Una de las más grandes zarzuelas, sometida a los caprichos de una versión equivocada. Otra vez fracasan los intentos de actualización del género en manos de prepotentes medianías. Doña Francisquita apenas resiste el atentado a pesar de la ambiciosa producción y de las buenas energías movilizadas.
Se la considera como una de las mejores zarzuelas, pero podría considerarse una ópera cómica o una opereta austriaca. Es ópera española, el género que llamamos zarzuela y que puede competir por sus exclusivos méritos con las grandes variantes nacionales del teatro musical clásico, desde la italiana a la alemana, pasando por la rusa y la francesa. Pero equívocos seculares y complejos ridículos la convierten hoy día en víctima propiciatoria de una generación de mediocres escenógrafos dispuestos a destruirla para homologarla con su impostada visión de lo que vende y se lleva.
Su libreto contra lo que por ahí se pregona es magnífico. Naturalmente que refleja el espíritu de hace un siglo; pues no te digo, iba a reflejar el nuestro. Pero en el teatro musical hace décadas que se han descubierto mil y un procedimientos para montar libretos antiguos a menudo espantosos con recursos modernos, innovaciones escenográficas, eclecticismo histórico y libertades todas para crear espectáculos nuevos y al mismo tiempo fieles al sacrosanto original clásico. Guillermo Fernández-Shaw Iturralde (1893-1965) y Federico Romero Sarachaga (1886-1976)fueron dos cultos intelectuales que durante cuarenta años de colaboración hicieron libretos como El caserío, La rosa del azafrán, Luisa Fernanda y sesenta más. Un respeto. Argumento y trama convencionales y comerciales, desde luego, pero con un texto sobresaliente que algunos deberían copiar cien veces de cara a la pared.
El asunto es que la partitura de Amadeo Vives está ligada uña y carne al libreto y que nmeros musicales, intervenciones solistas, corales e instrumentales necesitan el entramado textual donde se apoyan. No se puede sustituir por un manual de instrucciones soso y desabrido acompañando a unos parlamentos de telebasura para caricaturizar períodos históricos de forma banal. La Canción del ruiseñor o la romanza Por el humo se sabe quedan flotando en medio de la nada.
Se deduce de todo ello que la dirección de escena de Luis Pascual nos ha parecido esencialmente equivocada, un derroche fatuo de medios para crear tres escenarios superfluos, avasallar con dos intermedios y gastar tres horas en lo que debiera haberse hecho en no más de dos. Trasladar la acción a un plató de televisión como hace en el segundo acto es un recurso archirepetido y colocarla en un estudio de grabación como ocurre en el primer acto es presentar la pieza en versión de concierto, y crear una enorme confusión de personajes en el momento que la obra los presenta y define. Del tercer acto poco hay que decir porque prácticamente no existe entre la excelente proyección de la recuperada película de Hans Behrendt de 1934, los nmeros coreográficos y el patético y oportunista homenaje a Lucero Tena, tobogán por el que la pieza se desploma de manera desordenada.
Lo más grave del experimento es la postración humillante que sufre el maestro titular del teatro y director musical de la representación, un Óliver Díaz al que hemos visto repetidas notables actuaciones y cuya labor en el estreno de este martes apenas pudo apreciarse. El reparto nunca estuvo a la altura de sus posibilidades y sonó destemplado durante toda la obra, muy especialmente en un primer acto desastroso. Nadie podría decir que Ismael Jordi cante mal pero ayer no estuvo a la altura necesaria en un Fernando impostado vocal y actoralmente, como el resto del reparto: de lo quen podría deducirse que quienes les han llevado por esa senda declamatoria y antinatural no se han enterado de que hace décadas que la ópera hace discurrir a los cantantes en sentido contrario. Sabina Puértolas es una gran soprano al viejo estilo, una voz demasiado picuda para nuestro gusto, pero que desató el entusiasmo del pblico en sus agudos portentosos. Ni siquiera en el bolero a do de la canción del Marab A un jilguero esperaba mi jaula de oro Ana Ibarra y Vicente Esteve nos motivaron, no nos transmitieron el misterio de lo convincente sobre un escenario.
Del resto del reparto no podemos decir nada mejor, pero si peor de ese narrador inventado para informarnos de las ocurrencias del director artístico, que Gonzalo de Castro hace a gusto de él y a disgusto nuestro.
Gran esfuerzo de vestuario a cargo de Alejandro Andjar, cuyas escenografías fueron buenas a pesar de inapropiadas. Siempre notables las coreografías de Nuria Castejón y siempre correcta la iluminación de Pascal Mérat. Un gran esfuerzo del Teatro de la Zarzuela, brillante formalmente pero errado en lo conceptual para nuestro particular y humilde punto de vista. Otra debió ser la impresión del pblico del estreno porque entró a todos los trapos, ovacionó los puntos culminantes del repertorio y al final se deshizo en aplausos con la notable disidencia de un buen sector de los asistentes no invitados -localidades del fondo y de las alturas- que abuchearon sonoramente la presencia de Luis Pascual y su equipo en el escenario.
ADDENDA
Y por si alguien tiene curiosidad y ganas, añadamos algo de historia y contexto a esta Doña Francisquita que nos llegó desmedrada. Durante los ensayos previos a su estreno en octubre de 1923, Amadeo Vives sufrió una aparatosa caída y tuvo que permanecer en cama. Ante la inminencia del estreno, pidió ayuda a otros msicos colegas suyos que se ocuparon de orquestar partes de la partitura no terminadas: Joaquín Turina hizo el final del primer acto, la canción del ruiseñor y el principio del segundo acto. Conrado del Campo se encargó del do de Fernando y Aurora y del final del acto segundo. Pablo Luna, del coro de románticos. Todas estas orquestaciones fueron revisadas y arregladas durante el viaje a América de Vives con su compañía lírica, que pudo escuchar el estreno gracias a una línea telefónica especial que comunicaba su vivienda con el escenario del Teatro Apolo.
El éxito fue apoteósico, repitiéndose muchos nmeros, y la gente coreaba En España, sólo Vives y Belmonte. En 20 años se representó 5.210 veces, de las cuales 682 en Madrid y 896! en Barcelona. Este éxito no ha dejado de acompañarla en los 96 años de vida que ya tiene. El papel pensado como secundario de Aurora la Beltrana fue tomando porte en detrimento del de Francisquita, y dicen que Emilio Vendrell fue el mejor Fernando hasta 1956 en que comenzó la era Alfredo Kraus.
Literariamente el argumento presenta la historia del amor de Francisquita por Fernando que ni lo nota, absorbido como está por una cómica: Aurora la Beltrana, que no le corresponde. Francisquita cortejada por el padre de Fernando se deja querer y lo alerta contra su hijo, logrando, de esta manera, interesarle. En realidad leyendo la canción del ruiseñor nos enteramos de todo, pues la rosa que languidece de casto amor es Francisquita, el ruiseñor es Fernando, el zángano zumbador es Don Matías y la otra flor es Aurora. Esta trama principal se desarrolla en un ambiente castizo que idealiza de forma un poco sonrojante el supuesto espíritu alegre y vivaz de las gentes madrileñas tal como lo entendió el catalán Amadeu Vives cuya pretensión con esta obra fue hacer una Verbena de la Paloma en tres actos.
El experto Diego Emilio Fernández lvarez, del que proceden algunos de los datos anteriores, recopila no menos de trece grabaciones existentes de esta ópera española, de las que varias han sido reeditadas posteriormente:
Odeón 1924 A. Alarcón, Cora Raga, Emilio Vendrell y R. Fuentes.
Odeón 1924 Mary Isaura, Cora Raga, Juan de Casenave y Antonio Palacios.
La Voz de su Amo 1925 Concordio Gelabert Mary Isaura, Cora Raga, Juan Rosich y Antonio Palacios.
Columbia-Regal 1930 Daniel Montorio Felisa Herrero, Sélica Pérez Carpio, Emilio Vendrell, Antonio Palacios y Antonio Olaizola.
Emi-Regal 1953 Rafael Ferrer Lolita Torrentó, Pablo Civil, Pepe Márquez y Oscar Pol.
Alhambra 1954 Ataulfo Argenta María de los Angeles Morales, Ana María Iriarte, Carlos Murguía, Julio Uribe y José María Maiza.
Montilla 1958 Daniel Montorio Ana María Olaria, Dolores Pérez, Alfredo Kraus y Santiago Ramalle
Hispavox 1963 Pablo Sorozabal Teresa Tourné, María Reyes Gabriel, Pedro Lavirgen, Segundo García y Julio Catania.
Columbia 1967 Lamberto Gardelli Rosa María del Campo, Norma Lerer, Jaime Aragall, Julian Molina y José le Matt
Vergara 1968 Eugenio M. Marco Angeles Chamorro, Inés Rivadeneyra, Bernabé Martí y Francisco Saura.
Carillón 1972 Enrique García Asensio Angeles Chamorro, Dolores Pérez, Alfredo Kraus, Enrique del Portal y Antonio Campó
Auvidis 1993 Antoni Ros Marbá María Bayo, Raquel Pierotti, Alfredo Kraus, Santiago S. Jericó y Alfonso Echeverría.
Sony 1994 Miguel Roa Ainhoa Arteta, Linda Mirabal, Plácido Domingo, Enrique del Portal y Carlos Alvarez.
VALORACIÓN DEL ESPECTCULO (del 1 al 10)
Interés: 6
Libreto: 8
Partitura: 8
Dirección musical: 6
Dirección artística: 5
Voces: 7
Interpretación: 6
Producción: 8
Programa de mano: 7
Documentación a los medios: 9
Teatro de la Zarzuela
Doña Francisquita
Comedia lírica en tres actos
Msica de AMADEO VIVES
Libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw, en una adaptación de Lluis Pasqual
Estrenada en el Teatro de Apolo de Madrid, el 17 de octubre de 1923
Nueva producción del Teatro de la Zarzuela en coproducción con el Gran Teatre del Liceu y la Ópera de Lausanne
Fechas y Horarios
14, 16, 17, 18, 19, 22, 23, 24, 25, 26, 29, 30 y 31 de mayo; 1 y 2 de junio de 2019
20:00 horas (domingos, a las 18:00 horas)
Ficha Artística
Dirección musical
Óliver Díaz
Dirección de escena
Lluís Pasqual
Escenografía y vestuario
Alejandro Andjar
Iluminación
Pascal Mérat
Coreografía
Nuria Castejón
Con la colaboración especial de
Lucero Tena
Reparto
Francisquita SABINA PUÉRTOLAS (días 14, 16, 18, 22, 24, 26, 29 y 31) /
SONIA DE MUNCK (días 17, 19, 23, 25, 30, 1 y 2);
Fernando ISMAEL JORDI (días 14, 16, 18, 22, 24, 26, 29 y 31) /
JOSÉ LUIS SOLA (días 17, 19, 23, 25, 30, 1 y 2);
Aurora ANA IBARRA (días 14, 16, 18, 22, 24, 26, 29, 31 y 2) /
MARÍA RODRÍGUEZ (días 17, 19, 23, 25, 30 y 1);
Cardona VICENÇ ESTEVE (días 14, 16, 18, 22, 24, 26, 29 y 31) /
JORGE RODRÍGUEZ-NORTON (días 17, 19, 23, 25, 30, 1 y 2);
Francisca MARÍA JOSÉ SUREZ,
Don Matías SANTOS ARIÑO,
Lorenzo ANTONIO TORRES,
Narrador GONZALO DE CASTRO.
Orquesta de la Comunidad de Madrid Titular del Teatro de La Zarzuela
Coro Titular del Teatro de La Zarzuela Director: Antonio Fauró.