jcdeus.es
La alegría de vivir del pintor Dufy

La alegría de vivir del pintor Dufy

Por José Catalán Deus
x
jcdeustelefonicanet/6/6/17
lunes 16 de febrero de 2015, 01:00h

Un autodidacta que viajó a través de las vanguardias para encontrar su propio camino. Un pintor que huía del dolor y el sufrimiento a través del color, de paisajes y escenas gratificantes. Una persona que pintó sin más y dedicó su vida a ello. Esta panorámica de Raoul Dufy es hermosa, radiante, optimista. Su mirada aparece simple un siglo después y ahora está al alcance de todos. Una exposición para el sosiego.

Desde que en 2003 se cumplió medio siglo de su fallecimiento, se le considera menos superficial, más importante de lo que se venía asumiendo. En un principio deslumbrado por los paisajistas impresionistas, orientado pronto hacia el fauvismo, cuyo colorido llamativo e irreal no abandonará ya nunca, llegará a la madurez desarrollando su propia técnica, el uso de baños ligeros de color dispuestos mediante veloces pinceladas de una manera que llegó a conocerse como taquigráfica. Este uso del óleo como si fuera acuarela, esta ligereza material y formal de sus colores se convertirá en su documento de identidad. Así su obra se fue haciendo más amable, alegre y luminosa, atractiva para el pblico, sospechosa para la crítica intelectual, que tampoco suscribía sus veleidades decorativas y sus trabajos para la industria textil.

Sus temas favoritos, -barcos de vela, vistas de la Costa Azul, fiestas elegantes, acontecimientos musicales, carreras de caballos, lugares de moda- hicieron de él un pintor propiamente burgués, instalado en su tiempo y de acuerdo con el mundo que le rodeaba. Decorativo, nada interesado en fracturas sociales, alejado de disonancias reales. Pero su obra es más compleja que el simple hedonismo y es lo que querría defender la presente exposición, mostrando la lenta gestación de su lenguaje personal, su bsqueda constante de nuevas soluciones plásticas y, sobre todo, su faceta más introspectiva.



El comisario Juan ngel López-Manzanares propone un recorrido cronológico en cuatro apartados: sus primeros pasos (Del impresionismo al fauvismo); la época en la que bajo la influencia de Cézanne su pintura se acerca al cubismo (Periodo constructivo); sus creaciones vinculadas a la estampación de tejidos y ornamentación de cerámicas (Decoraciones); y, por ltimo, su etapa de madurez (La luz de los colores). Son las dos ltimas salas de esta etapa las que resultan el plato fuerte de la propuesta, con su serie de vistas del estudio donde la poliartritis le tenía recluido, con su seríe dedicada a la msica -que tanto le consolaba- en busca del color sonal, con su final alegoría repetitiva al Carguero Negro, deslumbramiento al revés, constatación de que a la muerte no se la puede mirar de frente.

Esta exposición inaugura una etapa de apoyo de la Comunidad de Madrid al Museo Thyssen-Bornemisza, que siendo una entidad privada de subvenciones pblicas, atraviesa actualmente las lógicas dificultades financieras. De 150.000 es la ayuda concedida en este caso y seguirán otras en proyectos futuros. Cinco millones de visitantes culturales tuvo el año pasado la ciudad, sus espectáculos, sus museos, y de ellos un millón pasaron por el Thyssen: un generador turístico que merece respaldo.

La antológica dedicada a Raoul Dufy hará las delicias del pblico que ama la pintura fácil y amable de las primeras vanguardias del siglo pasado, que no quiere complicaciones, que quiere entender lo que ve a primera vista. Quizás Dufy buscaba más, pues decía: Sería por tanto interesante que hiciese un cuadro lo bastante verdadero, lo bastante profundo, lo bastante interior para provocar en el pblico el goce de la vista que acabo de experimentar, y las ramificaciones del pensamiento de las que ese espectáculo ha sido, para mí, el punto de partida. No sólo goce, también reflexión. Quizás El campo de trigo y La gran bañista son más de lo que muestran superficialmente.

Al final de su vida, Dufy confesó su deseo de superar las leyes clásicas de la óptica para descubrir otras, inusitadas, más psicológicas que físicas, y cuyo efecto sobre el cuadro puede tener repercusiones inesperadas en el ojo y el espíritu del que lo contempla. El negro para representar la máxima luminosidad. Los colores vivos para enmarcar la melancolía.

Aproximación a la exposición (del 1 al 10)
Interés: 8
Despliegue: 8
Comisariado: 8
Catálogo: 8
Documentación a los medios: 8
Programa de mano: 8

Museo Thyssen-Bornemisza
Raoul Dufy
Del 17 de febrero al 17 de mayo de 2015

Comisario: Juan ngel López-Manzanares, conservador del Museo Thyssen-Bornemisza
Comisaria técnica: Leticia de Cos Martín, rea de Conservación del Museo Thyssen-Bornemisza
Organizador: Museo Thyssen-Bornemisza
Apoyo: Centre Pompidou, Musée national dart moderne/Centre de création industrielle de París
Colaboración: Comunidad de Madrid
Nmero de obras: 93 obras (55 óleos, 25 obras sobre papel, 6 diseños en tela y 7 cerámicas)
Catálogo con textos de Juan ngel López-Manzanares, Dora Perez-Tibi, Sophie Krebs, Christian Briend, una antología de textos del artista, algunos inéditos y una biografía de Leticia de Cos Martín (edición en español e inglés).
-Publicación digital en la app gratuita Quiosco Thyssen para tabletas y smartphones
-Curso monográfico: Raoul Dufy en los orígenes de las vanguardias
Del 11 de marzo al 6 de mayo de 2015, se celebrará en el Museo un ciclo de conferencias los miércoles, a las 17.30 horas, en el salón de actos.

Dirección: Paseo del Prado 8. 28014, Madrid.
Horario: de martes a domingo, de 10 a 19 horas; sábados, de 10 a 21 horas
Exposición temporal: Entrada general: 11
Exposición temporal + Colección Permanente: Entrada general: 17
Entrada combinada exposiciones Raoul Dufy + Paul Delvaux Entrada general: 14
Más información: www.museothyssen.org


¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (0)    No(0)

+
0 comentarios