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Verano en diciembre, excelencia en febrero
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Verano en diciembre, excelencia en febrero

Por José Catalán Deus
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jcdeustelefonicanet/6/6/17
viernes 05 de febrero de 2016, 01:00h

Una compañía nacida de esta crisis a la que muchos sólo saben responder con quejas. Una mujeres notables que saben hacer de todo en cuestión de teatro. Una comedia excelente y un montaje eficaz. Esta pieza teatral empezó ganando un premio y en tres años ha escalado hasta el Centro Dramático Nacional por méritos propios, sin esos atajos amiguistas tan frecuentes. Es de lo mejor que puede verse en estos días.

Si quieren un ejemplo de teatro costumbrista actual (mujeres rellenitas y nada de sílfides incluido), de comedia canónica agridulce, de reflejo certero de esta existencia nuestra, siempre mediocre y siempre trascendente, aquí tienen la pieza que Carolina frica -ejemplo de mujer orquesta que además lleva dirección, dramaturgia, producción, escenografía e interpreta un personaje decisivo- se escribió en Buenos Aires un diciembre veraniego asimilando la gran experiencia argentina de Tolcachir y cía: contra la falta de subvenciones, ideas y fuerza de voluntad.

Su autora explica que es reflejo de los conflictos generacionales de cualquier familia que se quiere y se reprocha a partes iguales, un trocito de universo femenino, una reflexión sobre la decrepitud. Es todo eso, expuesto de forma amable pero nada edulcorada, y es más, porque abuela anciana en los 80, hija viuda en los 60 y tres nietas entre los 30 y los 40 conforman personajes repletos de facetas que les hacen verosímiles sin caer en estereotipos generacionales pero reflejando muy bien a esas mujeres que todos conocemos pero que pocas veces suben al escenario, personajes populares y no creaciones de diseño.

Cinco buenas actrices en cinco papeles bien construidos. Lola Cordón hace esa anciana incapacitada física y mentalmente que ya comienza a ser habitual en tantos hogares, dado que la media de vida ha crecido 15-20 años en el ltimo medio siglo. La abuela Martina está genial en su tragicómica presencia y aconsejaríamos a La Zaranda (ver nuestra reseña de su El grito en el cielo) que se dieran un paseo por esta para ver otra forma más compasiva de acercarse a los que tienen ya pie y medio en el otro mundo. Por su parte, Pilar Manso hace una Teresa excelente, presa de todos los convencionalismos que han conformado su vida, esa madre verduga y víctima, pasarela atribulada entre costumbres seculares y rupturas vivenciales que fueron las amas de casa de la segunda mitad del pasado siglo.

El abanico de las tres hijas se abre con cuidadosa pericia. Si Alicia es una pintora que no consigue el hombre que necesita para encarrilar su vida sentimental, a Carmen el ser ama de casa consumista, el marido que tiene y la maternidad no consiguen calmar su ansia de novedades, novedades como jugar al ftbol y experimentar lo lésbico. Y entre las dos, la pequeña, Paloma, víctima de los trastornos psicológicos de nuestro tiempo, atrapada entre la depresión y la angustia, la resignación y el miedo. La propia Carolina frica interpreta a la primera, Laura Cortón a la segunda y Almudena Mestre a la tercera. Cada una en su estilo, bien las tres, nos quedamos con Mestre, cuya actitud de eterna adolescente nos atrapó de lleno.

Y hablando de conmoverse, esta obra tiene eso tan especial, que emociona y conmueve, que te hace reír y te pone al borde las lágrimas sin más que pasar la moviola siempre nueva y siempre eterna de la vida cotidiana. La elemental escenografía tiene sin embargo un sabor auténtico que convence, y la mesa del comedor es el centro de la vida cotidiana como en todas las casas del mundo, y algunos alimentos están caducados y hay mandarinas y chocolate. Una pieza que discurre en poco tiempo y sin salir de un piso pero en la que a veces -como cuando crea cuatro ambientes y Alicia lava los pies de Martina, y Paloma cambia a su sobrina Zoé, y Carmen para un penalti y Teresa reza de rodillas como antes se hacía- hay magia, hay teatro en estado puro, hay alquimia.

La Belloch, sus componentes y sus aliados nos convencieron cien por cien. Si se trata de elegir entre grandes y pequeñas producciones, entre la encomiable Vida de Galileo en la sala grande (ver nuestra reseña) y este Verano en diciembre en la sala pequeña del piso de arriba, cosas como esta nos lo ponen bien difícil.

Aproximación al espectáculo (del 1 al 10)
Interés, 9
Texto, 8
Dirección, 8
Interpretación, 8
Puesta en escena, 7
Producción, 7
Programa de mano, 8
Documentación a los medios,7

Teatro Valle-Inclán
Sala Francisco Nieva
Verano en diciembre
Escrita y dirigida por Carolina frica
Del 3 al 21 de febrero

Premio Calderón de la Barca 2012
COMPAÑÍA LA BELLOCH

Lola Cordón
Pilar Manso
Virginia Frutos/Laura Cortón
Carolina frica
Almudena Mestre

AYTE.DIRECCIÓN
Laura González Cortón.
DISEÑO DE ILUMINACIÓN
Tomás Ezquerra
ESPACIO SONORO
Nacho Bilbao.
VESTUARIO
Vanesa Actif
ESCENOGRAFÍA
Carolina frica y Almudena Mestre
FOTOGRAFÍA y CARTEL
Geraldine Leloutre

PRODUCCIÓN
LA BELLOCH:
Laura Glez. Cortón
Virginia Frutos
Carolina frica
Almudena Mestre

DISTRIBUCIÓN
GG distribución escénica
Graciela Huesca y Carmen García
COMUNICACIÓN Y PRENSA
María Díaz.

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