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Fandangos y tonadillas, eso es todo
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Fandangos y tonadillas, eso es todo

Por José Catalán Deus
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jcdeustelefonicanet/6/6/17
domingo 17 de enero de 2021, 01:00h

La Compañía Nacional de Teatro Clásico ha colaborado con la de Danza para ofrecernos esta incursión en el teatro español del siglo XVIII en base a sus intermedios musicales. Resulta un agradable entremés, un sainete ligero para amenizar estos tiempos de pandemia y heladas.

El fandango es un tradicional baile español con acompañamiento de canto, guitarra, castañuelas y hasta de platillos y violín, a tres tiempos y apasionado, vivo hoy en su derivación como uno de los palos del flamenco, y se le ha supuesto nacido en la América española. En 1852 Basilio de Losada cuenta: Luego que volvieron de América los primeros españoles que la conquistaron, introdujeron en la Península una porción de costumbres de aquellos países y entre ellas lo hicieron del Fandango, baile que aun hoy se ejecuta de la misma suerte que el primer día; se bailaba en las casa de los nobles y de la clase media; pero cayendo en desuso desde la mitad del siglo pasado, se abandonó al pueblo, que lo practica todavía al compás de la armoniosa guitarra, bandurria y sonora, del alegre panderillo y de las ruidosas castañuelas. Hoy existen variedades de fandangos en Asturias, Galicia, Extremadura, Mallorca, Portugal y varias regiones hispanoamericanas.

La tonadilla es una canción tradicional española que tiene su origen en las jácaras del Siglo de Oro, que se interpretaba en los entreactos de una función de teatro, alternando con nmeros de baile. Se conservan catalogadas más de dos mil. Incorporarán fandangos, boleros, seguidillas, polos y tiranas de los ambientes populares y habrá tonadilleras célebres hasta casi nuestros días.

En las comedias habituales de tres actos del XVIII se intercalaban un entremés entre el 1 y el 2 actos y un sainete entre el 1 y el 3, y a ellos se les fue añadiendo msica hasta instalarse la costumbre de terminar siempre con una tonadilla: son los orígenes de la zarzuela.

Fandangos y tonadillas utiliza una tonadilla versionada, El italiano fingido de Don Ramón de la Cruz, como hilo conductor. Se va a celebrar una academia, reunión de alto copete amenizada con msica en directo, pero el tenor italiano contratado ha desaparecido y habrá que buscar deprisa y corriendo un suplente. Tras una introducción hablada, llegará el famoso pasacalle de la Msica nocturna de las calles de Madrid op.30 n6 de Luigi Boccherini con una primera coreografía; a continuación, la soprano María Hinojosa canta Las murmuraciones del Prado de Blas de Laserna, a lo que sigue el Fandango R.146 de Antonio Soler, también coreografiado; se prosigue con el aria bufa Si verrò la in campo armato del sainete El italiano fingido con msica de Pablo Esteve y texto de Ramón de la Cruz a cargo del tenor ngel Ruiz; el fandango G.488 de Boccherini también coreografiado; la tonadilla Arbitrio para comer de Pablo Esteve a cargo de la soprano Cecilia Lavilla y el actor Rafa Castejón; y para finalizar, unos compases de La retirata también de la Msica nocturna de las calles de Madrid de Bocherini.

La propuesta es una buena idea para introducirnos en nuestro teatro del siglo XVIII, tan desconocido. Pero falla en su basamento, una dramaturgia improvisada que nadie firma, y maneja unos textos asaz convencionales, una puesta en escena de muy andar por casa (agradable la ambientación de telones) y unos bailarines y cantantes a los que no se puede exigir de golpe dotes actorales. La directora lo hizo mejor con Monsieur Goya, una indagacin en 2019 (ver nuestra reseña) y ha sido una eficiente ayudante de dirección en varios otros montajes de los ltimos años: aquí no acierta.

Presupuesto ajustado, aires de improvisación y creatividad baja. Y ese defecto habitual de querer rizar el rizo y nemendar la plana a los clásicos reciclándolos en tramas absurdas y montajes actualizantes. Qué mejor habría sido recrear el ambiente de la época, entrar de lleno en el sainete (conózcanlo), adornarlo con los extractos de Boccherini, la tonadilla y los dos fandangos, y rematarlo con esas murmuraciones del Prado que son todo un feliz descubrimiento.

Por el contrario, la introducción hablada resulta lo más enojoso de la propuesta, una gracia sin gracia; las coreografías resultan artificiales y mejor hubiera sido colaborar con el Ballet Nacional de España y brindarnos los bailes de entonces como eran. Los bailarines no resultan un buen casting (ellas están mejor), sobre todo estando presentes tanto tiempo en el escenario. Las cantantes no saben donde ponerse hasta que cantan. Las puestas en escena de los dos platos fuertes las Murmuraciones y el Arbitrio- son feas, especialmente la primera, con la soprano apoyada absurdamente en el respaldo de una silla. Las tontadas a que se somete el tenor ngel Ruiz es sal gorda a borbotones

Que se salva en todo esto? El sexteto de cámara, las msicas que interpretan y las tres intervenciones vocales; en general la dirección musical de Alicia Lázaro, que conoce bien el percal de la época; y especialmente ngel Ruiz, como el bueno de Garrido, que sobrevive al parrafón que le han endosado y encima canta y acta estupendamente en su do con Cecilia Lavilla. Da la impresión que la CNTC ha buscado la forma de salir del paso, que las dificultades han sido muchas y que ciertamente no son buenos tiempos para el teatro (las representaciones han quedado reducidas a dos). Nos parece que se puede y debe profundizar en la propuesta cuando haya oportunidad, que se ha movilizado un equipo entusiasta y que a veces las cosas no salen como ellos y nosotros desearíamos.

VALORACIÓN DEL ESPECTCULO (del 1 al 10)
Interés: 6
Msicas: 8
Dramaturgia: 5
Dirección: 5
Dirección musical: 8
Puesta en escena 5
Coreografías: 5
Interpretación 5
Producción: 5
Programa de mano: 7
Documentación a los medios: n/h (sin imágenes del espectáculo)

Teatro de la Comedia
Fandangos y tonadillas
16 y 17 de enero
Dirección Laura Ortega

Reparto
Rafa Castejón y ngel Ruiz

Cantantes
Maria Hinojosa y Cecilia Lavilla

Bailarines
Sara Fernández
Yoko Taira
Iker Rodriguez
Mar Aguiló
Isaac Montllor

Msicos
Alicia Lázaro Guitarra
Beatriz Ameza Violín
Marta Mayoral Violín
José Ignacio Gavilanes Clavecín
Silvia Márquez Clavecín
Laura Salinas Violonchelo

Iluminación Irene Cantero
Dirección musical Alicia Lazaro
Coreografía Mar Aguilo y Pau Aran
Ayudante de dirección Juan Menchero

Producción CNTC
Con la colaboracion de la Compania Nacional de Danza (CND).

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