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Recuerdo de un poeta que contaba las olas, por J.C.Deus

Recuerdo de un poeta que contaba las olas, por J.C.Deus

Por José Catalán Deus
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jcdeustelefonicanet/6/6/17
martes 21 de diciembre de 2010, 01:00h

20-12-10.T.Español.Homenaje a Luis Rosales Foto Andrés de Gabriel (3)El Teatro Español celebró el centenario del nacimiento del poeta Luis Rosales con un sorprendente concierto-recital de homenaje a un intelectual que estuvo proscrito al final de su vida por haber sido franquista. Una veintena de actores recitaron sus poemas y la pianista Rosa Torres Pardo les acompañó con una selección musical muy sugerente. Luis Rosales había resumido su vida de esta forma: Como el náufrago metódico que contase las olas/ que faltan para morir,/ y las contase, y las volviese a contar, para evitar/ errores, hasta la ltima,/ hasta aquella que tiene la estatura de un niño/ y le besa y le cubre la frente,/ así he vivido yo con una vaga prudencia de/ caballo de cartón en el baño,/ sabiendo que jamás me he equivocado en nada,/ sino en las cosas que yo más quería./.

El homenaje es una iniciativa del hijo del poeta, Luis Rosales Fouz, que lo cerró aludiendo de manera lírica al viejo adagio de más vale tarde que nunca. El alcalde de Madrid ha facilitado el más tradicional escenario de la capital, y su director, Mario Gas, ha coordinado la excepcional presencia de una selección abundante y excelente de actores y actrices españoles. A saber, y por orden alfabético, María Adánez, Ral Arévalo, Manuel de Blas, Toni Cantó, Pedro Casablac,Carmen Conesa, José Coronado, Manuel Galiana, Mario Gas, Ariadna Gil, Ana Labordeta, Charo López, Carmen Machi, Itzíar Miranda, Ricardo Moya, Gloria Muñoz, Blanca Portillo, Santiago Ramos, Paco Valladares y Ana Villa.

luis rosales 2Rosales nació en Granada el 31 de mayo de 1910 y murió en Madrid el 24 de octubre de 1992. Perteneció a la Generación del 36, la que protagonizó la guerra civil y a menudo se involucró en la misma participando en las trincheras militares e ideológicas. Fue un gran poeta, pero fue famoso sobre todo en la etapa de la Transición porque Federico García Lorca estaba refugiado en su casa cuando fue detenido en el verano de 1936 e inmediatamente fusilado sin juicio. El vulgo malintencionado difundió insinuaciones de complicidad y culpabilidad de Rosales en los hechos, basándose en su simpatía y militancia en las derechas durante el conflicto, lo que produjo su aislamiento en la vida cultural española y su marginación hasta prácticamente este año, casi dos décadas después de su muerte.

AHN_LuisRosales01Su poesía fue sencilla, ni culterana ni conceptista, más bien un lirismo de lo cotidiano expresado con claridad profunda. El amor aparece en toda su obra de forma sosegada y tranquila, y la memoria y el recuerdo son generosos, apartidistas. Fue grande también su sentimiento religioso -aunque difuso-, su impulso de trascendencia, una espiritualidad tímida, de silencios más que de proclamas.

En 1935 apareció su primer libro, Abril, al que le seguiría en 1940 Retablo de Navidad. En 1949 se publica La casa encendida considerada como una de sus mejores obras. Posteriormente se pueden destacar sus Rimas (1951), El contenido del corazón (1969), Diario de una resurrección (1979) o La carta entera (1980). En 1962 entró en la Real Academia Española y en 1982 recibió el Premio Cervantes no sin muchas disensiones con sordina.

Con 22 años llegó a Madrid y comenzó su relación con Pedro Salinas y Jorge Guillén. En el segundo nmero de Los Cuatro Vientos, en abril de 1933, junto a una panoplia de intelectuales de la época, -Miguel de Unamuno, Manuel Altolaguirre, María Zambrano, Vicente Aleixandre- publica sus primeros versos. Continuó su actividad literaria en la revista Cruz y Raya, dirigida por Pablo Neruda y José Bergamín. Con los Panero (Juan y Leopoldo) y Luis Felipe Vivanco, integra la que se conocerá después como Generación de 1936 (o de la Guerra), de la que también forma parte Dionisio Ridruejo, y cuyos ejes comunes, además de su afinidad y camaradería, fueron su catolicismo intimista y su conservadurismo en lo social.

AHN_LuisRosales04Nunca quiso contar los secretos de la muerte de Lorca que se llevó a la tumba. En agosto de 1936, recién iniciada la guerra civil española, el dirigente de la CEDA Ramón Ruiz Alonso hizo detener a Federico, refugiado en la casa familiar de los Rosales, donde se creía a salvo de represalias pues en la familia había destacados miembros falangistas. En ese mismo fatídico año, muere también asesinado el catedrático de filosofía Joaquín Amigo, arrojado por el Tajo de Ronda. Esas dos muertes marcan su vida. En la obra de Rosales, tanto en Un rostro en cada ola como en su inacabado Nueva York después de muerto, como en otros muchos escritos (tanto poéticos como de ensayo) se reflejan las influencias de ambos amigos.

En el año 1937 publica en el diario Patria de Granada, el poema la Voz de los Muertos, probablemente uno de los poemas más importantes escritos durante la guerra civil, en el que Rosales escribe una elegía a las víctimas de ambos bandos, en el que quedan fuera cualquier expresión de triunfalismo o exaltación. A partir de ese mismo año Rosales colabora en la revista falangista Jerarquía. Colabora también el la revista Escorial; y fue secretario de redacción y director de Cuadernos Hispanoamericanos.

AHN_LuisRosales02Fue consejero de don Juan de Borbón y apostó activamente, alentando a las izquierdas y derechas por unirse y apostar por la restauración de la monarquía en España, primero por don Juan de Borbón y posteriormente por don Juan Carlos de Borbón. Ideológicamente, como es de suponer, fue evolucionando a lo largo de su vida, desde las ideas totalitarias de su juventud hacia posiciones democráticas, moderadas y tolerantes en su madurez. En los ltimos años del franquismo, en 1970 es nombrado asesor del director del Instituto de Cultura Hispánica y en 1973 director de su Departamento de Actividades Culturales. A su pasado, al pasado de todos, esa memoria fluctuante y advenediza, algunas veces hizo referencia a su manera siempre elusiva:

El recuerdo se teje
Con doble hilo,
Y de cuando en cuando se recuerdan cosas
Que no han sucedido.

El homenaje de hora y media de duración se desarrolló con una escenografía intimista apoyada en tres elementos: un piano de cola en el lateral izquierdo del escenario, una pantalla central en la que se proyectaron fotografías y filmaciones de Rosales, y unos bancos a la derecha frente a cinco atriles, donde los actores y actrices participantes alternaron las lecturas de la amplísima selección de textos del poeta. Las obras seleccionadas fueron:

De Canciones, Actualiza tu vida, Canción para los pusilánimes que no se atreven a creer en la libertad, De qué pie cojea el recuerdo?, El amor es una soldadura más o menos alógena, El mundo sigue siendo una creación abierta, La esperanza suele llegar a nosotros como una nube distraída, La restañadora, No conviertas la timidez en parálisis, No es sólo equivocación, Quien está seguro miente, Ten en cuenta que la mirada antes de ser visión era sólo un encendimiento, y Ya sabes que las oportunidades pueden acabar con nosotros.

De Como el corte hace sangre, La cicatriz y Testamento. De Diario de una resurrección, Algo queda en el aire, Cada vez que se escribe un poema tienes que hacerte un corazón distinto, Cómo es posible que la predestinación a veces llegue tarde, El espejo, La espera forma parte de la alegría, Para toda la vida no!, Por mor.

También se incluyeron El contenido del corazón, y de La carta entera, El mundo sideral es la esperanza, La almadraba, La guerra sigue hablándonos en presente de subjuntivo, Los medios seres, y Nadie sabe hasta dónde puede llevarle la obediencia.

La casa encendida estuvo representada por A imitación de prólogo, Ahora que estamos juntos, Ciego por voluntad y por destino, y Siempre mañana y nunca mañanamos. y de Rimas se incluyeron, Autobiografía, Cita para todas las semana del año con la misma persona, El deshielo, La hondura de lo humano, La transfiguración, Palabras para iniciar una despedida, y T sí los llamarás.

20-12-10.T.Español.Homenaje a Luis Rosales Foto Andrés de Gabriel (1)Como se deduce de los mismo enunciados de sus poemas, Rosales practicó una poesía fugitiva del ornamento y la floritura, lindante con la buena prosa, algo que el tono general de las lecturas en el homenaje de ayer, más interpretadas que recitadas, colaboró a subrayar.

El homenaje fue todo un descubrimiento porque muchos de los presentes no conocíamos a fondo la poesía de Rosales. Hubo momentos de gran intensidad emotiva bajo un gran primer plano del poeta acompañado de un misterioso cárabo. Muchas de sus observaciones en vida encontraron encaje final en este acto de justicia. Y su poesía fue enmarcada de forma adecuada por la pianista Torres Pardo, cuya selección de páginas de Isaac Albéniz, Manuel de Falla, Frédéric Chopin, Claude Debussy, Olivier Messiaen, Eric Satie, Federico Mompou, Albereto Ginastera y Gabriel Loidi sonó magnífica, certeramente conectada con el alma y la expresión del homenajeado, llegando a dos momentos de plenitud cuando palabra y msica se solaparon durante dos intervenciones de Manuel Galiana. Quizás sobró al final leer un prolijo y bordado mensaje de otro poeta granadino que vino a alterar el protagonismo del marginado con el protagonismo del triunfador en la actual oficialidad cultural.

En septiembre pasado, la Fundación Caballero Bonald de Jerez rindió también homenaje a Luis Rosales. Antes, en abril de este año, la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales (SECC) organizó unas jornadas dirigidas por el poeta Félix Grande que reunieron a una decena de escritores y especialistas en la figura y la obra del autor de La casa encendida, entre los que figuraron Antonio Gamoneda y Luis Alberto de Cuenca, clausuradas con el recital Luis Rosales, poeta flamenco con Paco del Pozo al cante y Gaspar Rodríguez a la guitarra. Paralelamente, se llevó a cabo una exposición de documentos originales de Luis Rosales en el vestíbulo del Archivo Histórico Nacional.

Para el citado Félix Grande, su vida enriqueció el contenido del corazón
de la poesía española del siglo XX, y sus libros le abrieron una puerta a la poesía del siglo XXI. Demostró su amor al Barroco con espléndidos estudios, escuchó con placer toda la sinfonía de la Generación del 27 y no omitió jamás su fervor por los dos grandes monumentos del 27 americano: César Vallejo y Pablo Neruda. Su felicidad de lector viajaba desde Kafka a Camus, de Dostoiewsky a Rilke, de Gabriel Marcel a
Jean Paul Sartre, de Teilhard de Chardin a Cesare Pavese Discípulo a la vez de Ortega y de Unamuno, fue cervantino y machadiano.

Rosales una vez reconocía el miedo al dolor en unas baldosas sueltas de su cuarto. Con ese poema suyo terminamos:

Es el miedo al dolor y no el dolor quien suele hacernos pánicos y crueles,
quien socava las almas
como socavan la ribera las orillas del río,
y yo he sentido su calambre desde hace mucho tiempo,
y yo he sentido, desde hace mucho tiempo, que el curso de sus aguas nos arrastra,
nos mueve las raíces sin dejarnos crecer,
y nos empuja, y nos sigue empujando hasta juntarnos
en esta habitación que es ya un rescoldo mío,
en esta habitación en donde las baldosas se levantan un poco
y ya no vuelven a encajar en su sitio
como la tierra removida ya no cabe en su hoyo:
tal vez a nuestro cuerpo le ocurra igual.

Teatro Español
Homenaje a Luis Rosales
20 de diciembre
20.00 horas
Entrada libre hasta completar aforo.

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