Una comedia sin título, un esbozo inmaduro, se convierte en una propuesta más lorquiana que Federico; y con ello se excede en lirismos desenfrenados, radicalismos inmaduros y vacuidades rimbombantes. A pesar del bombo y los platillos su estreno ayer fue un terrible naufragio que afecta a todos los implicados, autor, director e instituciones pblicas, embarcados en un proyecto grandilocuente, oportunista, derrochador. Y por todo ello, lamentable.
La inacabada Comedia sin título junto a El pblico y Así que pasen cinco años, forma parte de la trilogía conocida como teatro irrepresentable del poeta, y se cree que Lorca la estaba revisando cuando fue asesinado en 1936. Ahora Alberto Conejero la ha convertido en El sueño de la vida, añadiendo un segundo acto al primero y nico escrito por Lorca, y de acuerdo con el director un tercero a modo de epílogo que es casi como un haiku segn Lluís Pasqual, nueve minutos de resolución en los que el director deja su huella: que no ocurre lo que ocurre, sino que es un ensayo.
Los dos afirman que no reinterpretan a Lorca, que ni lo reescribe Conejero (sería una soberbia total, yo solo dialogo con ese vacío) ni lo modifica Pasqual: Es un juego, nos juntamos por las tardes y le hacemos llegar a otro las palabras de Lorca. Pero lo cierto es que los créditos de la propuesta dicen claramente El sueño de la vida, de Federico García Lorca y Alberto Conejero en unos sitios y de Alberto Conejero a partir del acto conservado de Comedia sin título de Federico García Lorca, en otros.
Segn Marisa Martínez Pérsico, una joven profesora argentina cuyo portal en internet de la lieratura en español (http://www.literaterra.com/) es un buen trabajo de divulgación, el teatro lorquiano calificado como irrepresentable data de los años 1930 y 1931. Los títulos englobados dentro de esta categoría son, fundamentalmente, El pblico y Así que pasen cinco años, en los que se evidencia el peso del psicoanálisis, la homosexualidad y la revolución social. Comedia sin título sería un experimento dramático que nos ha llegado incompleto. Desarrolla las intenciones de un escritor por representar verdades a través del teatro. Muestra cómo una revolución fuerza a diferentes personajes a protegerse y agredir al prójimo mediante el asesinato de obreros con el objetivo de encontrar la verdad. Presenta marcas surrealistas evidentes y se postuló la hipótesis de que el fragmento encontrado fuera parte de El pblico.
Hace treinta años, Pasqual dirigió en el teatro María Guerrero de Madrid la original Comedia sin título en un acto, que la hermana del poeta le había hecho llegar. Y hace tres se enteró por la prensa de que la Comunidad de Madrid había pagado a alguien para que la continuara. Llamé a Alberto Conejero para decirle: t no lo sabes, pero lo has escrito para mí.
Segn Carmen Portaceli desde mi llegada a la dirección artística del Teatro Español he buscado a Lluís para que venga a montar un Lorca. Desde el principio, él quiso hacer esta obra inacabada, que él conocía muy bien porque la había montado antes, y quería hacer esta especie de final que Alberto Conejero había escrito. La Comunidad de Madrid encargó a Conejero la continuidad de esta obra inacabada de Lorca en 2016. Sabíamos que ellos tenían los derechos y nos dispusimos a ir corriendo a
hablar con Jaime de los Santos. A los poquísimos días nos dijo que nos cedía los derechos y que debido al año Lorca que el consejero había organizado, participarían en la producción lo cual ha sido de gran ayuda para el Español haciendo posible este proyecto. Y es que el costoso montaje ha necesitado una fuerte inversión conjunta de Ayuntamiento y Comunidad de Madrid, propietaria de los derechos de la obra, el uno psoepodemita, el otro pepeciudadano, todos juntos y en unión en defensa de la santa religión lorquiana: La cultura por encima de cualquier diferencia política, dixit Portaceli. Dicen que solo desde un teatro pblico se puede afrontar un montaje con dieciséis actores y dos msicos sobre el escenario.
Una nómina enorme con Nacho Sánchez y Emma Vilarasau en los principales papeles (que en 1989 interpretaron Imanol Arias y Marisa Paredes, cuya hija María Isasi participa en este nuevo montaje) y con veteranos como Antonio Medina y Luis Perezagua, algunos supervivientes de la representación de 1989 como César Sánchez y Chema de Miguel, y jóvenos como Ral Jiménez, Sergio Otegui o Dafnis Balduz.
El espectador se tiene que dejar penetrar por lo que le llega desde el escenario, dice Pasqual. Sentirse lo más cercano posible a un lector de poesía. En la poesía no todo te entra por el mismo canal, la cabeza, el estómago o el corazón. Lo importante son esas palabras que te llegan como tizones y se ponen incandescentes apenas uno le acerca una llama. Y afirma que solo ha usado sutilmente las indicaciones que quedaron de lo que hubiera querido hacer Lorca , como que el segundo acto tendría lugar en un depósito de cadáveres y el tercero en un cielo lleno de ángeles.Federico era muy mentiroso. Su hermana eufemísticamente decía que es que tenía mucha fantasía, que era una manera de decir que era un mentiroso, pero con mucho cariño.
El sueño de la vida no pretende dar fin a la Comedia sin título, es un nuevo texto escrito en un vacío infinito, un diálogo entre lo que fue y lo que no pudo ser, dice el coautor vivo.He escrito como quien atraviesa sonámbulo una habitación en llamas. No sé muy bien cómo se han entrelazado las imágenes de Lorca con la propia ni por qué venían al recuerdo algunos versos y otros no. Por esas puertas abiertas entran no solo el optimismo revolucionario y los anhelos de un mundo más justo sino también las fuerzas más conservadoras, cínicas y agresivas. Y nos engañemos: éstas pueden encontrarse en los despachos pero también en los andamios. No hay síntesis apaciguadora en su resolución. Como en El pblico nos encontramos un callejón sin salida; de ahí emerge la idea del sacrificio en este auto sacramental laico.
Todo ello intenta prevenir al espectador de la desilusión que va a sufrir a poco que el espectáculo se ponga en marcha con un infinito alegato entre voces y lloros de un autor en clave autobiográfica que quiere subvertir el teatro anquilosado de su tiempo durante un ensayo aparentemente malogrado por un estallido revolucionario que acaba en matanza panfletaria y que nunca ha existido. Tres capas de melodrama, una propuesta teatral de un ensayo teatral a su vez ficción dramática, si es que uno puede arriesgarse a dilucidar una confusión escénica semejante, un alboroto estridente de lugares comunes, acompañado de msicas desafortunadas en el que un galimatía de personajes en el que algunos apenas consiguen hacerse inteligibles. Una desilusión que va creciendo a medida que se descubre que ya no hay más, que el segundo acto sobra y que el haiku pretende dejar al pblico estupefacto pero lo deja en incómodo interruptus.
Lluís Pasqual, rescatado del laberinto catalán por correligionarios bien instalados en el momio cultural madrileño, demuestra su mucho oficio y su evidente agotamiento. Nada hay en su dirección que pueda destacarse tanto en la propuesta artística -convencional- como en la dirección actoral -marcadamente gritona y gesticulante-, con tanto trasiego de muertos que reviven y de personajes incomprensibles an ya caído el telón, como ese narrador llamado Nick Bottom. No nos gustó nada la forma de encarnar al protagonista Lorenzo por parte de Nacho Sánchez y reconocemos a Emma Vilasarau sus esfuerzos por dar vida a una Helena imposible entre un notable surtido de actores secundarios caracterizados de marionetas tópicas, aquí el obrero rebelde, allá el empresario avariento, sin olvidar al espectador reaccionario, el empleado dócil y las madres muy madrazas. Sobran personajes y falta trama.
Una escenografía roma donde todo se fía a incursiones por la platea tan incoherentes como manidas, un vestuario de calle espolvoreado de carnavales, una iluminación claudicante y un espacio sonoro invasivo, reciben las migajas del presupuesto en una producción revisable de arriba a abajo. A la vista del tibio recibimiento de un pblico favorable e invitado en la noche del estreno, a El sueño de la vida le quedan cinco difíciles semanas en cartel dependiendo de que el mucho ruido ambiente y la curiosidad malsana consigan compensar las pocas nueces existentes.
VALORACIÓN DEL ESPECTCULO (del 1 al 10)
Interés: 5
Texto: 6
Dirección: 6
Interpretación: 7
Escenografía: 6
Producción: 6
Programa de mano: 7
Documentación a los medios: 7
Teatro Español
EL SUEÑO DE LA VIDA
de Alberto Conejero
A partir del acto conservado de Comedia sin título de Federico García Lorca
Dirección, Lluís Pasqual
Del 17 de enero al 24 de febrero del 2019
Reparto:
Dafnis Balduz
Ester Bellver
María Isasi
Ral Jiménez
Daniel Jumillas
Jaume Madaula
Juan Matute
Antonio Medina
Chema de Miguel
Koldo Olabarri
Sergio Otegui
Juan Paños
Luis Perezagua
César Sánchez
Nacho Sánchez
Emma Vilarasau
Msicos: Miguel Huertas e Iván Mellén
Escenografía y Vestuario Alejandro Andjar
Iluminación Pascal Merat
Dirección Musical Dani Espasa
Espacio Sonoro Roc Mateu
Una coproducción del Teatro Español y la Comunidad de Madrid
De martes a sábado 20h. Domingo 19h.
1 hora y 40 minutos (aproximadamente)
Sala Principal
Entradas de 5 a 22 .
El encuentro con el pblico tendrá lugar el día 7 de febrero tras la representación. Podrá asistir cualquier persona que interesada (entrada gratuita hasta completar aforo). Presenta y modera Almudena Grandes.