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Una obra infantil que no aburre a los adultos

Una obra infantil que no aburre a los adultos

Por José Catalán Deus
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jcdeustelefonicanet/6/6/17
jueves 23 de febrero de 2012, 01:00h

El Principito - Nuevo Alcalá 3El principito es uno de esos clásicos infantiles engañosamente sencillos. La simplicidad del decorado (la mayor parte tiene lugar en el desierto), los escasos personajes, la poca acción física, la proporción elevada de diálogo, harían pensar que el famosísimo y enigmático relato de Antoine de Saint Exupery, más conocido en el mundo entero ya por sus icónicos dibujos que por la historia que cuenta, sería perfecto para la escena.

Pero más allá de las encantadoras viñetas, diálogos y los episodios concretos en los que con sutil ironía el protagonista, un niño venido de las estrellas, se asombra y reflexiona sobre las cosas que encuentra fuera de su planeta, El Principito es una historia filosófica que plantea con dulzura y suma melancolía la pérdida de la inocencia, y el adiós a la niñez. Aunque el texto es suficientemente sencillo para un pblico infantil, los conceptos que se manejan en él no lo son.

La versión musical de la compañía xxx, parte de una propuesta ambiciosa: a excepción del pianista y los dos actores principales, el coro está formado por un conjunto de niños, casi permanentemente en escena, que tienen un papel importante además en el desarrollo del escueto decorado.

Incluye algunos hallazgos, como la transformación de lo que en el libro de Saint Exupery son dibujos (y forman parte inextricable del encanto de la historia) en sonidos e instrumentos. Quién no recuerda aquél sombrero, el Dibujo n1, que era en realidad una serpiente que se ha tragado un elefante?; los dibujos se convierten en composiciones musicales y el efecto es casi idéntico. En el libro, el Principito desea un cordero, y el aviador le dibuja varios, intentando dar con el ideal, hasta que tiene la brillante ocurrencia de dibujar sencillamente una caja, dentro de la cual está un cordero que el principito tiene libertad para imaginar exactamente como desee. En la obra, son distintos instrumentos; un cencerro tocado con suavidad convence al hombrecito, quien feliz, se imagina a su cordero con igual emoción a la que muestra en el libro cuando le dibujan la caja.

Pero los diálogos cantados, y sobre todo, los estribillos de los niños, a modo de coro griego, resultan la mayor parte del tiempo ininteligibles. Es un fallo comn al mejor de los musicales, pero una mayor presencia de diálogo, o quizá un narrador, ayudarían a la comprensión de lo que sucede en el escenario; especialmente en momentos confusos en los que el sonido de varios instrumentos casi no deja oir a los actores. Resulta particularmente caótico el episodio en que el principito visita sucesivos planetas y discute con sus habitantes (el rey, el vanidoso, el geógrafo), que se convierte en un galimatías incomprensible para pequeños y grandes, a no ser que uno ponga mucho empeño en entender las letras y conozca de antemano la historia.

La trama queda un tanto semioculta por la msica, que no tiene la entidad suficiente como para sostener el espectáculo por sí sola. Magníficamente interpretada por el coro infantil, tres flautas y piano en directo, sin embargo, las piezas resultan en ocasiones repetitivas y simplonas en exceso. La escenografía incluye efectos brillantes, como la bandada de pájaros con la que huye el principito o las rosas que crecen a cientos en un jardín; pero la sencillez de esta versión ralla en el amateurismo de una obra de fin de curso, más delicia de padres y familiares que del pblico general.

La experiencia resultante es agridulce. Los actores hacen un trabajo magnífico, especialmente en el caso del aviador, Didier Otaola, cuya interpretación no está libre de un considerable esfuerzo físico; es inevitable que una actriz adulta resulte un poco amanerada o ñoña en ocasiones a la hora de interpretar a un niño, especialmente a un pensador tan precoz como el Principito, alter ego del autor y en realidad, poco niño; pero Noelia Marló en general mantiene una naturalidad loable.

Sospecho que la mayoría de los niños que no conozcan el libro, y que sean menores de diez años, saldrán del teatro sin entender los puntos fundamentales de la historia: por qué el principito se fue de su planeta, qué pasó con esa misteriosa rosa, y qué pasa con esa desasosegante serpiente que hunde sus colmillos venenosos en el tobillo del hombrecito. Queda una vaga noción de la amistad como domesticación, ejemplificada en el episodio con el zorro, uno de los que mejor se entienden; y la frase repetida con insistencia Lo esencial no se ve. De forma intuitiva, mi acompañante de cinco años lloró al final. El adiós del Principito y su muerte simbólica, la opresión de la sed y la soledad, dejan una sensación difusa de desamparo. No todo en la vida ha de ser alegría ldica y simplona, está bien que iniciemos a nuestros hijos en las emociones y sensaciones más profundas del alma humana. Es una pena que en el Nuevo Teatro Alcalá se quede sólo en eso, una sensación difusa.

NUEVO TEATRO ALCAL
El Principito
Sábados y Domingos hasta 8 de Abril

REPARTO:
El Aviador /A. Saint-Exupéry: Didier Otaola;
El Principito: Noelia Marlo;
Saint-Exupéry niño: Luis Gago

CORO DE NIÑOS:
Silvia Aparicio, Pablo G de Madariaga, Silvia Lozano, Miguel de la Cueva, Blanca Blanes, María guila, Dolores López, Lucía Gutiérrez, Rodrigo Silva Lucía Martínez, Claudia Martínez, Sofía Trías, Luis Pérez, Adrián Herranz, Alejandra Silva, lvaro Cañete, Jaime Vázquez, Sara Blanes, Marta Montesinos, Ural Bensch, David González, Elena Valverde, Patricia Vázquez MÚSICOS: Gonzalo García Baz, Pablo Yeste, Sara Barona, Nicolás García de Madariaga, Gonzalo Bravo.

Dirección Artística y Dramaturgia: Rafael Boeta Pardo
Msica original y Dirección Musical: Gonzalo García Baz
Movimiento escénico: Rafael Boeta Pardo y Alberto Arcos
Escenografía: Telón Tolón y Arte Mural
Iluminación: Gustavo Pérez
Texto y letras: Rafael Boeta Pardo
Adaptación: Rafael Boeta Pardo y Gonzalo García Baz
Escenógrafa: Mónica Florensa
Coreografía: Alberto Arcos
Vestuario: Mónica Florensa y Arte Mural
Títeres: Mónica Florensa y Cynthia Miranda
Magia: Jaime Figueroa
Sonido: José Luis Alcaine y Rafael Fuentes de Toro.
Una producción de TELÓN TOLÓN / CLAVE DE LUNA, S.L.

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