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Offenbach y su gran duquesa
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Offenbach y su gran duquesa

Por José Catalán Deus
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jcdeustelefonicanet/6/6/17
sábado 28 de marzo de 2015, 01:00h

El alemán nacionalizado francés Jacques Offenbach fue uno de los grandes compositores del teatro musical europeo de la segunda mitad del siglo XIX hasta el punto de crear un género personal lopéra bouffe, del nombre del teatro parisino del que era propietario. La Grande-Duchesse de Gérolstein tuvo un éxito instantáneo estrenándose por toda Europa y llegando a España al año siguiente, semanas después del destronamiento de Isabel II. Offenbach además se había casado muy joven con una española Herminia de Alcain, para lo cual abandonó el judaísmo y se hizo católico. Con su programación esta temporada, el director del Teatro de la Zarzuela, Paolo Pinamonti quiere recordar que en la historia de la ópera española hubo muchas aportaciones de los géneros hermanos europeos -opereta, ópera cómica, ópera bufa- traducidas y adaptadas al gusto español, que aportaron savias diversas a la zarzuela. Y hay que reconocer que ha sido una gran idea

La Gran Duquesa de Gérolstein es paradigma del difícil maridaje entre calidad y diversión, un paradigma que todos buscan y pocos consiguen. Una pieza ligera, de argumento simpático y msica pegadiza, que debiera resultar hoy día insufriblemente vetusta y sin embargo está fresca como una rosa, disuelve reticencias a medida que avanza, termina convenciendo a los más escépticos y haciendo reír inocente y sanamente al más adusto de los espectadores. La panacea de un espectáculo: que siglo y medio de antigedad no se note, y que sea teatro musical completo, buen teatro y buena msica.

Tiene un currículo impresionante. Siendo una crítica afilada a la aristocracia extravagente y tiránica de la época, en su estreno coincidieron Napoleón III, Eduardo VII de Inglaterra, el zar Alejandro II de Rusia, el emperador de Austria Francisco José, y el caudillo Otto von Bismarck de Prusia, todos en Parías con motivo de la Expo Universal de 1867. Los franceses la presentarán como una neutral defensa antimilitarista de la paz pero en realidad es un panfleto antigermano, directamente dirigido contra la recién creada Confederación Alemana del Norte, dominada por Prusia. No queremos insinuar que fuera determinante en el estallido de la guerra franco-prusiana tres años después, pero sí que bajo una fingida inocencia graciosa reflejaba una rivalidad a punto de ebullición sangrienta.

El libreto es sencillo y convencional pero bien tramado y escrito. Su principal aportación radica en una donjuan femenina descarada e insaciable rodeada de señorones ridículos; una gobernanta enamoradiza del primer soldadito apuesto que aparezca a su vera. Ya sólo esta gran duquesa era toda una atracción picante y atrevida para la época, pero al sumarle tantos galones y títulos ridículos y tontorrones, tenía asegurado el éxito entre la burguesía ascendente.

Frente a tan buen guión, Offenbach no se quedó atrás y escribió una partitura redonda, pegadiza y realmente admirable, con estupendas oportunidades para el lucimiento de una docena de personajes, con magnífica presencia del coro, con orquestaciones melódicas y variadas de perfecto fluir: msica fácil de oír pero repleta de virtuosismo a gran altura.

Realmente una bicoca que Pinamonti ha sabido rescatar a buen precio, recuperando una sencilla, bonita y adecuada producción de 1996 realizada por Pier Luigi Pizzi para el Festival del Valle dItria de la localidad italiana de Martina Franca. El prestigio internacional de que goza Pizzi después de más de medio siglo de montajes teatrales y operísticos casi siempre acertados se vuelve a confirmar en Madrid aportando un totum de escenografía, vestuario e iluminación, haciendo de todo ello una unidad cohesionada al servicio de la partitura y el libreto originales. Pero el mayor mérito es de Massimo Gasparon, encargado de llevar a la práctica las ideas de Pizzi, que debido a su avanzada edad no ha podido aplicar personalmente.

Resalta de su gran aportación, especialmente la dirección actoral que consigue del elenco vocal y el coro reforzados por un cuerpo de baile y otro de figurantes una actuación realmente memorable. Pocas veces los cantantes líricos están tan acertados interpretando sus papeles, una faceta que ayer era secundaria y hoy es primordial en el teatro musical que se precie. La escenografía de módulos rodantes hoy es habitual pero hace dos décadas debió ser impactante. El color azul (azul de prusia!) es la piedra de toque y el vestuario subraya lo bufonesco de los señores bigotudos y lo elegante de las señoras, especialmente en el caso de las cuatro damas de compañía, que forman un complemento original a la trama.

La dirección musical está encomendada como habitualmente al titular del teatro, Cristóbal Soler. La orquesta suena modesta pero correcta, y no apreciamos que su ejecución en directo tuviera mucho que envidiar a la ltima versión discográfica de la pieza, la grabada en 2003 por René Leibowitz.

Este sábado en la penltima función, el papel de la duquesa correspondía a una de todo punto convincente Susana Cordón, el de Fritz a un notable José Luis Sola, y el de Wanda a la joven Elena Sancho, que debutaba en este teatro. Una batería de eficaces personajes secundarios les rodea aunque Gustavo Peña como el príncipe Pol exagere en su histrionismo. Una buena coreografía de Marco Berriel colabora de forma destacada en la amenidad del espectáculo con un surtido espectacular de cancán, ese baile rápido con movimientos provocativos, subida de faldas y apertura de piernas cuya reputación escandalosa ha llegado casi a nuestros días, y que por cierto fue inventado por Offenbach en una ópera anterior, Orfeo en los Infiernos.

Íbamos muy prevenidos en contra de la programación de una opereta en el nico reducto que le queda a la zarzuela, contra el hecho de que Offenbach robara una oportunidad de las escasas con que cuentan los compositores patrios, contra lo que parecía una antigualla centroeuropea digna del olvido total. Y conforme avanzaba el espectáculo caían nuestros reparos. La Gran Duquesa de Gérolstein nos conquistó con su msica fácil y su humor sencillo, con su apariencia decimonónica y su trasfondo contemporáneo, con sus generalotes y su duquesona, hasta el punto de no pesarnos las tres horas y media de duración y los dos intermedios. El arisco pblico habitual de este teatro no lo llenaba por completo, prodigó aplausos en muchos nmeros y se mostró satisfecho al final, aunque sea siempre cicatero y huidizo tras la caída final del telón.

Posdata del día después.- De forma imperdonable olvidaba reseñar el buen trabajo de traducción de Enrique Mejías García, proceloso y detallado como relata en el libreto editado. Apoyo absoluto a programar la pieza en español y no en francés.

Aproximación al espectáculo (valoración del 1 al 10)
Interés: 7
Dirección musical: 7
Dirección artística: 8
Voces: 7
Orquesta: 7
Coro: 8
Interpretación actoral: 8
Escenografía: 7
Coreografía: 7
Producción: 8
Programa de mano: 7
Documentación a los medios: 8


La Gran Duquesa de Gérolstein, de Jacques Offenbach
Zarzuela bufa en tres actos y cuatro cuadros
Duración aproximada: 3 horas y 30 minutos (con dos descansos)
Libreto de Henri Meilhac y Ludovic Halévy
Traducción de Enrique Mejías García
Estrenada en Madrid en el Teatro del Circo (Bufos Arderíus), el 7 de noviembre de 1868
Producción del Festival del Valle dItria de Martina Franca (1996)
13, 14, 15, 17, 18, 20, 21, 22, 24, 25, 27 y 28 de marzo de 2015

Ficha Artística

Dirección musical
Cristóbal Soler
Dirección de escena, escenografía, vestuario e iluminación
Pier Luigi Pizzi
Realización de la dirección de escena
Massimo Gasparon
(supervisión de escenografía, vestuario e iluminación)
Coreografía
Marco Berriel
Asistente de dirección musical
José Sanchís

REPARTO

LA GRAN DUQUESA
Nicola Beller Carbone (13, 15, 18, 20, 22 y 24 de marzo)
Susana Cordón (Días 14, 17, 21, 25, 27 y 28 de marzo),
FRITZ
Andeka Gorrotxategi (Días 13, 15, 18, 20, 22 y 24 de marzo)
José Luis Sola (Días 14, 17, 21, 25, 27 y 28 de marzo),
WANDA
Elena de la Merced (Días 13, 15, 18, 20, 22 y 24 de marzo)
Elena Sancho (Días 14, 17, 21, 25, 27 y 28 de marzo),
EL CONDE PUCK
Manuel de Diego,
EL GENERAL BUM
César San Martín (Días 13, 15, 18, 20, 22, 24 y 27 de marzo)
Gerardo Bullón (Días 14, 17, 21, 25 y 28 de marzo)
EL PRÍNCIPE POL, Gustavo Peña
EL BARÓN GROG , Francisco Crespo
EL CAPITN NEPOMUCENO, Enrique R. del Portal
IZA, Leonor Bonilla,
OLGA, Nuria García Arrés,
AMELIA, Ana Cadaval,
CARLOTA, Hanna Moroz,
NOTARIO, Juan Ignacio Artiles, miembro del Coro del Teatro.

Orquesta de la Comunidad de Madrid, Titular del Teatro de la Zarzuela
Coro del Teatro de la Zarzuela, Director: Antonio Fauró.

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