El caserío forma parte del repertorio más selecto de la zarzuela, que no es otra cosa que ópera española. Desde su estreno en 1926 se ha programado bastante, menos de lo que merece. Esta coproducción vasco-asturiana es aceptable y el acierto de traerla a Madrid se refleja en llenos absolutos en sus cinco representaciones. Es una comedia lírica en tres actos de carácter costumbrista, ambientada en una aldea vasca imaginaria, Arrigorri, con un gran libreto salpicado de palabras en euskera, con acentos, giros propios y situaciones típicas de esa tierra, y una partitura inspirada en el folclore euskaldn. Una ópera cien por cien vasca y cien por cien española, eso que antes era normal y ahora resulta la cuadratura del círculo.
Jess Guridi era de Vitoria y de familia de msicos. Muy influido por Wagner y el romanticismo tardío, encontró en el folclore vasco su inspiración. Dio su primer concierto con 15 años, compuso mucho a la lo largo de su vida, fue director del Conservatorio de Madrid desde 1944 y murió en la capital en 1961 a los 74 años de edad. T sabes, amigo Fagoaga, -escribía- que para componer Amaya invertí diez largos años y que apenas gané con ella para comprarme un chaleco. En cambio, escribí El Caserío, invirtiendo pocos meses, y los derechos de autor que me proporciona me permiten educar convenientemente a mis hijos y pasar dos meses de descanso en este chalet de Donostia.
Ni Federico Romero ni Guillermo Fernández-Shaw eran vascos pero demostraron gran cariño y respeto por esa tierra, como en general siempre han demostrado los españoles de otras procedencias. En el caserío de Sasibil vive el tío Santi, el ltimo heredero de una larga saga familiar cuya tradición representa la casa solariega. Ha acogido a sus sobrinos huérfanos Ana Mari y José Miguel, con la particularidad que de la madre fallecida de la sobrina estuvo siempre enamorado pero aceptó que se casara con su hermano. Eustasia -una auténtica una etxekoandre- y Manu -un auténtico cenutrio, que no sabemos cómo se dice en vascuence-, los dueños de la sidrería, tiene una hija, Inosensia, que terminará proponiendo matrimonio a Txomin, el sirviente del señor alcalde Santi, que a su vez ama sin esperanzas a Ana Mari. Mientras que don Leoncio el cura escucha los problemas de todos y reparte buenos consejos. Ana Mari, está enamorada en secreto de su primo, pero se propone en matrimonio a su tío cuando este anuncia su intención de casarse para probar si sus sobrinos le quieren sólo por la herencia, aconsejado por don Leoncio. Ni Ana Mari quiere realmente a su tío, ni el tío está convencido del asunto.
Ana Mari está enamorada de José Miguel, pero este, en aras de la diversión sin límite, no le hace ningn caso. Este amor se cruza con el que Txomin, criado del caserío, siente por Ana Mari, un amor casi imposible, y con el que la hija de la tabernera, Inocencia, siente a la vez por el joven Txomin. La tabernera, Eustasia, es de su casa que mantiene la organización de la misma y del negocio. En contraste con la actitud de su marido, ve la oportunidad, cuando Santi anuncia su boda, de emparentarse con el alcalde haciendo que su hija sea la novia, cosa que Inocencia no quiere al estar enamorada de Txomin. Ante la inminencia de los desposorios, José Miguel reconocerá que quiere a su prima, expondrá convenientemente sus argumentos y terminará ganando una batalla sentimental que estaba ganada de antemano porque don Santi es un auténtico caballero español y euskaldn.
Voilà. El argumento se parece bastante de Marina, estrenada por Mariano Arteta a mediados del siglo XIX, salvo que esta allí transcurre en Lloret de Mar: Marina y Jorge se han criado juntos y son como hermanos, pero están enamorados secretamente el uno del otro. A Marina no se le ocurre idea más peregrina para averiguar si Jorge la quiere, que dar esperanzas a Pascual, que también está enamorado de ella, para así empujar a Jorge a decidirse. Ocurre lo contrario y Jorge cree entender que su amor por Marina es imposible, mientras Marina deduce de su silencio que Jorge no la quiere. Cuando el malentendido parece inevitable entran en acción el destino y el azar y la historia tendrá final feliz. Vimos una buena versión en 2013 (ver nuestra reseña de entonces).
Guridi proclamará que El Caserío contiene cantos populares casi íntegros, retazos de otros y melodías originales moldeadas en fórmulas populares, tal como explica Itziar Larrinaga para Euskonews. Muy cierto. Hace citas directas, como el canto tradicional Pello Joshepe, que inaugura, tras el preludio, el segundo acto. Elabora popurríes de cantos populares y adopta giros melódicos y rítmicos tradicionales para la creación de fragmentos originales, como en la romanza Sasibil, mi caserío, cantada por Santi en el primer y en el ltimo acto y que otorga unidad y circularidad a la estructura de la pieza. Otro ejemplo lo constituye el cuarteto Con el trébole, trébole, trébole del primer acto, y por supuesto el zortziko txikia del do Los bertsolaris del segundo acto, lo que más nos gusta de la obra, ese magnífico duelo verbal entre Chiquito de Arrigorri y Txomin Amorabieta.
Esta coproducción es parca de vuelos, quizás por razones presupuestarias, quizás por rutina. Nos parece que Manuel Coves no saca todo el partido debido a la partitura, quizás porque ni la Orquesta Sinfonica Verum ni los intérpretes pueden dar más de sí. Orquestalmente sonó escasa y mediocre. Javier Franco estuvo escaso de fuerzas; Sabina Puértolas es una de esas notables sopranos cuya tono es de otra época y estropea su trabajo; José Luis Sola lo hizo bien aunque con altibajos; de Julia Arellano habróia que olvidarse, y sería destacable Jorge Rodríguez-Norton. La pareja de humor, Eduardo Carranza y Loli Astoreka, están pasables, y Pako Revueltas aceptable como cura trabucaire, antesdeayer carlista, ayer etarra y hoy independentista. En general se entendió mal a los cantantes y se echó de menos la pantalla con subtítulos. En 2013 la cantó en Bilbao Ainhoa Arteta con casi todo el reparto que repite en Madrid, no sabemos cómo fue. Es de destacar la presencia del Ballet Aukeran que protagoniza los momentos más brillantes de la ópera, aunque su presencia en el segundo acto resulta un tanto excesiva.
Pablo Viar presenta una escenografía de Daniel Bianco, lamentable en el primer acto y muy notable en el segundo: hace tiempo que no vemos decoradas de cartón que suben y bajan, y mucho menos simulando la entrada de un caserío, ta como ocurre en el primer acto. Y sin embargo, el frontón del segundo acto es magnífico. El vestuario también resulta irregular, inspirado en el caso de los pelotaris, burdo en el de los pueblerinos, en general con problemas para dar con un tono tnográfico vasquista coherente: quizás es que nunca existió.
Ciertamente, El caserío funciona, no resulta pesada y por momentos hasta enardece. El pblico que llenaba ayer la gran sala roja de los Teatros del Canal fue generoso en los aplausos a lo largo de la velada y se mostró satisfecho al final, prolongando sus ovaciones al pleno de los intervinientes que saludó más de tres veces. A ello colaboró sin duda que el espectáculo fue creciendo desde un inicio flojo a un final feliz.
Nmeros musicales:
Acto I
N. 01 Preludio
N. 02 Cuando sale el sol
N. 03 Nochesita de estrellas
N. 04 Buenos días
N. 05 Con el trébole y el toronjil
N. 06 Sasibill, mi caserío
N. 07 Acudiros y llegaros
Acto II
N. 08 Preludio
N. 09 Pella Joshepe
N. 10 Yo no sé que veo en Ana Mari
N. 11 Reina del cielo hermosa
N. 12 Espatadantza
N. 13 Con alegría inmensa tu resolución
N. 14 Chiquito de Arrigorri
N. 15 Basta ya de bailes y de boberías!
Acto III
N. 16 Mientras llueve sin cesar
N. 17 En la cumbre del monte
N. 18 Mientras llueve sin cesar
N. 19 Cuando hay algo que haser no se debe dudar
N. 20 Sasibill, mi caserío
Aproximación al espectáculo (valoración del 1 al 10)
Interés: 7
Dirección musical: 6
Dirección artística: 6
Voces: 6
Orquesta: 5
Coro: 6
Interpretación actoral: 5
Escenografía: 5
Coreografía: 6
Producción: 5
Programa de mano: 5
Documentación a los medios: n/h
Teatros del Canal Sala Roja
El Caserío
Msica de Jess Guridi y Libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw
Entre el 21 y el 25 de abril de 2015
Msica: Jess Guridi
Libreto: Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw
Orquesta Sinfonica Verum
Coro de la Comunidad de Madrid
Elenco: Ana Mari (soprano Sabina Puértolas), Inosensia (mezzosoprano Julia Arellano), Santi (barítono Javier Franco), José Miguel (tenor José Luis Sola), Txomin (tenor Jorge Rodríguez-Norton), Manu (Eduardo Carranza), Eustasia (Loli Astoreka), Don Leoncio (Pako Revueltas), Ballet Aukeran (coordinador, Edu Muruamendiaraz).
Direccion musical: Manuel Coves
Direccion escena: Pablo Viar
Escenografia: Daniel Bianco
Vestuario: Jesus Ruiz
Diseño de Iluminación: Juan Gómez Cornejo
Maquinista montaje: Ibon Andueza
Coordinación escénica: Nagore Navarro
Duración: 1h 40min (sin descanso).