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Cervantes y Shakespeare en Almagro
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Cervantes y Shakespeare en Almagro

Por José Catalán Deus
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jcdeustelefonicanet/6/6/17
martes 12 de julio de 2016, 01:00h

El Festival de Teatro Clásico de Almagro, que se celebra ininterrumpidamente desde 1977, se ha iniciado este año -como no podía ser de otra manera cuando se cumplen cuatro siglos del fallecimiento de ambos- con propuestas en torno a Cervantes y Shakespeare. Cervantes ejemplar de la compañía Micomicón, teatraliza dos de sus llamadas novelas ejemplares -El celoso extremeño y El licenciado vidriera- mientras que Shakespeares Villains es un celebrado monólogo del actor Steven Berkoff en torno a los personajes malvados de las más célebres piezas del dramaturgo inglés. Dos propuestas creativas con diferente contraste de luces y sombras.

Hay una gran dificultad en el hecho de meter en un espacio teatral las novelas de Cervantes; pero el amor al autor nos ha permitido jugar con libertad para esta adaptación, justificaba su proyecto la directora Laila Ripoll sobre dramaturgias creadas por ella misma, la de El celoso, y por Mariano Llorente, la de El licenciado.

Ambas historias vienen presentadas en un estuche descontextualizador, a cargo de elegantes presentadores en frac y tiros largos, que establecen una distancia convencional y televisiva que lastra de populismo facilón todo el espectáculo. Se busca la risa por encima de todo y se caricaturiza excesivamente a los personajes cervantinos para provocarla.

El celoso extremeño, que ya había sido dramatizada por el mismo Cervantes un tiempo antes, Considerada por la crítica como una de las Novelas ejemplares más logradas, es una historia de marido celoso, rico y mayor, casado con jovencita bella a la que tiene encerrada en casa para evitarla tentaciones. Pero un joven curioso consigue romper el cerco, engañando a exclavo y dueña encargados de su custodia. El marido despechado morirá del disgusto y la joven arrepentida se meterá a monja. En esta puesta en escena todas las tintas cargan sobre el celoso -viejo y casi repugnante- que tras sorprender a los amantes les hace reconstruir la ingeniosa trama antes de palmarla. Una escenificación elemental a costa de una simple cama se complementa con un vídeo de escaso gusto que reproduce los comentarios escabrosos de un retorcido individuo, miembro de jurado en un concurso infantil de la televisión, grabados y difundidos ilegalmente, y ampliamente conocidos en su momento. También hay insistentes referencias a las parejas de conveniencia entre casi niñas y casi viejos, asunto muy manido en aquellos tiempos pero nada habitual hoy día en nuestros lares, reforzado con referencias a Afganistán y los más oscuros recovecos del islam feudal, como si la mosca tuviera rabo para incluirla en la trama.

En cuanto a El licenciado Vidriera, la historia de Tomás, un niño sirviente de trayectoria similar a la del Lazarillo de Tormes, que sufre un encatamiento por parte de una dama despechada que le lleva a la locura de creerse un gran sabio hecho de vidrio, hasta que un exorcista le saca de su desvarío. Como en el caso anterior, el prolijo y ocurrente argumento es prácticamente reducido a uno de sus episodios, en este caso el proceso de desencantamiento por parte del fraile de la orden de los Jerónimos, hasta volver a ser una persona corriente, el mismo Tomás Rodaja de sus orígenes. Como en el primer montaje, aquí también se busca lo irrisorio y el licenciado es caracterizado de guru hind metido en un armario convertido en altar del pobre sabio, como todo recurso escénico. Como el primer montaje, se apoya en un vídeo an menos justificado que el anterior, disculpa para atacar a los tertulianos de derechas -Sostres, Espe, y sobre todo Jiménez Losantos- como si fueran los nicos que mantienen el aquelarre televisivo y representaran papeles más grotescos que su contraparte de la supuesta izquierda.

Los cinco miembros del elenco se ocupan de sendos personajes en el primer montaje y de los tres de que consta el segundo. Destacan sin duda los dos actores maduros sobre los dos jóvenes y la nica actriz, Elisabet Altube, que si bien tiene momentos muy logrados en el arrepentimiento final de la jovencita Leonora, resulta francamente desagradable como presentadora gritona. El celebrado Marcos León se encarga del galán Loaysa en la primera pieza y del licenciado/guru en la segunda, de forma tan improvisada y vulgar que parece un novel an de prácticas: definitivamente no está para escenario, como ya demostrara en el montaje zarzuelero ese de infausta memoria (ver nuestra reseña de entonces). Jorge Varandela hace en blanco un exclavo negro y en negro un sirviente blanco, ambos con ademanes y dicción que no terminan de cuadrar

José Luis Patiño, que viene de un excelente montaje de Trabajos de amor perdidos, de Shakespeare (ver nuestra reseña de entonces) e hizo un un Tomás Moro convincente, irónico y creíble hace tres temporadas (ver nuestra reseña de entonces), y Manuel Agredano, funcionan bien en la posición un tanto chusca a que les han destinado.

Laila Ripoll y Mariano Llorente presentaron, con dirección de la primera, una original y notable pieza, El triángulo azul, en 2014 (ver nuestra reseña de entonces). Ella es una directora notable pero jugar a la conmemoración cervantina no figurará entre sus mejores logros, aunque quizás equilibre su balanza de pagos. Así es cualquier oficio y así lo aceptamos. No obstante, es lamentable que en su elección hayan coincidido con la Cervantina de Ron Lalá que acaba de verse en La Comedia, también con deficiente resultado (ver nuestra reseña de entonces). Y es que ha llegado el momento de terminar con tanta actualización forzada, tanta versión traidora, tanto en cuerpo como en alma, a la obra de los autores clásicos, convertida en botín de cualquier desaguisado.

Dos novelas ejemplares, es decir, cargadas de significado e intención, se convierten en esperpentos sucedáneos a través de un montaje feo en una producción más que modesta. Sólo queda para consolarse la prosa excelsa de Cervantes que ha sobrevivido a los inclementes cortes. Y el bonito baile final que consiguió que termináramos con buen sabor de boca. El pblico, casi todo de vecinos de la localidad, llenaba el teatro municipal, celebró las gracias y disfrutó mucho, aplaudiendo fuerte al final.

LOS MALVADOS SHAKESPERIANOS

En cuanto al segundo estreno de la jornada del pasado viernes en el Festival de Almagro, Shakespeares Villains es un original y meritorio trabajo del actor inglés Steven Berkoff, estrenado en 1998 y paseado desde entonces por todo el mundo. Actor cinmatografíco bien conocido por sus papeles de malo, nos explica: Siempre quise representar un espectáculo de un solo hombre para emular de alguna manera a los concertistas de piano que actan en solitario Shakespeare da a los malvados una justificación para cometer sus crímenes como ningn otro autor. En una buena trama se necesitan villanos muy potentes como contraste del héroe.

Muy discutible selección esta de los personajes malvados en el teatro de Shakespeare, porque sus personajes son complejos como la vida misma y no son ni buenos ni malos de una pieza, lo que precisamente les ha hecho excepcionales en el teatro universal. Son serws humanos con motivaciones reales, que reaccionan ante situaciones complejas de forma errada, como podría pasarle a cualquier mortal, y se convierten en adelantados de la evidencia actual en el hecho de que verdugos y víctimas son papeles intercambiables en la vida real en situaciones límite personales y colectivas.

Berkoff prescinde de todo recurso escenográfico salvo algunas variaciones de iluminación que nada aportan. Va presentando cada personaje con ese humor irónico y sutil que tanto se echa de menos en nuestro teatro, les deja recitar trozos escogidos que demuestran supuestamente el enfoque elegido por él, alterna citas con comentarios y todo ello lo sazona en la primera parte con observaciones agudas sobre el mayor malvado teatral, la crítica, y los benditos protagonistas, los actores.

Comienza con Iago, y su desmenuzar el rencoroso, marrullero, envidioso y murmurador personaje del Otelo cautiva a primera vista. Prosigue con Ricardo III de la obra del mismo nombre, The Life and Death of King Richard III, un psicópata asesino incubado en las deficiencias físicas con que ha nacido, y llega al pleno con los Macbeth, él, ella y su circunstancia, la mentalidad fría y calculadora de ella, el seguidismo atormentado de él. Tras un descanso forzado por la dificultad de este largo monólogo para un hombre que es ya octogenario o casi, llega Hamlet, la gran sorpresa de la noche, visto en general como una víctima, pero presentado por Berkoff como un malvado enmascarado, como perveso y cínico, casi como frío asesino sin la menor empatía humana. Pero acaso en la obra del mismo nombre no es Claudio, su tío, el verdadero villano de la pieza? Quizás estemos solamente ante una boutade ocurrente, pero en todo caso atractiva. Sigue un malvado, que es malvado en la opinión generalizada pero que en la nuestra nunca lo ha sido, un verdugo cansado de ser víctima, alguien que se venga de la villanía colectiva, el prestamista judío Shylock de El mercader de Venecia que planea contra una de sus mayores acosadores una revancha inaudita, la garantía de una libra de carne humana en caso de no devolución del préstamo que le solicita.

Y cuando se llega al sexto y ltimo villano, Oberon, el rey de las hadas de El sueño de una noche de verano, que solicita a Puck su mago servidor, un pícaro y bellaco duendecillo, un mejunge para atraer de nuevo a su esposa Titania, el esfuerzo ha sido ya enorme para actor y pblico y su visión del personaje como malvado con premeditación y alevosía resulta ya un tanto inaceptable. Faltarían Angelo de Medida por medida o la pareja de Tamora y Aaron en Titus Andronicus, o Regan la hija del rey Lear Es una selección como todas discutible pero como las acertadas, aceptable.

El actor acta sin parecerlo y eso lo aporta su gran oficio y veteranía (ver
vídeo adjunto de su actuación en Parma en 2014). En su contra juega la gran dificultad de seguir un monólogo lleno de matices, alusiones y cambios de sentido que el deficiente -casi escandaloso- aporte de subtítulos no conseguiría salvar an siendo excelente, an distinguiendo citas y comentarios. Necesita un nivel de inglés y sobre todo un nivel de conocimiento de la obra de Shakespeare desde luego más habitual en su patria que en la nuestra.

Si buscamos un equivalente a Berkoff en nuestro teatro de aquí y ahora, debemos pensar sin duda en El Brujo, salvando todas las distancias y yendo al fondo del asunto. Y a Rafael lvarez le propondríamos encarar algo parecido: comentar y comparar a Segismundo, el protagonista de La vida es sueño de Calderón, con Pedro Crespo, el alcalde de Zalamea, con doña ngela de La dama duende, e incluso, por qué no, con otros famosos protagonistas de lo más granado del teatro del siglo de oro.

Dicho todo lo cual, Shakespeares Villains es una aportación notable e interesante que muestra una botella casi llena donde en Cervantes ejemplar aparecía casi vacía. Graduaciones del mosto teatral, siempre cambiante, siempre opinable.

Aproximación a los espectáculos (del 1 al 10)
Interés, 6-7
Dirección, 6-no/hay
Escenografía, 5-n/h
Interpretación, 6-9
Iluminación, 6-6
Vestuario, 6-n/h
Producción, 6-7
Documentación para los medios, 6
Programas de mano, 6

39 Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro
Teatro Municipal
Cervantes ejemplar (a partir de El licenciado Vidriera y El celoso extremeño de Cervantes)
8 y 9 de julio de 2016
Dirección: Laila Ripoll
Dramaturgia: Laila Ripoll y Mariano Llorente
Reparto:
Manuel Agredano
Elisabet Altube
Marcos León
Jorge Varandela
José Luis Patiño
Ficha Técnica / Artística:
Escenografía Arturo Martín Burgos
Iluminación Luis Perdiguero
Espacio sonoro David Roldán
Vestuario Almudena Rodríguez Huertas
Producción Producciones Micomicón
Distribución Joseba García
Ayudante de dirección Héctor del Saz
Videoescena Juanje de los Ríos
Coproducción del Festival de Almagro, Producciones Micomicón y A Priori Producciones.
Estreno absoluto
Horario: 20.00h.
Precios: 20, 25 y 28

Corral de Comedias
Shakespeares Villains, de Steven Berkoff (idea e interpretación)
Días 08, 09 y 10 de Julio de 2016
Estreno en España
Duración: 90 minutos más un intermedio de 20 minutos
V.O. Inglés con sobretítulos en español
Sonido Amplificado
Horario: 22.45h.
Precios: 20, 25 y 28.

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