guía cultural

En busca del secreto de ‘Una vida robada’

José Catalán Deus | Jueves 23 de enero de 2014

Un tema de actualidad -niños robados-, un elenco popular -viuda y nieto de Paco Rabal-, un escenario de postín -Teatro Fernán Gómez- y un productor experimentado -Juanjo Seoane- podría pensarse que es una fórmula mágica para el éxito, pero todo necesita basamento y en teatro el basamento es autenticidad, algo especial que contar. Una vida robada es un drama pasable, montado aceptablemente e interpretado más o menos bien. Con una duración correcta (afortunadamente menor a la anunciada) y una arquitectura precisa, puede verse sin traumas aunque no vaya a deslumbrarle.

Toda gran familia oculta un gran secreto, dice en su subtítulo. Pera esta familia es pequeñita y su secreto, previsible. Su autor, Antonio Muñoz de Mesa, explica que tiene como telón de fondo la trama real de los bebés robados que sucedió en España entre los años 60 y 90: un invento sensacionalista de los medios que ni tiene trama ni es real, y que siempre ha producido vergenza ajena. Con este oportunismo temático no se puede llegar lejos y efectivamente no se llega. Mejor hubiera sido dejar la propuesta sin telón de fondo, en ua peripecia personal e intransferible, una historia humana como tantas.

Utilizando al personaje de Luz como elemento edípico, que busca una verdad cuya revelación será difícil de asimilar, explora el tema de la propia identidad, habiendo sido esta violentamente sustraída. Hasta qué punto podríamos bucear en nuestro árbol genealógico sin sufrir un shock? De verdad queremos saber de dónde venimos? Cuál es el precio que paga una persona por saber quién es? Es cierto el dicho (de) que la verdad te lleva a todas partes menos donde t quieres? Es necesario cerrar las heridas del pasado para poder vivir el presente?, nos plantea el autor literaturizando en demasía ese viejo tópico del terrible drama de desconocer tus padres biológicos, cuando sobre los genes, el ambiente manda. Viejo tema en un mundo de teros de alquiler, espermatozoides comprados y reproducciones asistidas.

Muñoz de Mesa dice que su criatura es heredera de obras como El Pato Salvaje de Ibsen, Edipo Rey de Sófocles o Incendies de Wajdi Mouawad. Pero a todo se le puede encontrar genealogía que se remonte a Adán y Eva. Estamos simplemente ante una joven que quiere saber quien fue su madre (y sin embargo no le interesa en absoluto quien fue su padre) y consigue ser contratada para atender a un anciano con Alzeheimer que es el ginecólogo que atendió su parto con la esperanza de averiguar quién fue la desconocida que la parió antes de que la dieran en adopción. Construida en forma de capítulos cortos separados por fundidos en negro, la pieza está bien tramada y los diálogos son verosímiles; el nudo argumental es bastante endeble y la escena final, confusa. Resultan aceptables los personajes an con su carencia de matices. Con una escenografía justa y pelada, se trata de una producción barata donde todo se fía al tirón taquillero de Asunción Balaguer, toda una actriz con 88 años de edad que ya a los 15 hacía un papel en una obra de Lope de Vega y que con 26 se casó con Francisco Rabal en enero de 1951. Ya tiene mérito el simple hecho de que salga al escenario. Interpreta a una Olvido sin complejidades.

La acompañan Carlos lvarez-Novoa en el papel de un anciano enfermo que fue un ginecólogo importante y ahora es un viejo insoportable (un papel a medida del recuerdo de Paco Rabal, que ahora tendría 86 años), Ruth Gabriel en el de una mujer con cojera de nacimiento obsesionada absurdamente por saber quién fue su madre, y Liberto Rabal como Julito, el hijo sensato del venado doctor. En la dirección actoral se echan en falta más matices, mayor complejidad. Al primero le perjudican las ristras continuas de insultos malsonantes que pronuncia; a la segunda la falta de un plus de tensión, siempre más convincente que esa cojera recurrente; y al tercero -que al parecer debuta en las tablas- le encontramos en su modestia el más ajustado y creíble de los cuatro, actores todos más de plató que de escenario, lo que da ventaja evidente a lvarez-Novoa, el más teatral de todos, con intervenciones importantes en los ltimos tiempos, llámense La vida es sueño con Calixto Bieito Edipo con Lluís Pasqual, Historia de una escalera y Puerta del Sol con Juan Carlos Pérez de la Fuente o Bodas de sangre con José Carlos Plaza. Lástima de carcajadas forzadas y tacos a tutiplén.

La dirección es compartida y aceptable, sin aportaciones destacables ni errores graves. A la producción le falta un plus de ambición y al equipo un plus de excelencia. Pero la obra se deja ver, ni agobia ni cansa: cumple justito. Como cumplió el escaso pblico presente en la función de este miércoles, aplaudiendo educadamente sin mostrar entusiasmo ni tampoco dar signos de rechazo.

Aproximación al espectáculo (del 1 al 10)
Interés, 5
Argumento, 5
Texto, 6
Dirección, 6
Escenografía, 5
Interpretación, 6
Producción, 5
Documentación para los medios, 5
Programa de mano, 5

TEATRO FERNN GÓMEZ
Una vida robada
De Antonio Muñoz de Mesa
Del 11 de enero al 2 de marzo de 2014

Equipo artístico
Dirección: JULIN FUENTES RETA Y ANTONIO MUÑOZ DE MESA
Escenografía: IVN ARROYO
Iluminación: JESÚS ALMENDRO
Espacio sonoro: INAKI RUBIO
Una producción de Juanjo Seoane

Reparto
Olvido ASUNCIÓN BALAGUER
Doctor Nieto CARLOS LVAREZ-NÓVOA
Luz RUTH GABRIEL
Julio LIBERTO RABAL

Horario: de martes a sábado: 19.30 h. y domingos: 18.30 h.
Precios: 18 euros, martes y miércoles: 14 euros
Duración: 95 min. aprox.