Diamanda Galás se considera diva vanguardista y amenaza con mucho más de lo que luego en el escenario da. Es interesante escucharla alguna vez, pero su vanguardismo tiene medio siglo, y consta de decir muchos tacos, ir vestida de cuero negro, elevar su potente voz hacia alaridos casi peligrosos para el tímpano, y acompañarse con el piano haciendo especial hincapié en los tonos graves y el aporreo del teclado amplificado radicalmente.
Lleva cuatro años interpretando este La serpenta canta, que nació como grabación versionada de diversos éxitos de muy diversas msicas, y sigue siendo sólo eso; que no está mal -repetimos- pero que tampoco es para tirar cohetes, como hacen críticos y pblico exageradamente movilizados.
Este vanguardismo de Diamanda se basa en un malditismo bien antiguo y en declaraciones subidas de tono. A Madonna la juzga injustamente como una simple empresaria, quizás dolida porque ella practicó las irreverencias antirreligiosas en pblico antes que aquella. Su dossier oficial dice que en 1990, culminando una carrera llena de irreverencia, compromiso político y vanguardia, se subió al altar de la catedral Saint John Divine de Nueva York, se cubrió el torso de sangre y cantó su Plague Mass, un concierto in memoriam para las víctimas del sida. Un vanguardismo que queda ya algo caduco. Y es que si Dimanda culminaba su carrera en 1990, han caído 18 años desde entonces a esta primera presentación en Madrid, ni más ni menos que abriendo el festival de otoño en su 25 aniversario.
Excesivo, aunque ya decimos que su actuación no nos disgustó. Su entrada en la segunda canción como una auténtica tarzana de la selva fue impresionante, pero luego sus proezas vocales resultaron algo reiterativas. Sus versiones de viejos éxitos de jazz, blues y canción francesa tienen fuerza y personalidad, y la pieza en español, con letra del poeta Miguel Huezo Mixco, resultó mucho más exótica al entenderse sólo sílabas sueltas y alguna palabra aislada. Cantando en francés parecía una distorsión exagerada de la Piath y en general su género es el esperpento. Un género bien clásico y bien respetable con el que humanos inteligentes a lo largo de la historia han resaltado la cara oscura de la luna, digo, de la tierra. El problema es que después de medio siglo de underground jubilado, después de dos mil janis joplin, y cuatrocientos mil jim morrison, después del caradura de Mick Jagger, estamos un poco fatigados de negruras, malditismo, marginales y tipos y tipas duros y duras miembros y miembras de la gran familia adicta a la msica de entretenimiento con ínfulas radicales. Ya es un tiempo en el que un joven con corbata y una mamá con su niño y un hombre sonriendo y unos amigos hablando con solvencia son imágenes de la mayor disidencia, de una rebeldía casi como la imagen de Diamanda Galás y de la Velvet Underground lo eran en los felices y lejanos años sesenta. El péndulo siempre se mueve.
Diamanda es muy dura en sus comentarios y considera mucho más que imbécil a quien no la alaba. Pero debería aceptar la sugerencia de adoptar una postura más autocrítica para llegar a una expresión más auténtica. Entonces la Galás ganaría mucho, porque es una mujer experimentada, inteligente y creativa.
En Gondomil-Corme (A Coruña) existe la llamada piedra serpenta o pedra da serpe, relacionada con el culto ofiliátrico en Galicia, que se cree representación del dragón llamado Bel o Baal, divinidad semítica pero muy venerada por los fenicios y relacionado con ritos de fuego, especialmente en el solsticio estival. An hoy no se sabe con certeza el origen de esta mítica piedra de una época anterior a la romana.
Diamanda tiene mucho mérito y es una gran profesional: en este mundo de jubilaciones anticipadas es un buen acicate para nuestra generación arrinconada. En 1979, hacía su debut internacional en el Festival dAvignon, encarnando el papel principal en la ópera Un jour comme un autre, del compositor Vinko Glabokar. No ha vuelto a hacer ópera, pero va a cumplir tres décadas en el escenario y está en la plenitud de su vida y experiencia, como tantos y tantos que están siendo apartados de sus trabajos ahora que comenzaban a comprender de verdad en qué consistían. Así que la deseamos una todavía larga carrera artística ya que ella puede y quiere.
PRIMERA SEMANA DEL FESTIVAL
A la cantante y compositora norteamericana
Diamanda Galás, le ha correspondido abrir esta edición, con dos conciertos,
los días 13 y 15 de octubre a las 20.30 horas en el Teatro Albéniz de la Comunidad de
Madrid. En el primero, titulado La serpenta canta, Galás, compositora, virtuosa del
piano y diva vanguardista, llenará el escenario con canciones de
resurrección, muerte y desafío. Es una artista inclasificable,
que huye de lo académico pese a su maestría al piano y registro operístico
capaz de subir más allá de tres octavas, opina Amado Giménez,
director general de Promoción Cultural de la Comunidad de Madrid:
estas dotes, unidas a su versatilidad y a su capacidad para retorcer las
melodías de canciones propias o de versiones de canciones conocidas por
todos -jazz, góspel, blues o incluso chanson- las dota de una belleza muy
particular a sus interpretaciones.
En el capítulo de danza, el Festival se inaugura en Las Naves del Español/
Matadero Madrid con pitié!, un montaje de la compañía belga Les Ballets
C. de la B. que se basa en La pasión segn San Mateo, de Bach y explora
el dolor de una madre, enfrentada al inevitable sacrificio de su
descendencia. El coreógrafo Alain Platel y el compositor Fabrizio Cassol
firman una coreografía que traduce en movimiento la exaltación de las
emociones y aspira a trascender más allá del individuo.
Por otro lado, en el Real Coliseo de Carlos III (que tiene
temporalmente su sede en el Teatro Auditorio de San Lorenzo de El
Escorial), del 17 al 19 de octubre, la figura emblemática de la danza
contemporánea, Pina Bausch, presenta Vollmond, una pieza acuática,
física y sobrecogedora para trece bailarines.
En el apartado de msica, La Casa Encendida acogerá cuatro
conciertos que reflejan las ltimas tendencias musicales. El 15 de octubre
a las 21:00 horas se suben al escenario los ingleses de Sweet Billy
Pilgrim, comparados por la crítica con grupos como Coldplay y Radiohead.
El día 16, la austriaca Gustav sorprenderá con sus experimentaciones con
el laptop, la msica tradicional austriaca, las mandolinas sicilianas y
auténticos himnos pop. El viernes 17, el joven talento agitador de la
escena londinense, Josh Weller, recordará por su estilo al primer Elvis
Costello o a Randy Newman. Por ltimo, el día 18, los madrileños de Hola
a todo el mundo, convertidos ahora en sexteto, nos harán disfrutar con su
peculiar pop folk.
También durante esta primera semana, del 16 al 18 de octubre en el
Teatro del Instituto Francés, se estrena en España Idiotas. Un espectáculo
de danza-teatro en el que Toméo Vergès propone al espectador que
disfrute con su particular elocuencia, divertida y chirriante, pero siempre a punto para tornarse en tragedia.
Hasta el 16 de noviembre el Festival presenta 45 espectáculos de teatro, danza, msica y circo, con 165 funciones en 16 espacios escénicos de Madrid Capital y 10 municipios de la región. Todo un despliegue que hay que agradecer.
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