Carles Santos ha triunfado en Madrid ofreciendo un plato doble de su peculiar men de espectáculos musicales originales y de calidad. Si ya hablamos hace pocos días de La pantera imperial, un homenaje irreverente a J.S. Bach, toca ahora referirnos a Piturrino fa de msic, una excursión memorable por la msica clásica contemporánea, por la msica culta del siglo XX, de la mano de un conjunto de cámara, el Grup Instrumental Barcelona 216, de extraordinaria solvencia.
Santos ha compuesto una pieza inusual de una hora de duración, plena de ecos de Sostakovich, de Bela Bartok, de Tom Ridley y otras grandes aportaciones que apenas comenzamos ya a considerar clásicas. Una composición bien hilvanada, donde nada parece gratuito, donde todo encaja a la perfección con el resultado de una pieza original y potente que partiendo de la modestia de recolectar ecos ajenos y de la grandeza de entenderlos y facilitar su acceso, se eleva por derecho propio a niveles que merecen grabación, nuevas audiciones y sitio propio en las discotecas particulares de los melómanos de gusto inquieto y ecléctico.
Msica minimalista de gran impacto, con protagonismos preciosos del viento, la cuerda y la percusión que se alternan con las florituras siempre efectivas de un piano que an aporreado con los puños resulta eficaz y grandioso. La presencia armónica de un cuarteto de viento entre los estallidos de una banda de pueblo sorprende y excita a lo largo del espectáculo sin que el interés decaiga nunca.
Piturrino fa de msic (Piturrino hace de msico) es un concierto-espectáculo de primer nivel, superior en nuestro modesto gusto al estirajamiento de Bach que nos vino servido como primer plato de este men degustación de un compositor interesante, de un pianista forjado, de un msico con vocación de showman, de un payaso serio, de un anciano exultante, de un artista en fin que parece estar en su dulce momento de plenitud.
Carles Santos ha creado una partitura para la ocasión de la que no le gusta hablar y de la que insina que es reflejo de nuestra realidad cotidiana. Sí que lo parece de alguna manera, en su eclecticismo, en su ambigedad, en su accesibilidad y falta de pretensiones. La propuesta
escénica se apoya en doce msicos tocando con pasión y entrega, y apenas tiene más complemento que el desmadre final en el que son convocados todo tipo de ruidos, desde la rotura de un espejo a la burla de un matasuegras, que llegan en tropel a subrayar una serie de gritos casi guturales de unos msicos hasta ese momento aparentemente convencionales. Santos y su troupe allan una consigna ininteligible en catalán con eslóganes complementarios en castellano y rugidos varios de la selva. Nos gustaría mucho saber qué gritan por eso del trabajo conjunto de los dos hemisferios (cerebrales).
Acierto del Teatro Español trayendo a esta gente a Madrid. Carles Santos es msico residente del Teatre Lliure. El Grup Instrumental Barcelona 216 es una formación residente en el LAuditori. La Companyia Carles Santos está subvencionada por el Institut Català de les Indstries Culturals. Se merecen los apoyos. Este espectáculo nos muestra gente interesante, creativa, jóvenes competentes rodeando a un septuagenario dinámico, en plenitud de facultades físicas y mentales, una mezcla sabia para adornar una especie en extinción -los sabios ancianos de la tribu- que merecería más reconocimiento.
PITURRINO FA DE MÚSIC Carles Santos
(PITURRINO HACE DE MÚSICO)
29 y 30 de octubre
Creación y dirección Carles Santos
con Bcn216
Radicals Lliure 2009
Intérpretes
Carles Santos piano
Bcn216:
Oriol Algueró violín
Sergi Claret violín
Diana Franov viola
Mireia Quintana violonchelo
Gabriel Mateu trombón
José Reche trompa
Francisco Palasí bombardino
Juan Bautista
Domènech tuba
Almudena Martínez trompeta
Nria Andorrà percusión
Ivan Herranz percusión
creación, dirección y msica original Carles Santos
dirección de orquesta Xavier Piquer
producción Teatre Lliure
con la colaboración del Grup Instrumental Barcelona 216
Fundador: Ernest Martinez Izquierdo
Director artístico: David Albet
Directora de producción: Noemi Suñol