En su ltima producción de esta temporada la Compañía Nacional de Danza no despeja del todo las preocupaciones que la acompañan en su ltima andadura, pero las retrotrae a las bambalinas con un espectáculo en tres fases -clásica, contemporánea y actual- con cuatro coreografías -de Balanchine, Martínez, Forsythe y Ek- que comienza dudoso pero va creciendo hasta estallar en un chisporroteo vitalista de gran fuerza emocional. La asombrosa contundencia de In the middle y el optimismo desbordante de Casi-Casa forman dos excelentes tercios de una apuesta a la que quedan cuatro funciones de amplio aforo en el mejor contexto posible. Hay sitio para todos.
Ciertamente, se pueden y se deben poner unos cuantos reparos sobre la mesa. Pero antes hay que señalar que la versatilidad de estilos a la que se obliga la CDN merece tenerse en cuenta. Compaginar clásico y moderno, diversificar estilos, es más difícil que mantener una compañía de autor, como ocurrió en el final de la fase precedente. Algunos piensan que es demasiado tarde para hacer ballet clásico, que es inviable además de imposible llegar a un nivel competitivo. Y la primera parte del programa que vimos ayer lunes así parece confirmarlo. Supo a desfasado, a mimético, a inanimado.
Allegro Brillante no es una coreografía que nos apasione, por más que el sacrosanto George Ballantine afirmara que contiene todo lo que sé acerca del ballet clásico en trece minutos. Es cierto a nivel técnico, pero el Concierto para piano n3 de Chaikovski (1840-1893) muestra la parte más superficial y convencional de su gran aportación a la msica romántica, mientras que la coreografía de Ballentine es virtuosa pero fría. No hay emoción, y eso más allá de la inseguridad de Noëllie Conjeaud y la solvencia de Esteban Berlanga, la pareja protagonista.
El clasicismo de la velada se completaba con Delibes suite, la nica aportación autóctona, aunque el director de la CDN, José Carlos Martínez, la ideara en su etapa francesa anterior. Son extractos de las piezas La Source y Coppélia, del compositor Léo Delibes: plenitud del ballet de puntas, del virtuosismo técnico, casi pieza de degustación de sabores refinados de esa relamida cocina de la abuela que sólo se puede degustar en contadas fechas: un tradicional paso a dos con sucesivas variaciones del bailarín y la bailarina, y coda final, con un repaso a lo más granado de la coreografía clásica de elegante sutileza y perfecta construcción estropeada por los aplausos excesivos y a destiempo de la claque que acompaña siempre a la CND de forma irritante y ostentórea. Nos pareció notable la actuación de Aurelia Bellet, y de nuevo -como en la pieza anterior- más firme la de su pareja masculina, Aitor Arrieta.
En la segunda parte llegó la emblemática coreografía de William Forsythe, In the middle, somewhat elevated y con ello el ambiente se caldeó, la atmósfera templó en la sala, y los corazones comenzaron a batir al ritmo fascinante de la partitura de Thom Willems, tan rompedora, tan conmovedora, tan representativa de nuestra época como cuando fue compuesta hace ya 25 largos años. Semejante piropo debe extenderse a la coreografía de Forsythe, cristalización de la ruptura de lenguajes en la danza del siglo XX. Deconstrucción de normas y criterios imperantes tanto en el movimiento corporal como en la msica instrumental electrónica. Deconstrucción que no quiere decir simple y estpida destrucción.
Deconstrucción que en msica es armonía de chirridos, ritmos de maquinismo alterados por ese fantasma, The ghost in the machine del que hablaba la célebre cancion de Sting-Police, el caos an humanizado. Deconstrucción que en danza rehuye un argumento definido, simetrías y coherencias, que expone trayectorias dispares dentro de un discurso que sobrevive a la brutalidad intrínseca de la sociedad de masas, de máquinas, de moles, de fragores que parecen sepultar al pobre individuo.
Dicen que es una de las mejores creaciones coreográficas del siglo pasado. Pudiera serlo. Los nueve bailarines formaron una piña compacta y repleta de matices en la que hay que destacar a Toby William Mallit.
Y tras un segundo intermedio, el cierre redondo del programa corre a cargo de Casi-Casa, un nontaje creado por Mats Ek ayer mismo, en 2009, para la Compañía de Danza Contemporánea de Cuba, que el CND estrena en Europa. De menos a más: esta divertida, optimista, tierna y emotiva pieza, coreografía lo más difícil, la vida cotidiana, esa realidad aparentemente trivial cuando no doliente que esconde si sabes mirar gestos geniales, situaciones poéticas, emociones simples y elementos que en las propuestas artísticas actuales en todos los géneros, subgéneros y contragéneros, están sustituyendo a la antigua obra de arte, convirtiendo el pan nuestro de cada día en pastelillo reparador, en reflexión sabrosa, en degustación de un men an confuso que nos trae este recién estrenado milenio.
La escenografía y figurines de Peder Freiij son absolutamente fundamentales para el excelente resultado final, un vestuario precioso. La msica de Fleshquartet es una maravilla de expresividad, convincente en casi todas sus variaciones, homogénea con mil matices, un despliegue animado (con alma), de la tendencia venida a llamarse minimalista que conforme crece es menos mini y más maxi (expresiva). Y el elenco está genial en todos y cada uno de los sucesivos sketches.
Veo muchas películas y obras de teatro. También veo muchas obras de arte. Pero lo que es más importante para mí es leer el periódico, observar a mis niños, observar a los animales moverse en el parque, observar el tráfico, cosas que no están hechas para ser miradas, explica Mats Ek, este personaje sueco que acumula años bien llevados y experiencia bien productiva.
La transición está superada y tenemos una nueva identidad, somos una Compañía Nacional del siglo XXI, donde tiene cabida el repertorio clásico y los coreógrafos de hoy, afirma José Carlos Martínez. Parecería que todos nos estamos quitando un peso de encima: para la próxima temporada hacen falta coreografías propias.
Aproximación al espectáculo (valoración del 1 al 10)
Interés: 8
Concepto: 8
Dirección: 8
Coreografías: 8
Msicas: 8
Escenografías: 8
Realización: 8
Producción: 8
Programa de mano: 7
Documentación a los medios: 7
Teatro Real
COMPAÑÍA NACIONAL DE DANZA
Del 24 de mayo al 1 de junio de 2004
Director artístico: José Carlos Martínez
PROGRAMA
PARTE I
ALLEGRO BRILLANTE
Coreografía George Balanchine The George Balanchine Trust
Msica Piotr Ilich Chaikovski
Figurines Nanette Glushak y Miguel Crespi
Puesta en escena Nanette Glushak
Adaptación de diseño de iluminación Nicolás Fischtel
Realización de vestuario Miguel Crespi
DELIBES SUITE
Coreografía José Carlos Martínez
Msica Léo Delibes
Figurines Agnès Letestu
Diseño de luces José Carlos Martínez
Vestuario Agnès Letestu
PARTE II
IN THE MIDDLE, SOMEWHAT ELEVATED
Coreografía William Forsythe
Msica Thom Willems
Escenografía, figurines y
diseño de luces William Forsythe
Puesta en escena Agnès Noltenius
Realización de vestuario Klaus Schereck
PARTE III
CASI-CASA
Coreografía Mats Ek
Msica Fleshquartet
Asistentes al coreógrafo
en la Puesta en Escena Mariko Aoyama y Ana Laguna
Figurines y Escenografía Peder Freiij
Diseño de Luces Erik Berglund
Realización de vestuario Carmelina de Noia y Taller de la CND
ELENCO LUNES 26 DE MAYO
ALLEGRO BRILLANTE
Noëllie Conjeaud, Esteban Berlanga
Lucie Barthélémy, Eugenia Brezzi, Nandita Shankardass,
Natalia Muñoz
lvaro Madrigal, Iván Sánchez, Roberto Sánchez, Rodrigo Sanz
DELIBES SUITE
Aurelia Bellet, Aitor Arrieta
IN THE MIDDLE, SOMEWHAT ELEVATED
Yae Gee Park, Rebecca Connor, Natalia Muñoz,
Egunenia Brezzi, Lucie Barthèlèmy, María Muñoz
Toby William Mallit, Erez Ilan, lvaro Madrigal
CASI-CASA
TELEVISIÓN: Lucio Vidal LA COCINA: Tamako Akiyama, Daan Vervoort
ASPIRADORA: Emilia Gisladttir LA PUERTA: Jessica Lyall, Alessandro Riga
TRíO: Francisco Lorenzo, Aleix Mañé, Mattia Russo
DE ROSA: Aída Badía CON SOMBRERO: Sara Fernández
24, 26, 27, 29, 30 de mayo. 1 de junio de 2014
20.00 horas; domingos, 18.00 horas
fotos, Jess Vallinas.