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Stravinsky y Prokófiev en una velada muy rusa
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Stravinsky y Prokófiev en una velada muy rusa

Por José Catalán Deus
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jcdeustelefonicanet/6/6/17
lunes 28 de octubre de 2013, 01:00h

El Ballet de la Ópera de Perm se ha encargado de inaugurar una reducida temporada de danza en el Teatro Real con un programa doble, Les Noces de Igor Stravinsky, con coreografía de Jirí Kylián, y El bufón de Sergei Prokófiev coreografiada por Alxey Miroshnichenko. La dirección musical de la primera estuvo a cargo de Teodor Currentzis, un director habitual en este teatro en las ltimas temporadas, que se traído también desde esta ciudad rusa orquesta y coro, y en la segunda empuñó la batuta Valentin Uryupin al frente de la orquesta titular del teatro. Visita rusa muy nutrida para cinco galas de exaltación de su msica contemporánea a través de dos de sus más destacados compositores y uno de los mejores ballets de aquel país.

Les Noces (Las Bodas) es un hermano menor de los tres grandes ballets de Stravinsky -El pájaro de fuego (1910), Petrushka (1911) y La consagración de la primavera (1913)-, considerados como la gran renovación del género. Partió de los cantos rituales de una típica boda campesina para crear una partitura con soprano, mezzosoprano, tenor, y bajo solistas, coro mixto y dos grupos de instrumentos de percusión, incluyendo cuatro pianos, que suena a tribal, primitiva y atávica en la línea de ruptura del tercero de los títulos mentados, el más célebre sin duda de todos los suyos. Es msica rusa por los cuatro costados pero no por eso deja de tomar tintes exóticos que al comienzo parecen orientales y luego claramente africanos.

Kylián (Praga, 1947) estrenó su coreografía de estas bodas en 1982, en lo más álgido de una carrera que le ha convertido en uno de los tres o cuatro nombres más importantes de la danza contemporánea, desde que comenzara a trabajar para la Nederlands Dans Theater, de la que fue director artístico de 1975 a 1999 para continuar siendo su coreógrafo principal hasta 2009, casi cuatro décadas de continuidad que han creado un estilo propio inconfundible y una influencia enorme en todo el género. Para coreografiar la pieza se mantuvo fiel a sus raíces rusas y al estilo decidido por Bronislava Nijinska, la hermana del célebre Vaslav Nikinsky, para su estreno en 1923: el espíritu colectivo predomina y el sentido ceremonial la orienta a través de las cuatro escenas que la conforman: la bendición de la novia, la bendición del novio, la salida de la novia-la boda y el banquete. Posiciones cerradas y movimientos sencillos y solemnes a la vez caracterizaban desde su estreno una inédita corporalidad.

Kylián entrelaza un lenguaje tradicional y contemporáneo que encaja a la perfección con la energía de la partitura, dando especial relevancia al lado más vital de la narración. Sus movimientos mecánicos y expresivos reflejan con precisión el espíritu de la composición de Stravinsky, que parte de los cantos típicos rituales de una boda campesina rusa, para desarrollar una suerte de msica casi abstracta, basada en juegos fonéticos que emanan de la particular forma de declamación en su país natal.

La pieza dura 25 minutos repartidos en cuatro escenas sobre una escenografía mínima protagonizada por una iluminación y un vestuario cálidos. Compacta, unitaria, ajustada a la perfección a la partitura y repleta de sugerencias deconstruídas de las célebres danzas cosacas que vienen a ser quintaesencia del folclore ruso tal como por aquí lo conocemos. El griego Currentzis se muestra ruso de adopción, después de tantos años trabajando en este país, y al frente de orquesta, cantantes y coro estuvo convincente, al igual que el cuerpo de baile, la pareja protagonista y los cuatro bailarines secundarios, todos pertenecientes al segundo reparto.

Este Stravinsky en la plenitud de su período nacionalista todavía conmociona con sus ostinati desafiantes a la armonía o el tempo de la obra, ese pastiche que ha sido comparado al cubismo en la pintura y que tanto han influido en compositores minimalistas como Terry Riley y Steve Reich. Kylián llena de humanidad el salvajismo de la partitura con movimientos de armonía y delicadeza magistrales, con detalles de ternura y emoción que aunque luego se han repetido mil veces no dejan por eso de seguir conmoviendo tres décadas después de su creación. La pieza está viva an, pero nos resultó lejana, no consiguió romper en nuestra percepción la barrera que nos separaba del escenario.

Una distancia que creció en la segunda parte del programa. Aleksey Miroshnichenko, actual director del Ballet de la Ópera de Perm, es el responsable de la coreografía rediseñada para El bufón, originalmente creada por Diaghilev para les Ballets Russes en 1921. Su propuesta evoca los figurines y decorados originales que Mikhail Larionov diseñó para su estreno en París, firmados en esta ocasión por Tatiana Noginova y Sergey Martynov. Coloridos evocadores del arte popular ruso, refuerzan la trama inspirada en cuentos tradicionales, con personajes tragicómicos y situaciones grotescas. Estamos ante un fabuloso cuento infantil, de deslumbrante presentación en escena y magnífica ejecución en el baile.

Un cuento bien extraño, de un bufón que hace creer a siete colegas que ha dado muerte a su mujer y que después la ha resucitado con un látigo mágico. Ante la insistencia de los otros bufones, accede a venderles el látigo. Cuando, después de asesinar a sus respectivas mujeres, se dan cuenta de que no pueden resucitarlas y de que han sido engañados, traman un plan de venganza. Para salvarse, el bufón decide disfrazarse de mujer y hacerse pasar por su propia hermana, pero cuando un rico mercader visita su casa buscando esposa entre las hijas del bufón, las rechaza a todas y elige a la supuesta joven para casarse con ella. Durante la noche de bodas, la joven consigue escaparse de la habitación del mercader y dejar en su lugar una cabra. Desconcertado, el mercader cree que su mujer está embrujada y, tratando de devolverle su forma humana, acaba por matarla.

Extraño argumento para una partitura que Serguéi Prokófiev escribió de encargo y con prisas a los 23 años; y con una recomendación esencial, que fuera muy, muy rusa, y en la que accedió a trabajar en equipo y dejarse aconsejar por empresario, coreógrafo y demás equipo del estreno. Una partitura que ha tenido escasísimo vuelo posterior y que recuerda a su célebre cuento infantil Pedro y el lobo.

Valentin Uryupin debió sin duda salir satisfecho de la rusificación conseguida por la orquesta titular del teatro que estuvo francamente notable. La rica y variada orquestación de la partitura ha sido coreografiada por Alexey Miroshnichenko en una línea neoclásica que aunque suprime las rigideces ortodoxas, no deja de abundar extraordinariamente en todos los pasos del repertorio canónico, ejecutados a un alto nivel por una compañía que ha respondido plenamente a las expectativas con que había sido presentada. El Ballet de la Ópera de Perm, ciudad en la que de Diaghilev vivió sus primeros años, ofreció la primera representación en 1926. Desde entonces figura junto al Boshoi y al Mariinski entre los mejores de Rusia. No hay por supuesto ninguna compañía en España que pueda comparársele.

Stravinsky y Prokófiev son figuras paralelas, con muchas semejanzas en sus concepciones musicales y su gusto por el ballet. Las bodas y El bufón son sin embago muy diferentes, pero las ana su sustrato comn, eso que se viene a llamar el alma rusa, embalsamada en la larga travesía soviética para ser resucitada en el siglo XXI a bombo y platillo.

En la función del domingo eran ostensibles algunos claros en la platea que desaparecieron en el intermedio, permitiendo a la terminación del espectáculo contemplar un pblico unánimemente satisfecho, que aplaudió mucho y con ganas, sin apenas graduaciones, a bailarines, cantantes y msicos. Jornada rusa por los cuatro costados, velada un tanto fría, elegantísima y de alto nivel artístico, pero un tanto incomprensible en las razones estrictas de programación, a la que seguirán esta temporada nicamente dos espectáculos más, a cargo de la Compañía Nacional de Danza, allá para mayo, y del Mark Morris Dance Group en vísperas del verano.

Digamos en resumen que un magnífico envoltorio para una bonita caja vacía.

VALORACIÓN DEL ESPECTCULO (del 1 al 10)
Interés: 6
Msicas: 7-6
Coreografías: 7-6
Escenografías: 6-7
Dirección musical: 7-7
Primeros bailarines: 7-7
Cuerpo de baile: 7-8
Producción: 8

Teatro Real

LAS BODAS
Cantata danzada en cuatro escenas, con msica de Igor Stravinsky (1882-1971)

EQUIPO ARTÍSTICO
Coreografía Jií Kylián
Dirección musical Teodor Currentzis
Escenografía y vestuario John MacFarlane
Iluminación Kees Tjebbes
Dirección del coro Vitaly Polonsky

Soprano Nadine Koutcher
Mezzosoprano Natalia Buklaga
Tenor Stanislav Leontiev
Bajo Vasily Korostelev

REPARTO
La novia Aleksandra Surodeeva 24,26 (17 h.), 28; Inna Bilash 25, 26 (21 h.), 27
El novio Ivan Poroshin 24, 26 (17 h.), 28; Artem Mishakov 25, 26 (21 h.), 27
La madre de la novia Albina Rangulova; Natalia Domracheva 27
El padre de la novia Marat Fadeev
La madre del novio Marianna Selvestru
El padre del novio Sergei Mershin

Estrenada por el Nederlands Dans Theater el 11 de junio de 1982 en el Circustheater de Scheveningen, Holanda
MusicAeterna (Coro y Orquesta de la Ópera de Perm)

EL BUFÓN
Ballet en seis escenas, con msica de Serguéi Prokófiev (1891-1953)

EQUIPO ARTÍSTICO

Coreografía Alexey Miroshnichenko
Director musical Valentin Uryupin
Escenografía e iluminación Sergei Martynov
Vestuario Tatiana Noginova

REPARTO

El bufón, Aleksandr Taranov 20, 26 (17 h.), 27: Taras Tovstyuk 25, 26 (21 h.), 28
La mujer del bufón, Lyaysan Gizatullina 20, 26 (17 h.), 27; Natalia Domracheva 25, 26 (21 h.), 28
El mercader, Sergei Mershin 20, 26 (17 h.), 27; Ruslan Savdenov 25, 26 (21 h.), 28
La cabra, Evgeniia Liakhova
Los siete bufones, Roman Tarkhanov, Artem Mishakov, Stepan Demin, Nikita Chetverikov, Aleksei Lysenko, Dmitriy Zvyagin, Kirill Galimianov
Las casamenteras, Mariia Menshikova, Elmira Mursiukaeva

Estrenada el 1 de diciembre de 2011 en el Teatro de la Ópera de Perm, Rusia
Orquesta Titular del Teatro Real

DURACIÓN APROXIMADA: Les noces: 25 min., Pausa de 25 min., El bufón: 1 hora
FECHAS: 24, 25, 26 (17.00 y 21.00 horas), 27, 28 de octubre de 2013, 20.00 horas; domingo, 18.00 horas.

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