Alegría deprimente

A veces la diferencia entre las expectativas promocionales y la realidad que uno encuentra es tan grande que en caso de haber decepción, se agrava. Alegría Station es una piececilla bien intencionada propia de aficionados que no va más allá de terapia grupal para entretener a la tercera edad. Muy floja en todos los aspectos resulta inexplicable como ha llegado hasta aquí.

Una arquitecta recibe el encargo de construir un espacio capaz de generar alegría. Tras realizar un exhaustivo acopio de información, comprueba que el conocimiento teórico no es suficiente para conocer las diferentes facetas de la alegría, su origen y sus efectos, así que decide poner en marcha un experimento práctico, invitando a parte del pblico a participar de manera activa. Dicho así, es pasable. Pero lo que uno se encuentra es a una pareja colombiana de mediana edad enseñando a una docena de voluntarios a imitar los ruidos de un bosque y de la lluvia, a bailar tras sus pasos y a decirse florituras muy sonrientes. Son simpáticos -él más- y dicharacheros -ella, más- pero su alegría impostada no puede contagiarse salvo en un ejercicio colectivo de apariencia que es lo que se exige a los asistentes.

Ni los textos, ni la trama, ni la puesta en escena, con aportaciones de un programa radiofónico matutino de esos que intentan animarte a aguantar otro día y de una tertulia televisiva con un curilla bondadoso y un científico inverosímil, pasan de una función en el salón de actos de la escuela, a pesar de la anunciada presencia de nombres conocidos en el equipo artístico -diseño de espacio escénico y vestuario de Elisa Sanz, movimiento escénico de Carmen Werner, diseño de iluminación de Juanjo Llorens- que parece que ni están ni han estado.

Peor es el caso de la dirección de todos ellos, pues la firma ni más menos que Natalia Menéndez, directora del Teatro Español hasta ayer mismo, y entre 2010 y 2017 directora del Festival de Teatro Clásico de Almagro, que lleva décadas versionando y dirigiendo montajes con no pocos aciertos, y cuya presencia al frente de este tedioso, meloso y sentimentaloide espectáculo es para no creerlo, incluida la forma en que nos lo presenta: Siento que este espectáculo tiene humor, poesía y va a crear un cierto efecto catártico. Ofrece la oportunidad de reflexionar acerca de una sociedad menos enferma, por tanto, menos consumista. Proponemos un juego divertido, fácil y sencillo, donde el respeto hacia los espectadores-colaboradores es primordial. Quienes participen lo van pasar bien. La alegría se puede contagiar. Lo que nos contagió es un oprobio, una vengenza ajena y una incomodidad imposibles de aguantar por mucho que uno haya sufrido viendo tantas cosas regulares y malas.

Y es que Alegría Station es un despropósito en todos los aspectos a pesar de la buena voluntad de sus responsables y sin poner en duda las virtudes humanas que les adornen. Querer generar alegría porque sí, es tan utópico como inviable. Se puede hacer reír de buenas y malas maneras, se puede generar sonrisas con ironía y sentido del humor, se puede causar placer con espectáculos bellos y logrados, pero lo de la alegría es mucho pretender con tan escasos mimbres.

Hay mucha distancia entre el teatro artesanal de una provincia colombiana y los escenarios de una capital europea con una cartelera enorme. Para salvar distancias, habría que haber presentado la propuesta con mucha modestia y en base a lo inocente y exótico de la misma. Pero hacer de ella manual de autoayuda, fórmula mágica o experiencia catártica ha resultado bien contraproducente. Este domingo la sala solo estaba ocupada en un tercio por un pblico predispuesto a alegrarse como fuera. Y algunos nos fuimos antes del final, completamente deprimidos.

Aproximación al espectáculo (del 1 al 10)
Interés, 4
Dramaturgia, 5
Dirección, 5
Escenografía, 5
Interpretación, 6
Producción, 4

Naves del Español en Matadero / Sala Max Aub (Nave 10)
Alegría Station
De Elena María Sánchez
Del 16 de noviembre al 10 de diciembre de 2023

Idea original Natalia Menéndez, Ximena Escobar Mejía y Leonardo Echeverri
Dirección Natalia Menéndez

Con Ximena Escobar Mejía y Leonardo Echeverri

Voz en off del locutor Radio Conecta Alejandro Alcalde
Diseño de espacio escénico y vestuario Elisa Sanz
Composición musical y espacio sonoro Mariano Marín
Diseño de videoescena José Eugenio Montoya
Movimiento escénico Carmen Werner
Diseño de iluminación Juanjo Llorens
Artista plástico Luis Guillermo Vallejo
Ayudante de dirección Pilar Valenciano
Residentes ayudantía de dirección Teatro Español Paul Alcaide y Cristina Hermida

Agradecimientos Teatro del Bosque de Móstoles, Festival Internacional de Teatro de Logroño, 3bisf Lieu Darts Contemporains (Aix Francia) y XperTeatro (Francia España) por colaborar y permitir los laboratorios de creación de Alegría Station

Una coproducción del Teatro Español, Teatro Azul, Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo en Bogotá y Pérez & Goldstein.

Martes a domingo / 19:30h
Duración 80 min.