Luc Bondy, vaca sagrada del teatro actual, propone un escenario circular semirodeado por los espectadores, de los que se separa por un foso aparentemente incómodo e inservible al que descienden y del que remontan continuamente los actores con cierto riesgo de abrirse la cabeza con los marcos de las ventanas que cuelgan del techo. La plataforma circular va girando levemente a lo largo de las dos horas de espectáculo. La escenografía es brillante, un apartamento de estudiante rico en el primer acto, una buhardilla de gente modesta, en el segundo. El vestuario es de época.
Resulta ser el marido de la amante del estudiante atormentado, que descubrimos ahora no lo está por grandes dilemas filosóficos sino por el temor de que el marido descubra sus amoríos. Así ocurre, y al estilo de la época lo desafía a duelo a muerte. Pobre chaval, que sólo tiene un bonito uniforme pero apenas sabe lo que es una pistola. Con la perspectiva de enfrentarse a la muerte a la mañana siguiente, el protagonista queda con la protagonista por la tarde, más suponiendo que nunca podrá ir a la cita que esperando ser el ganador del duelo.
Sweet Nothings es una actualización libérrima de Liebelei (Amoríos), el tercer drama de Arthur Schnitzler, cronista de la Viena de principios del siglo pasado y autor de Relato soñado, obra en la que se basó Stanley Kubrick para su película Eyes Wide Shut. Se estrenó hace un par de meses en Londres y, camino de los festivales de teatro de Viena y el Rurh, se detiene brevemente en Madrid: otro acierto, y van unos cuantos, del insustituible Festival de Otoño en primavera de Madrid.
Schnitzler (1862-1931) era médico de profesión, un pedazo de intelectual centroeuropeo autor de 48 obras dramáticas, 58 relatos de variable extensión, tres ensayos, un libro de aforismos y otro de recuerdos autobiográficos, Juventud en Viena. Creador de personajes psicológicos complejos, investigador en las profundidades del alma humana donde se combinan las pulsiones del deseo complicando las bondades amorosas. Su obra queda convertida al género de enredo amoroso décimonónico con trasfondo de lucha de clases, producto británico de exportación rentable en los ltimos años.
Qué actores. Kate y Natalie estuvieron gigantescas y achicaron la presencia de Hayley y Tom, un poco estereotipados. Fue una larga sesión de teatro de máxima categoría con la que no pudimos conectar demasiado emocionalmente. Los dos actos tienen méritos propios, la dramaturgia del primero, la atmósfera del segundo. En medio, un descanso que hizo la jornada más que completa.
XXVII festival de otoño en primavera
Comunidad de Madrid
Sweet nothings, de ARTHUR SCHNITZLER
En versión de DAVID HARROWER
Dirección LUC BONDY
Teatros del Canal
Sala Verde
www.teatrosdelcanal.org
26, 27 y 28 de mayo a las 20.30 horas.
29 de mayo a las 17 y 21 horas.
30 de mayo a las 18.30 horas.
Escenografía e iluminación KARL-ERNST HERRMANN
Vestuario MOIDELE BICKEL
Sonido GARETH FRY
Dramaturgia GEOFFREY LAYTON
Adjunta a la diseñadora de vestuario EVA DESSECKER
Intérpretes
KATE BURDETTE
HAYLEY CARMICHAEL
NATALIE DORMER
TOM HUGHES
JACK LASKEY
DAVID SIBLEY
ANDREW WINCOTT
Una coproducción de Young Vic, Wiener Festwochen y Ruhrfestspiele Recklinhausen.
Un co-encargo del Warwick Arts Centre.
Más información en
www.youngvic.org
www.festwochen.at
www.ruhrfestspiele.de
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