guía cultural

Dunas y velos que mueve el viento

José Catalán Deus | Lunes 26 de mayo de 2014

Viene de Bucarest y va a Pekín. La acompañan siempre las metáforas, los lirismos y las alusiones a sus largos brazos. María Pagés parió en 2009 Dunas junto al coreógrafo belga-marroquí Larbi Cherkaoui en busca de proyección al norte y de raíces al sur. Estrenada en Singapur, pasó fugazmente por Madrid confirmando el buen nivel y los muchos aciertos del espectáculo, a pesar de resultar conceptualmente discutible y sin duda inferior a Utopías, su ltima creación, ya de 2011. Seguimos esperando algo nuevo de quien está considerada entre los mejores artistas flamencos, más allá de esta discutible bsqueda en el Sahara de unas raíces que se encuentran en el Indostán.

Cherkaoui, que an no ha cumplido los cuarenta, es belga de padre tangerino inmigrado en los años 60. Es el paradigma de la multicultura global de nuestros días. Tan pronto trabaja con la sevillana María Pagés como con el indio Shantala Shivalingappa. Tan pronto se imbuye del universo estético de los monjes Shaolin en su montaje Sutra, como incursiona en el tango y presenta mlonga. Es el coreógrafo ecléctico por antonomasia, que todo lo recicla y todo lo aprovecha.

Cherkaui quería reivindicar sus orígenes árabes y captó que a través del flamenco sería más aceptable la aproximación. Se la propuso a Pagés, que por entonces consolidaba su proyección internacional. Se juntaron las ganas y los objetivos de ambos. Fueron a buscar inspiración a las turísticas dunas de Merzouga, en el sahara marroquí, y así nació este espectáculo presentado como unión de flamenco y danza contemporánea, pero más bien en la estela ya muy explorada desde los años 80 de anclar el flamenco en un paradigma mediterráneo con fuerte sabor magrebí, ecos otomanos, sazones balcánicas y un punto hebreo de caminos sefarditas. Para poner msica a esta idea, Cherkaoui se trajo a su amigo y colaborador Szymon Brzoska, polaco de origen pero con idéntica formación belga y similar horizonte trasnacional, con el que ya había construido su viaje al kung-fu de Sutra, mientras que Pagés aportó a su compañero de fatigas artísticas Rubén Levaniegos, el joven sevillano que ya hizo la msica y los arreglos de anteriores espectáculos suyos, Autoretrato y Utopía. Ambos se complementan y se alternan pero no se funden; sus msicas se suceden sin mezclarse.

Porque Dunas efectivamente es una sucesión de msicas y coreografías con cierto parecido pero autónomas, a las que presta la continuidad necesaria una escenografía que imita el universo cambiante de formas y colores de las dunas con el ondear de telas diferentes en una estética muy hermosa a la par que sencilla que una iluminación sobresaliente potencia sin desmayo.

Al inquieto y emprendedor Cherkaoui no puede pedírsele un doctorado en todo lo mucho y diverso en que le gusta meterse; y en Dunas comienza creando expectativas en su forma de deconstruir el usual (y tan envarado) baile masculino flamenco pero termina haciendo el payaso, dicho esto sin intención peyorativa sino nicamente descriptiva. Tirado por los suelos, desmadejado, patético, un genuino payo guiri al que la flamenca de turno saca a bailar para solaz del grupo que le acompaña en cualquier incursión turística. No ha entendido nada de la danza flamenca y en sus aportaciones centroeuropeas queda un tanto repetitivo en el aletear de manos y un tanto circense en sus piruetas y contorsiones. También el hombre muestra otras habilidades manuales, dibujando figuritas en una pantalla y haciendo muñecos con telas varias. Pero da la impresión que él mismo acepta que estas dunas no son lo mejor de su enorme repertorio.

María Pagés baila bien, como siempre lo hace, convence en sus zapateos y exhibicioses de palillos, está en su sitio, siempre elegante, siempre medida. Sigue manteniendo en pblico que en el desierto se hunden algunas de las raíces del flamenco, pero seguro que coincide en que no todas ni las principales. Hace años que no tiene tiempo para crear un nuevo espectáculo entre tanta gira. No debería prolongar este vacío ni una sola temporada más, pues sus dos ltimos trabajos ya mencionados Autorretrato y Utopía son de 2009 y 20011 respectivamente (ver nuestras reseñas de entonces).

Junto a la escenografía (destacando el diseño de iluminación de Felipe Ramos y el teñido de telas de María Calderón) debemos ensalzar la msica original y su interpretación en directo, con mención especial a la pianista y al percusionista de la velada.

El balance final de Dunas es más filomusulmán y panárabe que andaluz, español y europeo, en buena medida debido a que el cantante tangerino El Arabi-Serghini -que graba en España desde hace muchos años, principalmente con Eduardo Panigua- se hace con el protagonismo final y eclipsa el resto.

Pagés entiende el flamenco como un arte en evolución, contemporáneo y vivo, y en ese trabajo creativo tiene derecho a equivocarse a veces. En Dunas hay cosas feas, como la espantosa escena de boxeo o el palizón rítmico de la bailaora al bufón; momentos brillantes, y alguna reiteración como la que termina anulando por excesiva duración el magnífico recurso de la pizarra proyectada. El final despista, pues las dunas se trasmutan en velo islámico, en cierta apología del hiyab, y el espectáculo en vez de traernos el desierto a centroeuropa nos termina trasladando a un lugar imaginario que limita con Estambul y huele a la mítica Sefarad. Otro espectáculo étnico destinado a gustar en los festivales internacionales y entre pblicos consumidores de entretenimiento como el que llenaba a rebosar la sala roja del Canal el primero de sus tres pases madrileños.

Aproximación al espectáculo (valoración del 1 al 10)
Interés: 6
Concepto: 6
Coreografía: 6
Dirección: 7
Msica: 8
Escenografía: 8
Realización: 8
Producción: 7
Programa de mano: 6
Documentación a los medios: 5


Teatros del Canal Sala Roja
Dunas
Del 23 al 25 de mayo de 2014

Creación, coreografía y dirección: María Pagés y Sidi Larbi Cherkaoui
Bailarines, María Pagés, Sidi Larbi Cherkaoui
Msicos, Barbara Drazkowska (piano), Ana Ramón (cante), El Arabi-Serghini (voz arabe), Fyty Carrillo (guitarra), David Moñiz (violín), Chema Uriarte (percusión)

Msica original: Szymon Brzoska y Rubén Lebaniegos
Msica taranto José Fyty Carrillo
Letras Rubén Lebaniegos, Larbi El Harti, Zalman Shneur, El Arabi-Shergini, María Pagés, Popular
Diseño de iluminación Felipe Ramos
Diseño de vestuario Alexandra Gilbert, María Pagés
Diseño de sonido Albert Cortada
Diseño de vídeo Joan Rodón
Asistentes de coreografía Nienke Reehorst, José Barrios
Asistentes adicionales a la coreografía Kazutomi Kozuki, Helder Seabra (Eastman Dancers)
Teñido de telas María Calderón

En coproducción con Esplanade-Theatres on the Bay (Singapur), INTEREG, Festival Temporada Alta, Festival Estivales (Perpiñán), Les Nuits de Fourvière (Lyon), Sadlers Wells (Londres), Festival de Otoño de Madrid, Festival Mawazine, Rythmes du Monde (Marruecos).

Con la colaboración de Teatre-Auditori Sant Cugat y Centro Niemeyer (Avilés).
La investigación para Dunas fue apoyada por Jerwood Studio at Sadlers Wells de Londres.