jcdeus.es
Paraíso perdido visto de lejos
Ampliar

Paraíso perdido visto de lejos

Por José Catalán Deus
x
jcdeustelefonicanet/6/6/17
sábado 06 de mayo de 2023, 01:00h

Este poema épico es una de las glorias de la literatura inglesa y ha sido interpretado de mil maneras a lo largo de siglos. La original propuesta teatral que nos ofrecen goza de una brillante puesta en escena, pero la adaptación dramática es parcial y fallida en pos de prejuicios que comulguen con la audiencia.

El autor de esta narración en verso fue John Milton (1608-1674), una de las figuras más importantes del panorama literario inglés, siendo en ocasiones situado al mismo nivel que Shakespeare. La influencia de Milton en la literatura posterior es amplia y variada, y especialmente durante el Romanticismo las alusiones a su obra alcanzaron un nivel similar al gozado por las referencias clásicas.

Fue un puritano algo herético, crítico con el anglicanismo y opuesto al catolicismo, con ideas heterodoxas sobre cuestiones como la santísima trinidad o la inmoralidad del alma. Con 44 años se quedó ciego. Un poeta que no podemos dejar de apreciar y un hombre al que no podemos apreciar, dijo de él Chesterton. El romántico Blake creyó reconocer en Milton a un adorador secreto de Satanás. En 1663, Milton se casa por segunda vez con una joven de 24 años, y termina su obra épica El paraíso perdido. Tenía 55 años, y once después fallecería. Paradise Lost se publicó en 1667, dividido en doce libros con más de diez mil versos escritos sin rima, en verso blanco. Milton estaba ya completamente ciego por lo que lo dictó a sus hijas y a los ayudantes que había contratado para tal fin. Empobrecido y necesitado de cuidados, vendió los derechos de la obra por diez libras.

El Vaticano vetó la lectura de la obra a los católicos en 1732, siendo incluida en el Índice de Libros Prohibidos hasta 1900. El ángel Satanás, celoso del hijo de Dios, ha organizado una revuelta en el cielo, por lo que es arrojado al Infierno. En venganza, seduce a Adán y Eva para que prueben del árbol de la ciencia. Como consecuencia, los primeros seres humanos deben abandonar el paraíso, y la mortalidad y el pecado original son su castigo. Más tarde -todo ya suprimido en esta adaptación-, Jess aceptará toda la culpa y salvará a los hombres con su muerte. La cuestión central de la obra es la relación entre el libre albedrío humano y la omnipotencia divina.

Aunque la intención de Milton fuera enaltecer a Dios y glorificar su justicia infinita, el poema también puede leerse en sentido contrario. Eso es lo que hicieron los románticos y es lo que hacen muchos lectores en la actualidad, interesados en las dicotomías entre el bien y el mal, entre la aceptación y la rebelión. Por eso ha inspirado a escritores y artistas contemporáneos en entender que Satanás sería un revolucionario que se enfrenta a Dios y se venga destruyendo su idílica creación, esa pareja humana viviendo en felicidad completa en un paraíso. Y obviando completamente todo el desenlace del poema y la concepción completa de Milton con la venida del hijo de Dios para expiar esa desobediencia y darle una segunda oportunidad a los humanos permitiendo su redención si cumplen sus mandamientos.

La adaptación de Helena Tornero y Andrés Lima recoge extractos del bellísimo original que mezcla con interpretaciones propias bastante torpes y tópicas gracias a una dramaturgia que convierte a Satanás en mujer rebelde y a Dios en viejo achacoso, que incorpora nicamente de entre los muchos personajes del relato a la Muerte y la Culpa guardianas de las puertas del averno en forma de angélicas doncellas, y que convierte a Adán y Eva en un remedo de célebres escenas cinematográficas -entre 2001, odisea en el espacio y El planeta de los simios-, con una primera caracterización muy lograda para enseguida dejarlos en pelota picada durante una hora.

Con estos seis personajes, Lima monta una escenografía variada; un primera parte infernal inspirada en las láminas que Gustavo Doré grabó para la edición española de 1873 con traducción de Cayetano Rosell, y una segunda terráquea y peliculera que ya hemos comentado, aderezadas con elementos premeditadamente provocadores -Dios hace metateatro dirigiendo la interpretación de Satanás o le pide a Adán que le sirva un wiski, o se fuma un cigarrito. La videocreación de Miquel ngel Raió resulta fundamental en toda la pieza, junto a la caracterización homínida de nuestros primeros padres por parte de Cécile Kretschmar. Sugerente la msica original creada por Jaume Manresa y acoplada la iluminación de Valentín lvarez. Con todo ello logra el impacto buscado la escenografía de Beatriz San Juan.

Excelente trasmutación de la Muerte y la Culpa la que hacen María Codony y Laura Font como angélicos querubines de canto celestial. Valerosa presencia nudista la de Rubén de Eguía y Lucía Juárez como unos adán y eva que solo se pondrán encima un albornoz cuando salgan a saludar tras caer el telón. Y poco convincentes los protagonistas en sus pintorescas caracterizaciones. Cristina Plazas hace un satanás muy cabreado y Pere Arquillué un dios pasota que son pura caricatura, aunque comprendamos la dificultad de la tarea.

Quizás lo peor de la pieza sean las morcillas ideológico-gremiales, fundamentalmente las dos más graves: la absurda pretensión de presentar la actividad teatral como el summun revolucionario (en estos tiempos de subvención y apoltronamiento), y el discurso panfletario de Eva enumerando los inmensos oprobios que han caído sobre la mujer a lo largo del tiempo por culpa de dios y de los hombres (en época ya estragada de tanto escoramiento).

Nada de ello viene al caso. Adaptar a un clásico sin el debido respeto a su obra y fidelidad a su idea, para meter de tapadillo concepciones antagónicas o impropias, es una pandemia que asola los escenarios. Adaptaciones y versiones atrevidas de los clásicos se necesitan siempre, pero manipulaciones oportunistas nos rebajan y entristecen.

Dice Helena Tornero que tal vez sea ahora un buen momento para hacerse algunas preguntas sobre las creencias que nos han sido transmitidas, como si el mundo no estuviera ya harto de mofarse de dios, de reírse del pecado original, de abrazar el mal, y de patear el más allá y del más acá. Se justifica Andrés Lima diciendo que este montaje es el intento de saber si la Fe es sólo un plan preconcebido para asegurar la obediencia; si la espiritualidad es la intangibilidad de la libertad o la perpetuación del miedo: Satanás me reta hoy a hacerle preguntas a ese que se llama Dios La manzana, ya sea de la bruja de Blancanieves o del Demonio, está muy buena. Y el pecado original, extraordinario. Y Dios lo sabe. Pues deja en paz a Milton y aborda a pecho descubierto la tarea,

VALORACIÓN DEL ESPECTCULO (del 1 al 10)
Interés: 7
Texto original: 9
Texto añadido: 4
Dramaturgia: 5
Dirección: 7
Puesta en escena: 8
Interpretación: 7
Producción: 8
Programa de mano: n/h
Documentación a los medios: 6

CENTRO DRAMTICO NACIONAL
Teatro María Guerrero
PARAÍSO PERDIDO
Basada en el poema épico Paraíso perdido de John Milton
Con texto y dramaturgia de Helena Tornero y Andrés Lima
Dirigido por Andrés Lima
Del 5 de mayo al 18 de junio de 2023

Reparto (por orden alfabético)
Pere Arquillué Dios
María Codony Muerte
Rubén de Eguía Adán
Laura Font Culpa
Lucía Juárez Eva
Cristina Plazas Satanás

Equipo artístico
Escenografía y vestuario Beatriz San Juan
Iluminación Valentín lvarez (AAI)
Vestuario Anna Tusell
Msica original Jaume Manresa
Video creación Miquel ngel Raió
Caracterización Cécile Kretschmar
Ayudante de dirección Laura Ortega
Ayudante de vestuario Amaranta Albornoz
Coproducción Centro Dramático Nacional, Teatre Romea y Grec 2022 Festival de Barcelona.

De martes a domingo a las 20:00
Función matinal: martes 14 de marzo a las 12:00
Encuentro con el equipo artístico
Jueves 1 de junio de 2023
Funciones accesibles
Jueves 25 y viernes 26 de mayo de 2023
Duración del espectáculo
1 h 30 min aprox.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios