La Compañía Nacional de Teatro Clásico abre la temporada con este superclásico en un montaje que firma la directora de la misma y que moviliza todas las energías de la CNTC en un espectáculo de primera categoría y de disfrute asegurado. Lope de Vega en todo su esplendor.
Escrita por Lope de Vega entre 1613 y 1615, El perro del hortelano es una comedia sin par, con un texto de altura shakesperiana y un enredo amoroso muy bien construido, lleno de ingenio y humor, con una mujer como protagonista, Diana, condesa de Belflor, que emulando al famoso perro que ni comía ni dejaba comer, juega a romper el noviazgo de su secretario Teodoro por celos caprichosos, para quedar finalmente apresada en sus jugarretas, hasta que tras mil avatares todo desemboca en final feliz.
Segn Helena Pimenta, la directora de la CNTC y responsable del montaje, Lope obra el prodigio de componer una comedia labrada meticulosa y profundamente, mediante unos recursos espacio-temporales, de lenguaje y versificación, de contexto y de procedimientos serios, cómicos y fantásticos, que la hacen navegar, unas veces, con enorme brío, otras con la calma y el lirismo de sentir, dudar, temer El cambio continuo de la expectativa amorosa y social de los personajes es paralelo a la singular continuidad espacio-temporal y escénica de la comedia, que lo subraya y casi lo evoca auditivamente en sus estrofas. Dos horas de acción que nunca decae, en una trama si se quiere ingenua para nuestra época, pero cautivadora en sus procelosos meandros.
Dice lvaro Tato: Nuestra versión pretende ser fiel a Lope, a la comedia y al teatro como arte del presente. Nos hemos atrevido a añadir a los sublimes sonetos que atraviesan la trama, otra pequeña muestra del eterno Lope sonetista; una licencia que encaja, creo, como un guante en cierto punto de la acción. Todos los cambios, injertos y supresiones pretenden salvar los obstáculos del paso del tiempo sobre el idioma, para que el espectador pueda comprender cada verso sin perder el aroma de época. Nos quedamos con ganas de saber cuál es el injerto introducido pues no lo percibimos en directo. Y ciertamente Lope suena actual sin perder un ápice de su inmensa dimensión literaria, nos deslumbra continuamente con sus ingeniosos juegos de palabras, con sus certeras metáfotas, con sus comparaciones y descripciones exactas y prolijas que hacen de la lengua española en su pluma un mecanismo de precisión casi divino.
En el buen manejo de la versificación rutilante del Fénix de los Ingenios, influye sin duda el probado buen hacer de Vicente Fuentes, el veterano asesor de verso. Lástima de que no le acompañe un asesor de dicción, pues el elenco a menudo cae en tonos desabridos y sobre todo no acierta a pronunciar debidamente a la velocidad endiablada con que se desarrollan los parlamentos, por lo que todos, incluidos lo veteranos, a veces resultan ininteligibles.
No obstante, el reparto está notable en su conjunto aunque en la velada siguiente al estreno les costara largos minutos comenzar a sentirse cómodos. La Diana de Marta Poveda sólo tiene un pero, una voz sin hondura clásica que suple con agudos su falta de presencia y que castiga el esfuerzo con indicios de ronquera. Rafa Castejón comienza su Teodoro tímidamente pero hay que reconocerle que llega al final ya seguro de sí mismo. El gran veterano Joaquín Notario nos pareció pecar de exceso de confianza en ese Tristán desdibujado que sólo en su creciente protagonismo escénico termina animándose. Y Natalia Huarte compone una chispeante Marcela, quizás demasiado efervescente para alguna espectadora. Sobresaliente presencia del nutrido ramillete de personajes secundarios con especial mención al do de pretendientes que encarnan Paco Rojas y Pedro Almagro, y la irrupción del hilarante Conde Ludovico de Fernando Conde.
En la puesta en escena hay un desajuste temporal que debe ser criticado, porque la ambientación es más propia del siglo de las luces de Molière que del siglo de oro castellano. El hermoso vestuario está decididamente desubicado. Funciona correctamente una escenografía clásica, inspirada en su frecuente uso operístico, sin más mobiliario que una mesa y con numerosas escenas en las que los actores se arrodillan y se sientan en el suelo. Muy buenas, iluminación y coreografía.
El paisaje sonoro de Ignacio García se ha inclinado por descartar texturas sonoras españolas y napolitanas del barroco tardío, que hubieran chirriado entre pelucones y casacas, y viajar a través del piano al repertorio romántico (Schubert, Beethoven, Mendelssohn) con toques distanciadores un tanto arriesgados como el Libertango de Piazzola y la canzonetta populore Funiculli funiculla.
Helena Pimenta realiza una buena dirección tanto escénica como actoral, dejando a un lado los reparos expuestos y uno de calado mayor: ese personaje silencioso y alegórico, el Amor, que no termina de encajar y cuyas evoluciones no resultan convenientes. No; por más que respetemos el esfuerzo de Alberto Ferrero por darle vida, si Lope de Vega no lo incluyó no vemos por qué Tato y Pimenta lo incluyen.
Es la tercera vez que la CNTC pone en escena este magnífico El perro del hortelano. En 2011 lo hizo Eduardo Vasco y en el reparto ya estaba Joaquín Notario haciendo de Tristán jocoso. No nos pareció un acierto y pedíamos entonces (ver nuestra reseña) otro intento. Ha tardado cinco años pero ha llegado.
Sin duda hubiera sido mejor hacer justicia al avanzado planteamiento de Lope, ambientándolo con fantasía e imaginación en el imperio español de su tiempo, manera de contarrestar tantos tintes negruzcos como nos velan sus muchos aportes y méritos. Sin duda el espectáculo irá corrigiendo sus pequeños desajustes. El pblico que llenaba a rebosar el Teatro de la Comedia -sólo quedaron algunas localidades de gallinero al módico precio de dos euros- aplaudió largo y tendido. Hay dos meses de funciones por delante y después una amplia gira.
VALORACIÓN DEL ESPECTCULO (del 1 al 10)
Interés: 8
Texto: 9
Versión: 7
Dirección: 7
Interpretación: 7
Escenografía: 7
Producción: 8
COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLSICO (CNTC)
Teatro de la Comedia (C/ Príncipe,14)
El perro del hortelano, de Lope de Vega
Dirección: Helena Pimenta
Del 19 de octubre al 22 de diciembre
Reparto por orden de intervención:
Teodoro: Rafa Castejón
Tristán: Joaquín Notario
Diana: Marta Poveda
Fabio, Lirano: lvaro de Juan
Otavio, Furio, Camilo: Óscar Zafra
Anarda: Nuria Gallardo/ Paula Iwasaki
Dorotea: Alba Enríquez
Marcela: Natalia Huarte
Marqués Ricardo: Paco Rojas
Celio, Chapas: Egoitz Sánchez
Conde Federico: Pedro Almagro
Leónido, paje: Alfredo Noval
Amor, Antonello: Alberto Ferrero
Conde Ludovico: Fernando Conde
Versión: lvaro Tato
Escenografía: Ricardo Sánchez Cuerda
Vestuario: Pedro Moreno / Rafa Garrigós
Iluminación: Juan Gómez Cornejo
Asesor de verso: Vicente Fuentes
Coreografía: Nuria Castejón
Selección y adaptación musical: Ignacio García
Msica en off: Olesya Tutova (piano)
Producción: CNTC
Espectáculo patrocinado por Loterías y Apuesta del Estado.
Horario de funciones:
Martes y domingos a las 19 h.
De miércoles a sábado 20 h.
Lunes: descanso
Precios:
De 10 a 24
(Jueves día del espectador: 50 % de descuento)
Venta de entradas:
Taquillas: Taquillas de teatros del INAEM (Auditorio Nacional de Msica, Teatro María Guerrero, Teatro Valle-Inclán y Teatro de la Zarzuela) en sus horarios habituales de venta anticipada (consultar cartelera o web de los teatros).
Telefónica: 902224949
Internet: www.entradasinaem.es
Gira:
A Coruña (Teatro Rosalía de Castro) 11-12 feb;
Murcia (Teatro Romea) 18-19 feb;
Sevilla (Teatro Lope de Vega) 15-19 mar;
Logroño (Teatro Bretón) 24-25 mar; Valencia (Teatre Principal) 20-23 abr;
Pamplona (Teatro Gayarre) 5-7 may;
Palma de Mallorca (Teatro Principal) 26-27 may;
Almagro en julio.