Los grandes artistas norteamericanos del ltimo siglo no son muy conocidos en España y esta exposición es adecuada para desfacer el entuerto, pues se basa en la Phillips Collection, la cual conformaría el primer museo de arte moderno de los Estados Unidos y que por vez primera en su historia abandona su sede de Washington en un excepcional conjunto. Made in USA es una interesante oportunidad para descubrir el arte norteamericano del siglo XX.
Los autores incluidos son aquellos que Duncan Phillips (1886-1966), el fundador de la Phillips Collection, consideró los más adecuados para conformar en 1921 el corpus del primer museo de arte moderno de los Estados Unidos, inaugurado casi una década antes de que en Nueva York se abrieran el Museum of Modern Art y el Whitney Museum of American Art. Encontramos creadores que aunque elaboraron una obra original, habían asimilado las grandes tradiciones pictóricas del pasado y así marcaron el devenir del arte de la superpotencia, considerado siempre raquítico en comparación al resto de los logros de este país que lo convertirían en el amo del mundo. Descubramos el arte estadounidense, sus raíces, su evolución, sus preocupaciones y sus logros, pues lejos de su leyenda negra, sus manifestaciones fueron poderosas desde su mismo inicio.
Tal como el departamento de comunicación de la Fundación Mapfre ha resumido didácticamente, Phillips consideraba que en el siglo XIX surge la gran escuela americana de pintura de paisaje, en la que se interpretaba el mundo natural con un estilo romántico que confiaba más en la visión interior del artista que en el detalle laborioso. Ya en la segunda mitad del siglo XIX, los pintores más jóvenes buscaron alternativas al sentimentalismo de la pintura americana de género, y también a la grandiosidad teatral y el realismo microscópico de la Escuela del Hudson, que trataba el paisaje del Nuevo Mundo como un don divino concedido al hombre. El arte americano alcanzó su mayoría de edad en la obra de artistas de genio independiente como George Inness, Winslow Homer, Thomas Eakins y Albert Pinkham Ryder entre otros; pintores, considerados los grandes maestros de América, que tenían una visión de la naturaleza y de la psicología profunda del individuo. A partir de ellos se comienza a configurar la sensibilidad moderna en los Estados Unidos.
La naturaleza y la tierra ocupan un lugar privilegiado en el arte de los Estados Unidos. El campo siguió seduciendo a los artistas americanos en el siglo XX que aspiraban a reinterpretar el paisaje de una manera atrevida y expresiva, que reflejase su respuesta personal a elementos visibles e invisibles, en estilos que a menudo eran adaptaciones de los de sus contemporáneos europeos. Muchos de ellos, formados como realistas en las academias de Nueva York, Filadelfia y Europa, prefirieron olvidarse de la ciudad, sus habitantes y su industrialización, y experimentar el impulso moderno a través de la representación utópica de la naturaleza vivida en soledad. La generación joven, descontenta con la insistencia del impresionismo en los paisajes íntimos y domesticados, combinó el realismo heroico de Winslow Homer y la abstracción romántica de Ryder para engendrar un arte vanguardista desprovisto de sentimentalismo.
La urbanización de los Estados Unidos era un hecho que ponía a prueba la propia identidad agraria de la nación que la pintura norteamericana se había encargado de transmitir. Los artistas modernos se sintieron atraídos por los lados oscuros y miserables de la vida de la ciudad. Liderados por Robert Henri, John Sloan, George Bellows y Edward Hopper, entre otros, se impusieron el cometido de pintar la cotidianidad de las barriadas obreras del Lower East Side de Nueva York, con sus interiores en penumbra habitados por matronas de la alta sociedad y jovencitas virginales. Desde la figuración, exploraron comunicar las emociones por medio de la composición, el color y la línea. Los temas, la paleta oscura y el estilo agresivo de aquellos artistas revolucionarios de Nueva York les ganaron pocos admiradores entre los coleccionistas, y todavía menos en los museos. Motejados de apóstoles de lo feo, se les bautizó como the Ashcan school [La escuela del cubo de basura], en una clara alusión a su temática.
La inmigración masiva unida a la Gran Migración en la que miles de afro-americanos abandonaron el sur agrícola por las ciudades industriales del norte, transformó la realidad social norteamericana. Estos movimientos demográficos favorecieron la eclosión de una generación de artistas que se atrevieron a dar voz a la experiencia de sus comunidades de origen. En las décadas de 1920 y 1930, la creciente popularidad de la pintura figurativa de la American Scene, un espejo de la experiencia del pueblo y el arte americano, empezó a reflejar la multiplicidad étnica del país. Artistas venidos de toda Europa, de América Latina y de Asia robustecieron la diversidad estética de los Estados Unidos.
El cubismo desarrollado en Francia irrumpió en el panorama estadounidense en 1913, en la In-ternational Exhibition of Modern Art, más conocida como Armory show, una exposición de arte contemporáneo organizada y escogida por un grupo de artistas americanos de vanguardia. La Armory show comprendía cerca de 1.300 obras. La crítica norteamericana conservadora y un pblico acostumbrado a la pintura figurativa encontraron anárquico y escandaloso el cubismo analítico. Al margen de las consideraciones de pblico y crítica, Karl Knaths, Stuart Davis y John D. Graham, miembros de la primera generación de abstractos de Norteamérica, que en muchos casos habían vivido en Europa y que conocían a la perfección el arte que allí se elaboraba, hicieron suyas las lecciones del cubismo. Otros pintores modernos, como John Marin, influidos por el cubismo y el futurismo europeos, buscaron temas en la ciudad y la industrialización de América desde una sensibilidad muy distinta. En 1936, gracias a entre otros Ilya Bolotowsky y George L. K. Morris, se funda en Nueva York la American Abstract Artists Association, un foro de discusión y debate sobre el movimiento.
A finales de la década de 1930 los artistas americanos y europeos ponían cada vez mayor énfasis en la abstracción como un lenguaje visual universal basado en la forma y el color puros, al margen de la naturaleza o derivado de ella. Gran parte de los pintores abstractos americanos estaban muy atentos a lo que ocurría en la filosofía, la ciencia, la psicología, la religión y la msica, en las que encontraban un estímulo para realizar sus experimentos con la realidad visual e impulsar su arte hacia nuevos territorios. Algunos estaban impregnados de las filosofías orientales (Morris Graves), algunos rozaban el panteísmo y tenían firmes convicciones sobre las cualidades espirituales de la naturaleza (Karl Knaths), mientras que otros se mostraban interesados en las teorías psicoanalíticas (Jackson Pollock) o en los rituales antiguos (Theodoro Stamos). todos ellos emprendieron un camino que acabó desembocando en un lenguaje visual abstracto que prescindía del objeto.
En las décadas de 1940 y 1950, con la aparición del expresionismo abstracto, el primer estilo verdaderamente internacional nacido en los Estados Unidos, la ciudad de Nueva York pasó a ser la capital de la vanguardia del arte mundial. Reaccionando contra el realismo figurativo sentimental del arte regionalista americano de los años treinta, los pintores vanguardistas de las décadas de 1940 y 1950, como Adolph Gottlieb, Robert Motherwell y Mark Rothko, entre otros, buscaron un nuevo lenguaje visual que fuera abstracto y sobre todo intrínsecamente americano. Afectados por las fracturas políticas de la segunda Guerra Mundial y sus secuelas, aquellos pintores pensaban que el artista contemporáneo se enfrentaba a lo que ellos llamaban una crisis de contenidos. Versados en el pasado clásico, absorbieron estilos internacionales contemporáneos como el surrealismo y la abstracción europeos, al tiempo que buscaban inspiración estética en fuentes no occidentales.
Y después? Umm, quién sería capaz de traer una retrospectiva del ltimo medio siglo del arte yanqui, quién podría guiarnos entre las galaxias de la posmodernidad
Made in USA. Arte Americano de la Phillips Collection
FUNDACIÓN MAPFRE
6 octubre 2010 16 enero 2011
SALA DE EXPOSICIONES RECOLETOS F
Paseo de Recoletos, 23. 28004 Madrid
Portal educativo: http://www.enredarte.com