Tengo tantas personalidades que cuando digo te quiero no sé si es verdad es un título bien largo para una pieza teatral bien corta, dicho sea lo primero en su demérito y lo segundo a su favor. Dramatizar una selección representativa de la obra dispar de un intelectual como Max Aub más conocido de oídas que de sabidas, era tarea predestinada a no cuajar. Los textos encadenados resultan poco interesantes y a pesar de una buena producción, con escenografía original y msica en directo, el resultado no pasa de aceptable.
Jess Cracio, un veterano de la escena española, se hizo cargo del encargo: Cuando la dirección del Teatro Español me invita a crear un montaje para sellar una de las salas del Matadero con el nombre Max Aub, me sumí en la lectura desenfrenada y febril de tan mastodóntico autor. No fue fácil elegir. Cada escrito, cada idea, cada razonamiento, cada juego que iba leyendo siempre me parecía más interesante y actual, contemporáneo!- que el anteriormente leído. Y así, fusionando de aquí y de allá, fui armando un collage -ensamble de elementos diversos en un tono unificado- cercano al cabaret literario donde se integran la prosa, la poesía, el teatro, la msica y la danza. El texto de la obra -que empezó a nacer tres meses antes de este estreno- fue hermanándose con el desarrollo de los ensayos y con la aportación y entrega de todos los integrantes del montaje.
Ni Cracio ni el Español nos dan más explicaciones sobre los textos elegidos: sólo un erudito en la obra de Aub podrá recomponer el rompecabezas y encontrarle quizás sentido. Los demás nos vemos obligados a ver, oír e intentar dilucidar el sentido de todo ello. Y a no encontrarlo. La pieza comienza con un disparo graneado de frases cortas; prosigue con una escena de cama entre un nazi y una judía que ocultando su origen hasta consumado el acto así cree vengarse de la amiga a la que el nazi repudió embarazada y que terminó suicidándose; hay una pieza de cabaret musical con La mala reputación de George Brassens (en base a que Aub tiene un relato del mismo título), y una larga sucesión de ocurrencias a propósito de las mltiples razones que alguien pude tener para matar a otro. Debe haber más cosas entre medias pero no conseguimos acordarnos.
Una distinguida presencia musical ameniza la representación con msicas de lo más variado que cabe entre Erik Satie y el chotis. La escenografía es original y se basa en una vía de ferrocarril que cruza oblicuamente el escenario y por la que se desliza algunas veces el piano acompañado del elenco a modo de locomotora poética. Una buena producción que resalta la inconsistencia del contenido. Max Aub escribió una docena de obras teatrales y no sabemos hasta qué punto hubiera sido mejor elegir una concreta de ellas o tres o cuatro extractos representativos para celebrar el bautizo de esta Nave. Tampoco estamos seguros de que tal bautizo esté justificado como no lo estuvimos con el de la otra Nave con el nombre de Fernando Arrabal.
En el reparto, Juan Calot imprime serenidad a un conjunto de personajes deslabazados, en el que puede decirse que Miranda Gas está mucho mejor cantando que en la escena de cama; Marta Belenguer y Carmen del Valle completan una alegre presencia femenina; Marc Clotet pierde enteros en relación a su debut teatral en Amantes en 2013, y Julián Ortega hace lo que puede haciendo de todo un poco. Competente la pianista Celia Laguna.
Max Aub cuenta con importante entusiastas en nuestra escena, baste recordar que el pasado abril Ernesto Caballero en el Centro Dramático Nacional dedicó un taller de investigación teatral de mucha enjundia a la parte de su obra más conocida, su ciclo de seis novelas dedicado a la Guerra Civil. A nosotros nos recuerda a su compañero de generación y creencias José Bergamín: gente de gran cultura y buena técnica literaria a los que la guerra civil condicionó fatalmente. Intelectuales de sofisticada pluma amargados por vivencias que no pudieron superar.
En definitiva, el viernes pasado, en la primera representación tras el estreno, vimos una propuesta que nos dejó más fríos que entonados. No nos acercó al en un tiempo mítico Max Aub, al contrario, le vimos muy disminuido en la distancia y el enfriamiento de aquellos gustos politizados que en los 60-80 le encumbraban. El pblico, algo más de media entrada, aplaudió generosamente al final.
Aproximación al espectáculo (del 1 al 10)
Interés, 6
Texto, 6
Dirección, 7
Escenografía, 7
Interpretación, 6
Msica, 7
Producción, 8
Documentación para los medios, 5
Programa de mano, 7
Las Naves del Español Sala Max Aub
Tengo tantas personalidades que cuando digo te quiero no sé si es verdad
Sobre textos de Max Aub
Dirección y dramaturgia: Jess Cracio
Del 14 de mayo al 14 de junio de 2015
Duración aproximada: 1 hora 15 minutos
Reparto
Marta Belenguer, Juan Calot, Marc Clotet, Miranda Gas, Julián Ortega, Carmen del Valle. Pianista Celia Laguna
Equipo artístico
Dramaturgia y dirección Jess Cracio
Escenografía Silvia de Marta
Diseño de luces Pilar Velasco
Diseño de vestuario Ana López Cobos
Coreografía Marta Gómez
Voz en off Alicia Calot
Fotografía Sergio Parra
Producción: Teatro Español.