Al cumplirse un año del fallecimiento del filósofo Eugenio Trías (Barcelona, 1942-2013), Galaxia Gutenberg reedita El hilo de la verdad, publicado por vez primera en 2004, y considerado la culminación de su obra, una especie de testamento nada solemne. Si hay un libro mío capaz de defenderse solo, es éste. Si se me diera a elegir un nico libro susceptible de ser salvado de una catástrofe inminente, sin la menor duda elegiría éste
El hilo de la verdad es una expresión de Calderón de la Barca. Se refiere al hilo que Ariadna entrega a Teseo para recorrer el laberinto de Dédalo y luchar contra el Minotauro. Esta escenografía permite a Eugenio Trías replantear la aventura del conocimiento y destilar un concepto de Verdad acorde con su Filosofía del Límite, una compleja y sistemática visión del mundo que construyó a lo largo de su vida y a la que dedicó todos sus esfuerzos. Una profunda reflexión sobre la condición humana, del hombre como habitante del límite, en ese espacio fronterizo entre el ser y la nada de donde derivaba su relación con lo divino, con lo sagrado y trascendente.
Sus concepciones del espacio, el tiempo y el sistema de categorías se exponen en este libro en diálogo con obras de arte, de cine, de msica: Gran vidrio de Marcel Duchamp, Ciudadano Kane de Orson Welles, Cuarta sinfonía de Brahms. No faltan las conexiones con la filosofía clásica (Así habló Zaratustra de Nietzsche, La Repblica de Platón) ni el recuerdo de quien tanto admiraba, José Ortega y Gasset. Es un texto muy bien escrito, como en general todos los suyos, que busca anclas en el universo intelectual del lector medio, que combina el vuelo poético del ensayo literario con el rigor conceptual del tratado filosófico.
Lo que no quiere decir que sea fácil. Lo que quiere decir que es más arduo que entretenido, un desafío quizás imposible para personas corrientes, no especializadas en el libro de pensamiento. Un desafío que sin duda merece la pena, como lo merecieron El Canto de las Sirenas y la Imaginación Sonora, también en el catálogo de Galaxia Gutenberg, dos extraordinarios libros absolutamente imprescindibles para todo aficionado a la msica clásica.
Buscando como hincar el diente racional en tan apetitoso manjar, uno puede sentirse tentado a ojear el índice para navegar sin rumbo, pero desde luego el autor no lo recomienda: El lector ideal es aquel que sigue el hilo conductor del libro segn el modo en que se han dispuesto las partes y los capítulos. Éstos poseen numeración autónoma, pues constituyen variaciones del nico tema implicado a lo largo de todo el texto. El libro tiene una estructura compleja que ha sido ampliamente reflexionada. Nada falta ni sobra en ella (segn mi modesto entender). Pero es el lector y el crítico quienes deben considerarlo y dilucidarlo.
Habla el personaje Verdad en El laberinto del mundo, auto sacramental de Calderón de la Barca: Y para que con la puerta del gran laberinto aciertes (entrega a Teos unas cintas de nácar) lleva contigo este ovillo, que es, si a su color atiendes, cuajada sangre, que vayas dejando por donde fueres, cuyo rastro, que hilo a hilo hará que el camino siembre, te hará cierta la salida; pues como al umbral le dejes de sus láminas de bronce, al volver a recogerle es fuerza dar con la puerta El hilo de la Verdad es tan constante y tan fuerte que por más que le adelgace, no es posible que se quiebre. Esta es la cita que abre el libro: Verdad, en la versión de Calderón, es la Ariadna de la leyenda, quien en la obra calderoniana asume otro papel.
El filósofo del límite fue uno de los pensadores españoles más prestigiosos y reconocidos internacionalmente, y en 1995 el primer español distinguido con el Premio Internacional Friedrich Nietzsche. Fue catedrático de Filosofía en la Facultad de Humanidades de la Universidad Pompeu Fabra. Divulgó su pensamiento a través de mltiples ensayos, entre los que cabe destacar Drama e identidad (1973), Tratado de la pasión (1978), Lo bello y lo siniestro (premio Nacional de Ensayo 1983), Los límites del mundo (1985), Ciudad sobre ciudad (2001) y la trilogía que conforman Lógica del límite (1991), La edad del espíritu (premio Ciudad de Barcelona 1995) y La razón fronteriza (1999).
Escribía recientemente Francec Arroyo en El País: Es difícil encontrar en el pensamiento español contemporáneo un pensador con voluntad de sistema similar a Eugenio Trías. En el pasado inmediato, tal vez Xabier Zubiri. El resto de pensadores han hecho otras cosas. No se trata de desmerecer a nadie. La obra de Miguel Morey, Rafael Argullol o Xavier Rubert de Ventòs, por citar el caso de tres autores que fueron sus amigos y con los que coincidió en no pocas cosas, responde a un proyecto diferente. Trías, casi en solitario, se empeñó en ser el ltimo metafísico, el constructor de un sistema omnicomprensivo que abarcara las aportaciones de la ciencia (para mirar el mundo) y del arte (para sentirlo y darle sentido), pasando por materiales originarios de la religión en un intento de dar consistencia al absoluto. Quizás sea an pronto para saber si lo consiguió.
Hace cinco años y en vísperas de cumplir los setenta años de edad, se presentó su obra filosófica completa, revisada por él mismo, dividida en dos grandes apartados -Ética y Estética, y Filosofía y Religión-. Comentando la aparición de los dos volmenes, escribíamos: Es un acontecimiento sin duda en el panorama actual del pensamiento español, y viene a fijar el corpus de uno de los pensadores esenciales de las ltimas décadas, explorador del humano fronterizo, buscador de una filosofía del límite, que se ha definido alguna vez como un exorcista ilustrado. Algo de lo que entonces glosábamos puede venir al caso recordarlo ahora (ver la reseña).
Galaxia Gutenberg
El hilo de la verdad, de Eugenio Trías
Colección: Ensayo
ISBN: 978-84-15863-03-8
320 pp. | 19
Fecha de publicación: 12-02-2014.