Pocas veces la escultura protagoniza despliegues de importancia en el continuo sucederse de exposiciones artísticas. A su proverbial recogimiento frente al lienzo, ha sucedido su sumersión bajo ese universo híbrido de las instalaciones. La escultura clásica es actualmente una gran desconocida, relegada salvo piezas excepcionales a las zonas de paso de los grandes museos. Pero estos días Entre dioses y hombres. Esculturas clásicas del Albertinum de Dresde y del Museo del Prado la rinde un homenaje que al ser compartido nos hace descubrir un mundo palpitante, en el que el mármol se hizo vida hace dos mil años y an habita entre nosotros.
El Museo del Prado presenta por primera vez fuera de Alemania el ncleo principal de una de las mejores colecciones históricas de escultura clásica de Europa. La muestra rene 46 de las mejores piezas de la colección de escultura clásica de Dresde junto a otras 20 importantes esculturas clásicas del Museo del Prado. Hombres y mujeres que parecen dioses, y dioses encarnados en mortales. Nunca tan poca distancia entre cielo y tierra.
Observemos emperadores romanos como Constantino y Clodio Albino, junto al hombre barbudo (n60) y el busto de Neón (n57) y el oficial denominado Bárbaro (n58). Sus rostros están vivos, parecen respirar desde el fondo de la historia. Las damas romanas del final del imperio no desmerecen ante las representaciones de Venus. Hay una cabeza de musa de perfil, con su cola de caballo al aire, que ha recorrido veinte siglos despeinándose por una ligera y permanente brisa que la agita. Viene de Dresde y está colocado al lado de otra musa, ésta del Prado, Polimnia, que apoyada en un pilar, nos muestra el manto fruncido más sensacional de toda la colección. Efebos en plena fiesta, sátiros, Afrodita, Atenea, Dionisos, Diadmeno
La exposición ncluye las réplicas romanas del Efebo de la Escuela de Policleto, del Zeus y de la Atenea Lemnia, ambos de Fidias, del Sátiro escanciando vino de Praxíteles, así como La Ménade y las dos Diosas de Herculano. Incluye también otras piezas del arte griego de importancia como tres relieves sepulcrales áticos, tres terracotas policromadas de Tanagra, una serie de esculturas helenísticas de Alejandría y de otros centros y algunos retratos romanos de gran calidad, además del gran Missorium, el disco de Teodosio, procedente de la Real Academia de la Historia, nica obra de la exposición ajena a las colecciones de Dresde y del Prado.
Ambos conjuntos escultóricos -el invitado de Dresde y el oriundo de Madrid- son fruto del coleccionismo barroco y neoclásico y en los dos se integran magníficas versiones romanas de obras griegas clásicas y helenísticas, además de muchos originales griegos con policromía antigua y un ncleo excepcional de retratos. La Skulpturensammlung Staatliche Kunstsammlungen Dresden (Colección de escultura de las Colecciones Estatales de Arte de Dresde) ha venido a Madrid gracias a la ocasión especial que ha surgido de su clausura, por reforma de su sede, el Museo Albertinum. En el Prado de Madrid estará durante un período de seis meses.
Historia de la colección
La historia de la colección de Dresde tiene muchos paralelos con la del Museo del Prado. Durante el reinado de Federico Augusto II (1670-1733) llegaron varias colecciones muy importantes de Roma a Dresde: en 1726 la colección de bustos antiguos de Giovanni Bellori como regalo del rey Federico Guillermo I de Prusia a Augusto II; dos años más tarde la numerosa colección del príncipe Agostino Chigi y la exquisita colección del cardenal Albani. Finalmente, en 1736, fueron adquiridas de la herencia del príncipe Eugenio las tres Diosas de Herculano. Otro interesante grupo de obras son esculturas originales griegas y helenísticas, adquiridas por el Albertinum durante los siglos XIX y XX. Hasta mediados del siglo XIX, el Albertinum (*) de Dresde albergaba la colección más prestigiosa de esculturas clásicas de Alemania. Por el bombardeo de Dresde y el siguiente traslado a la Unión Soviética (1946-1958), la colección, hasta ahora no publicada dignamente, se quedó algo olvidada.
El Albertinum es un museo de la ciudad alemana de Dresde ubicado en el emplazamiento de la antigua armería de la ciudad. Actualmente cerrado por obras de reforma y ampliación, desde enero de 2006, el Albertinum albergaba antes de su clausura la pinacoteca de los maestros modernos (Galerie Neue Meister) y la colección de esculturas de las Staatliche Kunstsammlungen Dresden. El nombre Albertinum es en honor al rey Alberto I de Sajonia, que mandó construirlo.
La muestra se divide en tres grandes apartados:
I. Belleza y dicha de los dioses clásicos
La primera sección presenta -en forma de réplicas romanas- algunas de las más afamadas creaciones del arte clásico griego: del siglo V antes de Cristo obras de Fidias, Mirón y Policleto, del siglo IV otras de Praxíteles y finalmente tres originales griegos de la misma época. Las esculturas testimonian el culto griego a la belleza y la gran capacidad de invención formal de sus artistas. Mientras que en el siglo V se presenta a las divinidades de manera hierática y solemne, en el siglo IV estas están caracterizadas con mucha naturalidad y gracia en sus movimientos y gestos como expresión de la dicha y de la gloria de unos seres divinos que viven completamente separados de los hombres una vida gozosa y eterna. En una posición contraria se encuentran los mortales que admiran por esa razón a los dioses, pero, a su vez, se sienten doloridos por la brevedad y tristeza de su vida. Por ello se ha incluido en esta sección tres relieves sepulcrales, cuyas escenas de duelo -por cierto muy bellas- contrastan con las imágenes de los dioses dichosos. Sólo los atletas vencedores de las grandes competiciones griegas tenían una posición intermedia entre el hombre comn y los dioses. Fueron considerados casi divinos como los héroes y se les veneraba con monumentos y estatuas tan bellas como las de los dioses. Muestra de ello son varias de las esculturas más conocidas del Albertinum y del Prado.
II. Sentimiento, sensualidad y alegría festiva en el arte helenístico-romano
En época helenística (siglos III a I a. C.) se llega a realizar composiciones escultóricas más complejas y a aplicar formulas marcadamente realistas en el tratamiento de la superficie escultórica. El resultado es una nueva vivacidad en el movimiento, una expresividad inmediata y fresca y un resplandor sensual, todo ello dirigido a los sentimientos y a los afectos del observador. Muchas de las esculturas representadas en esta sección son originales, incluso algunas conservan la policromía antigua. Un tema predilecto del arte de este período son las fiestas con sus bailes y sacrificios en honor de Dioniso. La mayoría de las obras como, por ejemplo, la famosa Ménade de Dresde tienen un formato más bien pequeño e íntimo, apto para decorar mansiones y jardines de particulares en época tardo-helenística y romana o para servir como ex-voto. La representación de la belleza femenina de diosas y mujeres representa otro tema preferente del arte de este período. Los artistas no se cansan de representar a Afrodita desnuda y a las mujeres con lujosas vestimentas. Las esculturas más refinadas proceden de las ricas metrópolis del Este del Mediterráneo, y especialmente de Alejandría. Prosperan en Alejandría y en los demás capitales las artes como el teatro y la poesía y abundan esculturas de las Musas, sin embargo, son muy escasas las representaciones de actores con rasgos individuales, como el personaje que figura en un relieve de Dresde.
III. Imágenes del poder. Retratos romanos al final del Imperio
La exhibición de retratos en espacios pblicos y privados es una costumbre romana muy típica, desde los remotos tiempos de la Repblica. No se limita a hombres, como es habitual en casi todas las culturas, sino incluye también retratos femeninos e infantiles. Las obras seleccionadas -estatuas, estatuillas, bustos y relieves de mármol y plata- datan de los siglos II a IV. Están divididas en un grupo con retratos de mujeres que testifican, con sus ostentosos peinados, el prestigio pblico de la mujer en la sociedad romana, y niños, muestra del cariño hacia sus miembros más jóvenes. El segundo grupo representa retratos de hombres, en su mayoría militares, que ostentan virtudes masculinas como el valor o la superioridad de espíritu.
La exposición concluye con obras de la Antigedad tardía (siglo IV), una época en que conviven casi sin enfrentarse el viejo mundo grecorromano con sus mitos y ideas y el mundo cristiano con su creencia nueva, legalizado por Constantino el Grande. Junto con los retratos de los emperadores Constantino y Macencio, hieráticos y de mirada penetrante, casi bizantina, se exponen cuatro esculturas de tema pagano de la época del emperador cristiano Teodosio y el monumento tal vez más importante y bello de su reino, el gran Missorium (*) de plata de la Real Academia de Historia de Madrid. El relieve de plata con Teodosio y su corte, rodeados de divinidades paganas, es el ejemplo más insigne de la convivencia de estos dos mundos. Esta pieza, conocida como el disco de Teodosio, es la nica obra de la exposición que no procede de la colección de Dresde ni de la del Prado. Se trata de un gran disco de plata, una obra nica y muy importante cuya presencia es fundamental para ayudar a contextualizar las cuatro esculturas de la época de Teodosio a las que acompaña en la ltima sala de la exposición. Este gran Missorium forma parte del Gabinete de Antigedades de la Real Academia de la Historia y en los ltimos 150 años nicamente se ha expuesto al pblico una vez, en una exposición del Palacio Real de Madrid.
Entre dioses y hombres
Esculturas clásicas del Albertinum de Dresde y del Museo del Prado
4 noviembre 2008 12 abril 2009 Museo del Prado, Madrid
Comisarios: Stephan F. Schrder (Madrid), Moritz Woelk y Kordelia Knoll (Dresde)
Actividades especiales (información disponible en www.museodelprado.es)
Como es habitual, el Museo desarrollará un programa especial de actividades educativas en torno a la exposición con el objetivo de promover un mayor conocimiento de sus contenidos.
Además, en esta ocasión, al igual que se ha hecho con la actual exposición Rembrandt. Pintor de historias, el Museo ha programado un curso monográfico dirigido a universitarios y pblico general, cuyo programa podrá consultarse en www.museodelprado.es Más información en los teléfonos 91 330 28 31 y 91 330 28 00 (ext. 2005)