante enrevesada.
El resumen de Sans tambour es un despliegue de ingenio, virtuosismo y medios para desarrollar una no-idea en base a una sucesión de ocurrencias que trascurre durante dos horas desde un humorístico inicio a costa de un extracto musical ralentizado, acelerado, destruido y reconstruido hasta una poética escena final de la atormentada víctima del triángulo sentado frente al vacío entre las ruinas que deberá reconstruir. El absurdo de siempre con el mareo de ahora.
El Centre International de Créations Théâtrales del Théâtre des Bouffes du Nord fue puesto en pie por Peter Brook y con su dirección nos había visitado en el pasado en actuaciones memorables, como The suit en 2012 (ver nuestra reseña) y Battlefield en 2016 (ver nuestra reseña), sin olvidar Monsieur de Pourceaugnac (ver nuestra reseña), una comedia-ballet de Molière y Lully con Les Arts Florissants y William Christie, y la dirección escénica de Clément Hervieu-Léger. El paso de Brook a Achache, o de Christie a Hubert ilustra paradigmáticamente el de las viejas estructuras sólidas de hace solo medio siglo a la sociedad líquida actual, que ya va siendo gaseosa.
Aproximación al espectáculo (valoración del 1 al 10)
Interés: 8
Contenido: 6
Dirección escénica: 8
Dirección musical: 8
Interpretación: 8
Producción: 8
Teatro María Guerrero
41 Festival de Otoño
Sans tambour
Samuel Achache
Centre International de Créations Théâtrales / Théâtre des Bouffes du Nord & La Sourde
17, 18 y 19 de noviembre
Duración aproximada: 1 h 40 min
Año de producción: 2022
Idioma: francés (canciones en alemán)
Dirección de escena: Samuel Achache
Dirección musical: Florent Hubert
Arreglos colaborativos de Los Lieder de Schumann: Liederkreis op.39, Frauenliebe und Leben Op.42, Myrthen op. 25,Dichterliebe op 48, Liederkreis op.24
Composición musical: Antonin Tri-Hoang, Florent Hubert y Eve Risser
Escenografía: Lisa Navarro
Vestuario: Pauline Kieffer
Diseño de iluminación: César Godefroy
Colaboración dramatrgica: Sarah Le Picard, Lucile Rose
Asistente de vestuario y utilería: Eloïse Simonis
Con: Gulrim Choï, Lionel Dray, Antonin-Tri Hoang, Florent Hubert, Sébastien Innocenti, Marielou Jacquard, Sarah Le Picard, Léo-Antonin Lutinier y Eve Risser
Producción: Centre International de Créations Théâtrales / Théâtre des Bouffes du Nord & La Sourde
Coproducción: Théâtre de Lorient Centre Dramatique National; Théâtre National de Nice; Les Théâtres de la ville de Luxembourg; Théâtre de Caen; Le Quartz, Scène nationale de Brest; Festival dAvignon; Points communs nouvelle scène nationale Cergy-Pontoise /
Val dOise; Festival Dei Due Mondi Spoleto; Opéra national de Lorraine; Festival dAutomne à Paris; Centre dArt et de Culture de Meudon ; Le Parvis Scène nationale Tarbes Pyrénées; Théâtre + Cinéma Scène Nationale Grand Narbonne; Le Grand R Scène Nationale de La Roche sur Yon; Cercle des partenaires
Con el apoyo de: Centre national de la musique
Con el apoyo de una residencia de creación de: la vie brève Théâtre de lAquarium,
Fondation Royaumont y Centre dArt et de Culture de Meudon
Con el apoyo del Institut Français de España
En colaboración con el Centro Dramático Nacional.