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El desconocido componente napolitano del Renacimiento español
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El desconocido componente napolitano del Renacimiento español

Por José Catalán Deus
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jcdeustelefonicanet/6/6/17
lunes 17 de octubre de 2022, 01:00h

El Museo Nacional del Prado descubre la experiencia napolitana de ua serie de artistas españoles que forjaron allí una visión renacentista que luego trajeron a la Península, un capítulo fecundo y desconocido del Renacimiento europeo hacia la maniera moderna de Leonardo, Rafael y Miguel ngel.

La exposición, compuesta por 75 obras (44 pinturas, 25 esculturas, 5 libros y 1 retablo) pretende llamar la atención sobre una cronología (los años iniciales del siglo XVI), una geografía (Nápoles) y unos actores (pintores y escultores italianos y españoles), que conforman un panorama artístico a menudo considerado secundario respecto a los tradicionales focos del Renacimiento -Florencia y Roma-, y que tuvo además una decisiva trascendencia dentro de una realidad política más amplia, la de la Monarquía Hispánica, como demuestra la posterior actividad en España de esos artistas napolitanoscomo Pedro Machuca, Bartolomé Ordoñez, Diego de Siloe, Pedro Fernández o Alonso Berruguete entre otros.

El Renacimiento se inicia en España como en el resto de Europa a finales del siglo XV por las influencias venidas de Italia, un nuevo enfoque humanista en las artes plásticas, la literatura o la ciencia, inspirado en la antigedad clásica y en especial la tradición grecolatina. Entre los pintores que destacaron, al margen del grupo de napolitanos, destaca sobremanera El Greco, y también hay que citar a Pedro Berruguete, Juan de Borgoña, Luis de Morales, Juan de Flandes, Alonso Sánchez Coello, Bartolomé González, Rodrigo de Osona y su hijo, Francisco de Osona el Joven, y otros entre los que sobresale Juan Pantoja de la Cruz.

En 1503, Gonzalo Fernández de Córdoba, el Gran Capitán, tras derrotar al ejército
francés que pretendía ocupar Nápoles, entra triunfante en la ciudad y se hace cargo
del gobierno en nombre de los Reyes Católicos. Se trata de un paso importante en el
proceso que llevó a España a consolidarse como potencia hegemónica europea. Nápoles había vivido en las décadas anteriores un gran auge cultural, y tradicionalmente cosmopolita, acogerá en estos años la maniera moderna, el nuevo arte basado en el cambio de paradigma protagonizado por Leonardo, Miguel ngel y Rafael. En este fértil periodo napolitano los españoles Pedro Fernández, Bartolomé Ordóñez, Diego de Siloe,
Pedro Machuca, y tal vez Alonso Berruguete, cosecharon sus primeros éxitos antes de
convertirse también en protagonistas del Renacimiento español.

La exposición, dividida en cinco seccciones, pretende llamar la atención sobre este breve pero extraordinario momento y destacar la altísima calidad de las obras de arte producidas desde principios de siglo hasta 1530, cuando termine la guerra entre el emperador Carlos y el papado. En el umbral del siglo XVI Nápoles tenía más de cien mil habitantes. En las décadas anteriores había atraído a muchos de los humanistas italianos más importantes. Como preámbulo a la exposición en la sección primera se muestran algunos de los lugares y rostros que encarnaron la vida y la cultura del Nápoles españolizado: el palacio-fortaleza de Castel Nuovo, el busto de bronce de Gioviano Pontano y el retrato de Jacopo Sannazaro, los dos protagonistas de la vida cultural y artística de esos años.

La segunda sección, Nápoles pasa a ser español, plantea cómo el sur de Italia se integra en un complejo imperio mediterráneo y pasa a convertirse, por un lado, en un puesto de avanzadilla para la propagación de las costumbres españolas en Italia, y, por otro, en cabeza de puente para la difusión del lenguaje renacentista italiano en la península Ibérica. El viaje de Fernando el Católico a sus nuevas posesiones en 1506 constituirá un acontecimiento clave en este proceso, mientras aparecen ya un misterioso artista conocido como Maestro del Retablo de Bolea y el pintor Pedro Fernández, que lograría renovar profundamente la cultura figurativa local. Veamos una somera descripción de las restantes secciones:

Sección III. Hacia la maniera moderna

Entre los siglos XV y XVI las artes vivieron en Italia un momento de transformación
histórica. La obra de artistas como Leonardo y Giorgione marcó una ruptura con el pasado: la representación de la naturaleza alcanzaba una nueva dimensión, y las figuras adquirían sentimientos, vitalidad, movimiento. Por su parte, Miguel ngel y Rafael impusieron un modelo de belleza más complejo e idealizado que aspiraba a emular la grandeza, la medida y el poder retórico del arte de los antiguos, considerado hasta entonces un modelo inasequible. Con él, se buscaba una perfección que iba más allá de la representación de lo natural, hasta el punto de revelar el don divino de la Gracia. Es el estilo al que Vasari se referirá como la maniera moderna, el de la conquista de la perfección. Florencia, Milán, Venecia y, más tarde, Roma fueron los lugares donde se incubó ese nuevo estilo. Los artistas españoles que confluyeron en Nápoles, formados ya en esos centros de innovación, fueron los encargados de llevarlo allí, junto con el escultor florentino Andrea Ferrucci y el pintor lombardo Cesare da Sesto.

Sección IV. En torno a Rafael

Los años de gobierno del virrey Ramón Folch de Cardona (1509-22) serán recordados
entre los más felices de la historia del reino. Fueron también años de un
extraordinario florecimiento artístico: la llegada desde Roma de la Virgen del pezde
Rafael marcó un punto de inflexión en la actividad de los artistas locales. Después de Fernández, los escultores más destacados fueron Diego de Siloe y Bartolomé Ordóñez. Ambos desarrollaron un original estilo al combinar la poética de los afectos de Leonardo con la gracia de Rafael y el poder expresivo de Miguel ngel. A finales de la segunda década se extendió una versión más inquieta del estilo rafaelesco, estimulada, una vez más, por la presencia de un artista español llamado a desarrollar una brillante carrera, Pedro Machuca, futuro arquitecto del Palacio de Carlos V en Granada. Polidoro da Caravaggio y y Girolamo Santacroce tendrán importante presencia.

Sección V. Las águilas del Renacimiento español

Los artistas ibéricos, ya activos en Nápoles a principios del siglo XVI, sientan las bases del Renacimiento español. Bartolomé Ordóñez trabajó sobre todo en Barcelona,
aunque murió en Carrara a finales de 1520. Diego de Siloe, que desarrolló su actividad
entre Burgos y Granada, supo infundir en sus obras escultóricas y arquitectónicas un
sentimiento de veracidad y grandeza novedoso hasta entonces en esos centros
artísticos. En cuanto a Pedro Machuca, trabajó entre Jaén, Granada y Toledo, y se consagró como el principal abanderado de su maestro Rafael, cuya capacidad inventiva supo captar tanto en sus creaciones pictóricas como arquitectónicas. Y Alonso Berruguete, activo entre Valladolid y Toledo, imprimió a sus obras una fuerte expresividad impulsada por su pasión por Miguel ngel. Sus figuras adquieren un carácter visionario que las sita entre los principales logros del arte europeo del siglo XVI. Finalmente, Gabriel Joly, un virtuoso tallista originario de Picardía (Francia), adquirió prestigio en Aragón.

Aproximación a la propuesta (del 1 al 10)
Interés: 9
Despliegue: 8
Comisariado: 8
Catálogo: 8
Documentación a los medios: 9

Museo Nacional del Prado Salas A y B del edificio Jerónimos
Otro Renacimiento. Artistas españoles en Nápoles a comienzos del Cinquecento
Del 17 de octubre de 2022 al 29 de enero de 2023
Comisariada por Andrea Zezza y Riccardo Naldi
Organizada con el Museo e Real Bosco di Capodimonte de Nápoles
Con el patrocinio en exclusiva de la Fundación BBVA

ACTIVIDADES EN TORNO A LA EXPOSICIÓN
CLAVES Jueves a las 11.00 y 17.00 h. Sala de Conferencias. Actividad gratuita para los visitantes con entrada al Museo
SALÓN EFÍMERO A MEDIA TARDE Conversaciones en torno a la exposición temporal entre salonnier/ère, comisariado y pblico asistente, en un ambiente íntimo y relajado.
CONCIERTO Venimo a salutarve a sta contrada. Msica en el reino de Nápoles entre dos dinastías españolas (ss. XV-XVI). Interpretado por el Ensemble Micrologus. 4 de noviembre a las 19.00 h.. Auditorio del Museo del Prado- Precio: 12

RÉGIMEN DE ACCESO
La compra de entradas se realizará en internet y taquilla, el precio de la entrada
general es de 15 euros (reducida o gratuita, conforme a las condiciones establecidas) y
permite también la visita a la colección permanente y las exposiciones temporales
coincidentes con su calendario de apertura.
De lunes a sábado de 18.00 a 20.00 horas, y domingos y festivos de 17.00 a 19.00
horas, todos los visitantes que quieran acceder a la exposición podrán beneficiarse de
una reducción del 50% en el precio de la entrada individual que les corresponda. La
adquisición de esta modalidad de entrada se puede realizar en taquilla u online.
El horario de visita a la exposición será de lunes a sábado, de 10.00 a 20.00h., y
domingos o festivos, de 10.00 a 19.00 h (ltimo acceso 45 minutos antes del cierre).

OTROS RECURSOS PARA LA VISITA
El folleto digital de la exposición, en español y en inglés, está disponible en
www.museodelprado.es al inicio de la exposición a través de un código QR.
También dispone de servicio de Audioguías.

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