Jacques Offenbach no llegó a terminar una versión definitiva de la mucha msica que compuso para su ópera sobre estos tontorrones cuentos de Hoffmann. Razón por la cual existen, por lo menos, tres versiones canónicas y muchas más oficiosas. La verdad es que estos cursis Les contes dHoffmann son un abismo musical épouvantable, una indigestión del peor momento histórico del género musical europeo, una ración insostenible de francofonía premeditada y alevosa que constituye el mejor ejemplo del legado que el finado Gérard Mortier ha dejado en Madrid para mayor gloria de la estupidez afrancesada. Si es puesto en escena de la forma que se puso ayer en el Teatro Real, se crea una confusión tan grande, un desastre tan absoluto, que no hay cristiano que pueda afrontarlo sin gran desmayo del ánimo. Lástima de presupuesto dilapidado, lástima de producción fallida, lástima del panorama al que se enfrenta el señor Matabosch, nuevo dueño de los destinos de un Teatro Real que ha quedado muy mediático, muy modelno, pero muy desnortado.
La primera reseña de este pobrecito cronista cultural en Periodista Digital se produjo el día 4 de diciembre de 2006 a las 1736 horas precisamente desde este Teatro Real de nuestros amores sobre estos mismos cuentos de Hoffmann en versión coproducida con Théâtre du Capitole de Toulouse, Regio de Turín y Ópera de Tel Aviv, con Marcus Haddock, Aquiles Machado, Desirée Rancatore, Inva Mula e Isabel Rey entre los protagonistas, y Emmanuel Villaume como director musical y Nicolas Joel como director de escena, Ezio Frigerio como escenógrafo y Franca Squarciapino como figurinista. Por qué la volvió a programar el fallecido Mortier? Porque le vino en gana. Alguna razón más? Sí, esa agenda personal, lo nico que le importaba: mucho francés y franceses, y promoción a toda costa de sus queridos amigos.
En primer lugar, el director musical Sylvain Cambreling. Estuvo desbordante en el estreno de la noche del sábado y ciertamente ratificó que la orquesta del Teatro Real crece, crece y se consolida. Sobre sus supuestas opciones musicológicas, reconocemos modestamente no estar capacitados para opinar. Y en segundo lugar, el director de escena, Christoph Marthaler, casualmente colaborador estrecho desde 1994 de Sylvain Cambreling en Fráncfort, Berlín, Viena y Salzburgo. Su puesta en escena fue lamentable y paradigma de los excesos reprobables a los que ha llegado el efervescente disparate centroeuropeo.
Había que hacer una producción propia y había que justificarla. Nada mejor que contar a la parroquia que íbamos a inventar algo en el país del qué inventen ellos, y pasar a los anales -por fin- inspirados en la versión de Fritz Oeser, una nueva lectura que da más peso dramático al acto veneciano final de la cortesana Giulietta, para establecer un equilibrio con el acto de Olympia y el de Antonia, para subrayar el papel central de La Musa o Nicklausse, y en definitiva para prolongar la duración de la pieza hasta extremos insufribles.
La forma de hacer tragar tan consistente píldora era darle un toque localista y para ello héte aquí que se ambienta en un presunto Círculo de Bellas Artes que mora a dos kilómetros de este Teatro Real. Un CBA por supuesto recreado, en el que la sala de pintura en la que los alumnos pintan del natural es al mismo tiempo el bar donde los habituales se emborrachan sin ton ni son. Como se trata de emular a Wagner al menos en la extrema duración de sus propuestas, estos Les contes de Hoffmann se inician con diez absurdos minutos sin msica y absurdos movimientos de grupos de visitantes por la enorme sala que simula el escenario, en la que sólo alegra la vista las modelos desnudas que se turnan en posar ante el pblico.
A partir de aquí, Marthaler auxiliado por un codirector de tan extraño cargo llamado Joachim Rathke, por Anna Viebrock, Olaf Winter, Malte Ubenauf y las demenciales coreografías de nuestra aportación hispana a cargo de Altea Garrido, consigue complicar y embarullar la ya romanticoide y fanta-demencial trama hasta que ni siquiera un veterano en estas lides consiga reconocer el argumento. El que tiene que sentarse, se levanta; el muerto, colea, y todo se cuenta de una manera para aparecer de otra. Buen ejemplo del callejón sin salida al que han conducido los sueños de grandeza de la promoción cantamañanas que se ha apoderado del tinglado operístico global.
Offenbach es un pulcro sintetizador de las msicas vigentes en su tiempo, que nada aportó pero que entretiene, y no disgusta siempre que sea considerado en sus justos términos. Y sus justos términos no son entrar a las 7 de la tarde y salir a las 11 y media de la noche. Y si es un mensaje ideológico de denso y profundo calado, que lo aguanten en París y las provincias belgas.
Esta coproducción irá a Stuttgart como es de recibo, pero no tendrá mayor recorrido. Artísticamente no aporta nada y musicalmente resulta notablemente banal. La gran mezzosoprano Anne Sofie von Otter realiza un canto del cisne conmovedor y destacable, mientras que el tenor americano Eric Cutler cumple dignamente. Las voces en general son un punto más que aceptables y lo mejor del montaje. La soprano Ana Durlovski protagonizó una gran ovación en sus irónicos gorgoritos que el pblico interpretó textualmente, ovación que fue la nica que intercaló el respetable en un interminable espectáculo en el que poco más es destacable, salvo marcar un rubicón entre un antes que fue sugerente y terminó discutible, y un después que esperamos expectantes aunque dubitativos.
Dicen fuentes fiables que el abucheo final fue de campeonato. Nosotros nos tuvimos que ausentar por una conjuntivitis aguda -y pedimos por ello disculpas-, y nos perdimos, lamentándolo enormemente, la bajada final del telón, un final siempre atractivo en los estrenos operísticos, siempre imprevisible, pero siempre ilustrativo de la temperatura reinante, del dictamen final.
Aproximación al espectáculo (valoración del 1 al 10)
Interés: 6
Dirección musical: 7
Dirección artística: 5
Msica: 6
Voces: 7
Interpretación: 7
Escenografía: 5
Realización: 5
Producción: 6
Programa de mano: 6
Documentación a los medios: 6
LES CONTES DHOFFMANN
Jacques Offenbach (1819-1880)
Opéra fantastique en cinco actos
Libreto de Jules Barbier, basado en la obra de teatro homónima de Barbier y Michel Carré, inspirada en
cuentos de E.T.A. Hoffmann
Nueva producción del Teatro Real,
en coproducción con la Ópera de Stuttgart
Nueva versión de Sylvain Cambreling y
Christoph Marthaler para el Teatro Real
Equipo artístico
Director musical, Sylvain Cambreling, Till Drmann (28, 31 de mayo; 3, 18, 21 de junio)
Director de escena, Christoph Marthaler
Escenógrafa y figurinista, Anna Viebrock
Iluminador, Olaf Winter
Dramaturgo, Malte Ubenauf
Codirector de escena, Joachim Rathke
Coreógrafa, Altea Garrido
Dirección del coro, Andrés Máspero
Reparto
Hoffmann, Eric Cutler, tenor (17, 21, 25, 28 de mayo; 3, 6, 9, 12, 15 de junio), Jean-Noël Briend, tenor
(31 de mayo; 18, 21 de junio)
La Musa / Nicklausse, Anne Sofie von Otter, mezzosoprano (17, 21, 25, 28 de mayo; 3, 6, 9, 12, 15 de junio), Hannah Esther Minutillo, mezzosoprano (31 de mayo; 18, 21 de junio)
Lindorf / Coppélius / Dr. Miracle / Dapertutto, Vito Priante, bajo-barítono
Andrés / Cochenille / Frantz / Pitichinaccio, Christoph Homberger, tenor
Olympia, Ana Durlovski, soprano
Antonia / Giulietta, Measha Brueggergosman, soprano
Stella, Altea Garrido, actriz
La voz de la madre de Antonia, Lani Poulson, mezzosoprano
Maítre Luther / Crespel, Jean-Philippe Lafont, bajo-barítono
Nathanaël, Gerardo López, tenor
Spalanzani, Graham Valentine, tenor
Hermann, Tomeu Bibiloni, barítono
Schlémil, Isaac Galán, barítono
Coro y Orquesta Titulares del Teatro Real
Actores y bailarines
Duración aproximada
Acto I (Hoffmann) y Acto II (Olympia): 1 hora y 25 min.
Pausa de 25 min.
Acto III (Antonia): 1 hora
Pausa de 25 min.
Acto IV (Giulietta) y Acto V (Stella): 55 min.
Fechas
17, 21, 25, 28, 31 de mayo;
3, 6, 9, 12, 15, 18, 21 de junio de 2014
19.00 horas; domingos, 18.00 horas
Retransmisiones
La función del día 21 de mayo será retransmitida en directo por las cadenas de televisión Mezzo y Arte Concert, y a través de Palco Digital: www.palcodigital.com
Asimismo Radio Clásica, de Radio Nacional de España, ofrecerá también en directo la función del día 12 de junio.