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24 horas mintiendo (para variar)
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24 horas mintiendo (para variar)

Por José Catalán Deus
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jcdeustelefonicanet/6/6/17
domingo 01 de julio de 2018, 01:00h

El Teatro de la Zarzuela despide la temporada con esta revista de los años cuarenta, evasiva entonces, hoy absurda a pesar del cepillado actualizante de Alfredo Sanzol sobre el mamotreto del libreto. El notable compositor Francisco Alonso se limitó a un popurrí de géneros populares con escasas intervenciones vocales. El Teatro de la Zarzuela en vez de emular al Real desciende a La Latina: quizás sea la fórmula preferida por su pblico para resolver el sainete en vivo en que se ha visto ltimamente inmersa.

Sobre el libreto que escribieran Francisco Ramos de Castro y Joaquín Gasa para el estreno de la obra en 1947 Sanzol ha aplicado chispa jóvena, gracietas facilonas, alusiones tópicas que fueron muy celebradas el día del estreno pero que no elevan el original ni un milímetro; al contrario, pretendiendo darle vigencia, arruina el distanciamiento cómplice, que es lo nico que puede salvar la presencia de esta revista mediocre en un teatro como este que anda alardeando de ser nico en el mundo, como si pudiera haber otro dedicado en exclusiva a la ópera española en Suiza o Abu Dabi.

Se dirá que una revista es una revista, género respetabilísimo que nos alegra que sea recobrado por la generación ya dominante en el panorama cultural, pero no siempre tuvo altura de comedia musical. Un rescate como este, que se compara con los musicales de Broadway más por intención loable que por resultado parco, debiera presentarse con modestia y en parangón con Mi princesa roja o La llamada, en el Lara o el Arlequín, siempre con los máximos respetos.

Alonso compuso catorce zarzuelas y veinte revistas. Esta fue su ltima obra, estrenada an convaleciente de una operación por desprendimiento de retina. Su msica en general es graciosa, alegre, de fácil melodía y acento popular, destacando en celebrados pasodobles y chotis an muy apreciados como El Pichi de Las Leandras o Tabaco y cerillas de Las de Villadiego, por no hablar de la canción Maitechu mía. Pero en esta pieza apenas hay nada reseñable porque el nmero inaugural de las cocteleras retrecheras es penoso, y de la samba de las frutas tropicales que rubrica el primer acto qué podemos decir que se salga de esa emisora ramplona que llevan puesta tantos taxistas.

Así que querer sacarle significado y enjundia a este entretenimiento, hablar de denuncia de males sociales, tiene bemoles. Es una tontería para pasar el tiempo quien lo tiene de sobra y no sabe cómo emplearlo. Simplemente constata la mentira como lubricante social, el imperio consolidado de las apariencias, el reinado de la simulación en nuestros vidas. Lo obvio, lo que se da por descontado hoy día.

Jess Castejón tiene todo el derecho del mundo a la nostalgia, y lleva tiempo prolongando su notable carrera de actor y tenor con incursiones en la dirección de escena, como la excelente en este mismo teatro en 2013 con el programa doble La reina mora y Alma de Dios (ver nuestra reseña de entonces) o la aceptable de La venganza de don Mendo en el Fernán Gómez en 2016 (ver nuestra reseña de entonces). En esta tercera entrega dramatrgica suya compagina ejercer la dirección con el papel de protagonista, y puede que sea demasiado aunque el personaje de Casto canta poquito.

En estricta valoración artística el espectáculo resulta solo aceptable. La escenografía de Carmen Castañón es vistosa -ese doble nivel, ese coexistir vivienda y escenario- pero profundamente liosa y hay que echar mucha imaginación para creérsela. Apreciable despliegue de vestuario el de Ana Garay, correcta iluminación de Eduardo Bravo y buenas coreografías de Nuria Castejón, hermana de Jess. El equipo titular cumple y cumple bien.

Otra cosa hay que decir del reparto. Resulta encomiable y loable que el Proyecto Zarza intente crear una cantera de cantantes que lleguen a la primera división de nuestro teatro musical, pero en esta producción se nota excesiva bisoñez. Las pocas intervenciones solistas son de limitado alcance. Apenas se puede destacar el tono de Nuria Pérez y criticar los excesos de Enrique Viana, que se apodera de la escena y subyuga al respetable con sus portentos en el tradicional cabaret de plumas. Todo tiene un enfoque tan anticuado que asombra ver en la platea parejas homo y bandadas de actrices jóvenes encantados y encantadas del repertorio clásico de mariquitas y buenorrras.

El director musical, Carlos Aragón, se atreve en sus intentos de promocionar el espectáculo a emparentarlo con los musicales que tanto en Broadway como en Hollywood vivían su época dorada en los años 40 del pasado siglo, con la singularidad de su formato más castizo, una revista brillante, hilvanada a través de un argumento entre inverosímil y surrealista, un auténtico vodevil. Aragón está muy discreto, la orquesta suena poco y a menudo tapa las endebles voces del elenco.

Con el reparto, uno se pregunta si Castejón ha acertado presentando estos personajes igual que eran hace ochenta años -unos borricos con apariencia de finolis- o si la sociedad de las mociones de censura, los enguajes politiqueros, las teleseries y los realities bochornosos ha evolucionado un tanto. La respuesta es descorazonadora. El estreno de esta versión actualizada de 24 horas mintiendo! ha debido parecerse muy mucho al de 1947. El pblico parecía disfrutar a la pata la llana de la estulticia y ordinariez que colmaba el escenario. Sus continuas ovaciones expresaban consenso. Volvemos a 1947 mientras simulamos estar en 2020. Hay algo fabuloso en los españoles, sean catalanes o asturianos: su anclaje o permanente retorno a los finales del siglo XIX.

VALORACIÓN DEL ESPECTCULO (del 1 al 10)
Interés: 5
Msica: 6
Versión: 6
Dirección musical: 5
Dirección artística: 5
Orquesta: 5
Voces: 5
Escenografía: 6
Producción: 6
Programa de mano: 7
Documentación a los medios: 9

Teatro de la Zarzuela
24 horas mintiendo!
Comedia musical en dos actos
Msica de FRANCISCO ALONSO
Libreto de Francisco Ramos de Castro y Joaquín Gasa, en versión libre de Alfredo Sanzol
Estrenada en el Teatro Bretón de los Herreros de Logroño, el 12 de junio de 1947
Nueva producción del Teatro de la Zarzuela

Fechas y Horarios
29 y 30 junio; 1, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 10, 11, 12, 13 y 14 de julio de 2018
20:00 horas (domingos, a las 18:00 horas)

Dirección musical
Carlos Aragón
Dirección de escena
Jess Castejón
Escenografía
Carmen Castañón
Vestuario
Ana Garay
Iluminación
Eduardo Bravo
Coreografía
Nuria Castejón

Reparto

CASTO, padre de Charito y Totó y marido de Casta Jess Castejón
CASTA, mujer de Casto Gurutze Beitia
TOTÓ, Novia de Fernandito Estíbaliz Martyn
CHARITO, Novia de Ricardo Nuria Pérez
RICARDO, Novio de Charito- Joselu López
AMO LOLO Enrique Viana Mayordomo de la casa
RAMONA Raffaela Chacón Mujer de Fileto
FERNANDO ngel Ruiz Padre de Fernandito y marido de Laura
LAURA Cecilia Solaguren Mujer de Fernando
BOMBARDINO José Luis Martínez Político corrupto y marido de Magdalena
MAGDALENA María José Suárez Mujer de Bombardino
FILETO Mario Martín Padre de Ricardo y marido de Ramona
FERNANDITO Luis Maesso Novio de Totó.

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