José Catalán Deus
Sobre el escenario, una mezzosoprano, una lavadora, una mujer desnuda e insinuante, grandes focos de metal, Chopin, un banco de madera, Wagner. Al fondo, una pantalla en la que se proyecta una película de animación que el propio Santos ha definido como superpornográfica y divertida, y que interacciona con la msica, el gesto y la voz de los intérpretes. Al piano, Carles Santos, interpretando piezas propias y piezas clásicas. Una mezzosoprano y una actriz completan el elenco del espectáculo que presenta el Teatro Español dentro del Festival de Otoño de Madrid con el sello inconfundible de este inocente provocador valenciano.
Una obra que se dice caleidoscópica, desenfrenada y bulliciosa, nacida para reflexionar sobre la vanguardia, el arte, el pblico, el artista y el proceso de creación Demasiadas cosas. Como diría un borrico castizo cualquiera, una mujer en pelotas a tu lado durante una hora, y unos dibujos cachondos. Caca, pedo, culo, pis. Pero acompañado de un precioso despliegue musical, de un gran pianista, de dos hermanas que cantan muy bien, de algn efecto teatral interesante, de unos dibujos animados graciosos. Un cocido valenciano con reñidos ingredientes que adoban el centro del plato, una señora desnuda.
Una ópera de pequeño formato, una pieza corta de teatro musical, una parodia musical quizás más propia de un café concierto que de un teatro; de hecho, y con buen criterio, los espectadores se reducen a un centenar sentados en el mismo escenario. Es el placer de no ser lo que tenías que ser, convirtiéndote t mismo en falta de ortografía, de un lenguaje que ofende las ortodoxias, dice el autor expresando como disfruta con estas cosas.
El fervor de la perseverança se estrenó en Girona en 2006. Uno de los enfants terribles artísticos más viejos de Europa, le denominaba poco después Xavier Pujol (El País, 25/11/06) y la verdad es que más no se puede decir, sin acritud y con simpatía. En El fervor de la perseverança hay mucho fervor perseverante en la línea que ha ambientado su trabajo en las ltimas décadas, y no poco, de repetición de propuestas ya vistas, de estancamiento creativo.
Estamos totalmente de acuerdo con Pujol en lo que escribió entonces de un espectáculo de una hora de duración a cargo del propio autor al piano y una actriz en cueros vivos, Anna Ycobalzeta, que sólo se viste en una breve escena para poder hacer un streaptease. Santos abunda sobre sus temas-obsesión favoritos: la reflexión sobre su propia y conflictiva relación con la tradición musical heredada; su relación visceral y violenta con su instrumento, el piano; la reflexión sobre la naturaleza de la creación artística, expresada en este caso en los textos del espectáculo con postulados que tenían bastante de dadaístas (tirar un piano desde el tejado de un rascacielos puede ser también un hecho artístico. Tirar el pianista no es un asesinato, es una idea) y una fijación con todo lo referente al sexo que recuerda las obsesiones de Woody Allen por el mismo asunto, pero que en Santos son bastante menos intelectualizadas y resultan más crudas, directas, hmedas, salpimentadas con ligeros toques escatológicos y con la inmediatez y delicadeza en la expresión de los graffities de lavabo de caballeros. Si añadimos a las opiniones certeras de Pujol, que el dadaísmo es y resulta bien antiguo, y que han llovido cascadas de pornografía barata sobre este país en las tres ltimas décadas, terminamos de definir la escasa aportación conceptual de la obra y su nulo trasgresismo. Aunque pueda resultar y de hecho resulte gratificante para muchos espectadores.
Como sucede en espectáculos anteriores de Santos, este se articula en torno a una acumulación de escenas que están simplemente yuxtapuestas, sin que haya propiamente ninguna progresión dramática. Musicalmente, tanto en el piano como en la voz, Santos basa una vez más su discurso en la repetición de carácter minimalista de pequeños motivos que avanzan por adición de elementos y alcanzan el clímax resolutivo por crispación.
LO QUE DICE EL AUTOR
Lo peor que puede pasarle a una palabra, -nos presenta así esta obra su autor- es tener una falta de ortografía. Una palabra con una falta de ortografía sigue significando lo mismo pero de una manera equivocada. El ferbor de la perseberancia a efectos de entendimiento sería igual al fervor de la perseverancia, pero de una manera equivocada. En definitiva, la ortografía no debería existir, ya que no sirve para gran cosa y puede provocar confusión.
El ferbor de la perseberancia o lo que es lo mismo el fervor de la perseverancia, con falta o sin falta ortográfica, este título encabeza un espectáculo lleno de faltas y errores perseberados o perseverados que han necesitado su tiempo para hacer comprender que lo que parece ser, no siempre ha sido así. Por ejemplo, yo mismo. Yo mismo y todo lo que se deriva de un recorrido sistólico y personal, por la simpática y romántica vanguardia actual que va desde la Edad Media hasta el concepto determinante del cuanto más equivocado, mejor. Es el placer de no ser lo que tenías que ser, convirtiéndote t mismo en la falta de ortografía, de un lenguaje que ofende
las ortodoxias.
Estamos hablando de un espectáculo equivocado lleno de razón en sí mismo que marca la diferencia entre el tiempo utilizado y el tiempo vivido.
La percepción de la falta perseberante o perseverante es siempre intil y ayuda al mismo tiempo a priorizar la irresponsabilidad del acto sobre su lógica. Esta noche seguramente será una noche de errores. Con otro título, este espectáculo funcionaría igualmente.
Carles Santos parte de una larga carrera como pianista para abarcar más tarde otras disciplinas musicales como la dirección y la composición. La suma de estas facetas, unida a la experiencia y la reflexión acumulada en otros ámbitos artísticos como el cine o el teatro cristalizan en sus trabajos escénicos, musicales y plásticos que le han valido cierto reconocimiento internacional por la originalidad de sus propuestas y el
rigor de su realización.
UNA LARGA BIOGRAFÍA
Carles Santos (Vinaròs, 1940), ha hecho muchas cosas en estos ltimos sesenta años. Empezó su relación con el piano a los cinco. Después de interpretar a los clásicos, se dedica a tocar un repertorio con obras de los compositores europeos contemporáneos (Boulez, Stockhousen, Webern). Ha participado en la msica de grandes eventos, como las Olimpiadas de 1992 y la Inauguración de la Bienal de Valencia 2001. Además, ha representado en los escenarios una amplia producción de sus obras escénicas, donde teatro, circo, danza, artes visuales, vestuario y maquillaje conforman, junto con la msica, un lenguaje personal y un sello reconocible. Algunos de sus títulos más importantes son: Ricardo i Elena, La pantera imperial y La meua fi lla soc jo, entre otros.
A partir de los años setenta decide, en tanto que pianista, dedicarse exclusivamente a la interpretación de su propia obra, siendo invitado a actuar en numerosos festivales de todo el mundo como el Festival dAutomne (París), Wintermusic 82 (Karlsruhe), Festival Msica Nova de Santos (Brasil), Foro Internacional de Nueva Msica (México), Music Theatre Festival
(Londres), New Music America 83 (Washington), etc. Su discografía se inició en 1981 con la edición en Nueva York del disco Voice Tracks. A este le siguió Piano Track y una serie de discos para piano, voz, formaciones orquestales, bandísticas o corales y bandas sonoras de espectáculos teatrales, películas y documentales.
Como consecuencia de experiencias previas en el ámbito de la performance, que suponen un preludio a su dimensión teatral, a principios de los ochenta comienza a crear una serie de espectáculos escénico-musicales representadas en diversos festivales y teatros, como el Edinburgh International Festival, Festival dAutomme de París, Festival de Strasbourg, Festival Internacional de Buenos Aires, etc.
En fin, Carles Santos es sobre todo msico. Su ferbor en la perseberancia ha construido un espectáculo adecuado a los festivales de otoño y de verano de estos mundos nuestros. Se puede ver pero se queda corto.
LOS DATOS DEL ESPECTCULO
El fervor de la perseverança
Creación y Dirección CARLES SANTOS
Msica FREDERIC CHOPIN, TOMS LUIS DE VICTORIA,
CARLES SANTOS, RICHARD WAGNER y HUGO
WOLF
Dirección artística CARLES SANTOS y MARIAELENA ROQUÉ
Ayudante de dirección ANNA LLOPART y MONTSE COLOMÉ
Iluminación RAIMON RIUS
Movimiento TONI JODAR
Asesoría de movimiento TRINIDAD GARCÍA
Sonido DAMIEN BAZIN
Vestuario y caracterización MARIAELENA ROQUÉ
Actriz ANNA YCOBALZETA
Intérpretes CLUDIA SCHNEIDER (mezzosoprano)/
ILONA SCHNEIDER (soprano)
CARLES SANTOS (piano)
Dibujos MARIAELENA ROQUÉ
Realización de animación NACHO VILLARÓ
Ayudante de animación LILIANA FORTUNY
Fotografías CARLES SANTOS
Diseño de sistema audiovisual MIGUEL RUBIO
Programador CLAUDIO NERVI
Construcción de elementos escénicos Antigua & Barbuda SL
Realización de vestuario Taller Cia. Carles Santos
Producción y coordinación técnica SUSANA JOVÉ
Técnico de iluminación ALBERTO BARBER
Técnico de iluminación ALBERTO BARBER
Maquinistas BEATRIZ GONZLEZ JORDI ESTUDIS
Sastra ISABEL CAMPOS
Producción Companyia Carles Santos
Coordinación de producción Collserola Pc / Isabell Castellet
Producción ejecutiva M.O.M / El Vivero / Marta Oliveres / Companyia
Carles Santos
Secretaría ARTUR SEGARRA
Administración MANOLITA ALFAFAR
Coproducción Teatre Lliure, Festival dÒpera de Butxaca, Temporada Alta 2006 Festival de Tardor
Girona/Salt, Les Nuits de Fouviere 2007, Festival Internacional de las Artes de Castilla y León 2007,
Ajuntament de Sabadell
La Companyia Carles Santos está subvencionada por el ICIC-Generalitat de Catalunya, INAEM del
Ministerio de Cultura, ICUB- Ajuntament de Barcelona
Companyia Carles Santos
Más en
Festival de Otoño de Madrid
www.madrid.org/fo2007
Teatro Español
http://www.esmadrid.com/teatroespanol/jsp/index.jsp
Companyia Carles Santos
www.carles-santos.com
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