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Le congrès ne marche pas et la calorica non plus
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Le congrès ne marche pas et la calorica non plus

Por José Catalán Deus
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jcdeustelefonicanet/6/6/17
jueves 03 de octubre de 2024, 01:00h

Disculpen el título en francés, pero esta compañía catalana titula y representa tres cuartos de la pieza en ese idioma. Un engendro compuesto por un intento de vodevil caricaturesco de la oligarquía europea del siglo XIX, seguido por una imitación de la que fuera primer ministro británico Margaret Tatcher en uno de sus discursos parlamentarios, para terminar con un remedo de sublevación jaleado por el pblico. Pastiche indigesto.

La Calòrica, una compañía fundada en 2010, dice que Le congrès ne marche pas es una pieza sobre el congreso de Viena de 1814, el fin del Antiguo Régimen y nuestra sociedad capitalista que se celebra así misma al borde del colapso. Una comedia grandiosa, frívola y rabiosamente política. Quiten lo de grandiosa, completen el segundo adjetivo con mediocre y fatua, y añadan a la tercera afirmación gratuitamente demagógica y obscenamente populachera.

El que ha pasado a la historia como Congreso de Viena (septiembre de 1814-junio de 1815) fue convocado con el objetivo de restablecer las fronteras de Europa tras la derrota de Napoleón Bonaparte, para reimplantar el Antiguo Régimen y retornar a la situación anterior a la revolución francesa de 1789, asegurando un equilibrio de poder entre las potencias que alejara una nueva guerra, y en fin, un firme conservadurismo político que favorecía la restauración inmediata de gobiernos absolutistas. Una especie de adelanto del Foro de Davos, pero más fácil de ridiculizar y menos directo al grano. Entonces era la monarquía absoluta ahora es el imperialismo USA-OTAN-UE con las grandes corporaciones. Ha cambiado el envoltorio y ahora es ultraliberal, pero sigue siendo autoritario bajo un manto democrático cada vez más en entredicho.

El treintañero Joan Yago, que ya ha estrenado una quincena de obras y es profesor de escritura, se ceba en Metternich, el astuto canciller austriaco, en el zar Alejandro I y otros dignatarios, pero sobre todo en el pobre representante español, Pedro Gómez marqués de Labrador, mediocre y altivo segn los historiadores, palurdo y zoquete segn esta pieza, que no consiguió evitar que España fuera ninguneada sin conseguir nada más que bajar definitivamente a la segunda categoría de las naciones europeas. Claro que obedecía a un rey que se llamaba Fernando VII.

Aunque la pieza se recrea en presentar a los gerifaltes como de bochorno y al congreso como una filfa, no consigue en ningn momento captar la complejidad de aquel acontecimiento en el que repartido el botín, ello no impedirá la difusión de las ideas reformistas y el estallido continuo de revoluciones durante todo el siglo. Pero sí conseguirá que el estatus quo que montaron se mantuviera hasta la guerra de 1914. La propuesta de Yago da un salto sobre todo ello y medio siglo XX para sin solución de continuidad proseguir con ese largo parlamento de la primera ministra del Reino Unido (1979-1990), paradigma del neoliberalismo.

Lo peor está por venir y llega con una fiesta ambientada en la actualidad de teléfonos móviles empuñados por gente vips contra la que subleva un camarero que monta un nmero deplorable de rebeldía con el que se consigue enardecer a un pblico que viene a ello, el cual jalea la tontería con entusiasmo. Tres cuadros cómicos engarzados en un espacio escénico neutro que al director Israel Solà le sirve para desplegar un poblado reparto que acta con desparpajo, consciente de que todo es una burda farsa, y en el que hay personajes inconcebibles, como la Barbara von Krdener que hace Tamara Ndong quizás para aportar la nota exótica, y alguno mejor, como Julia Truyol haciendo de Metternich, pero que en general no pasa de un aprobado raspado.

Porque lo importante aquí es el mensaje simplón de rebeldía anticapitalista que los jóvenos privilegiados que forman el pblico sanchopodemita compran alborozados. Nunca ser progre había costado tan poco, las entradas valen 1250 y 10 gracias a las generosas subvenciones pblicas que este gobierno. por medio del director del CDN, Alfredo Sanzol, usa para difundir desde la escena sus papillas políticas de la manera más descarada de las ltimas décadas.

VALORACIÓN DEL ESPECTCULO (del 1 al 10)
Interés: 6
Texto: 6
Dirección: 7
Interpretación: 6
Escenografía: 5
Producción: 5
Programa de mano: 6
Documentación a los medios: 7

CENTRO DRAMTICO NACIONAL
Teatro Valle ïnclán
Le congrès ne marche pas
Una creación de La Calòrica
Texto de Joan Yago
Dirección Israel Solà
Del 2 de octubre al 20 de octubre de 2024

Reparto (por orden alfabético)
Roser Batalla Lady Emily Castlereagh, Esposa
Joan Esteve Criado
Xavi Francés Pedro Gómez de Labrador, enviado especial de España
Aitor Galisteo-Rocher Alejandro I, Zar de Rusia
Esther López Caterina, Princesa de Bragation
Tamara Ndong Barbara von Krdener, mística religiosa
Marc Rius Lord Robert Castlereag, Ministro de asuntos exteriores de Gran Bretaña
Carles Roig Charles-Maurice de Talleyrand, Ministro de asuntos exteriores de Francia
Jlia Truyol Klemens von Metternich, Primer Ministro de Austria

Equipo artístico
Espacio escénico Bibiana Puigdefàbregas
Iluminación Rodrigo Ortega Portillo
Vestuario Albert Pascual
Espacio sonoro Guillem Rodríguez y David Solans
Caracterización Anna Madaula
Coreografía y movimiento Vero Cendoya
Fotografía del espectáculo Silvia Poch y Sergi Panizo
Producción Centro Dramático Nacional, La Calòrica y Teatre Lliure.

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