María Casal es una veterana actriz muy televisiva que tras realizar dos cortos cinematográficos se arriesga ahora a dar el salto como autora teatral con una comedia sin complicaciones, aceptable, que muestra capacidad de observar sin perder la sonrisa, lo que es bien meritorio desde nuestro siempre adusto punto de vista. Lobas sirve para pasar un rato, con trama un tanto imposible y diálogos a veces ingeniosos, con chistes fáciles y argumento trivial, eso que llaman oxigenante para no decir ligero, muy ligero.
A sus 56 años aquella jovencita que debutara en el Un,dos, tres responda otra vez, ha debido verlo todo en su oficio, y sus apuntes sobre la profesión de actor tienen la virtud de lo sincero. Su personaje, una actriz reciclada en directora de casting, -lo que la permite vivir en un ático del Paseo de la Castellana y elegir jovenzuelos entre tanto aspirante a actor como maneja-, es el mejor de los tres, el más auténtico. La secundan su novio de turno, un camarero que le da a todo con tal de medrar un poco, y la madre del cordero, superficial y dicharachera. Los tres forman un triángulo peculiar que al final encuentra su equilibrio.
En Lobas nos reímos del miedo, de la pérdida del amor, de un pasado doloroso, de lo que pudo ser y, seguramente, ya nunca será Nos atrevemos a no tomarnos en serio cuando enseñamos las heridas, las vergenzas, las imperfecciones, los daños. Tomamos con humor ese poquito de orgullo que todavía nos queda, pero no sabemos qué hacer con él, describe María Casal la intención de su pieza.
Son personajes que hablan del amor sin conocerlo, de las relaciones humanas, de la maternidad, del envejecer, de la ambición, todo en plan irónico, o mejor, sarcástico, como apunta la protagonista. Montada en dos actos entre los que ha pasado año y medio de sus vidas, la autora/directora no se ha planteado grandes metas ni desafíos, y en ello ha acertado. La escenografía es de puro trámite, la iluminación no pestañea y el sonido auxiliar -limitado a un par de llamadas de teléfono móvil y varios portazos, con una mediocre msica introductoria- atruena. Una puesta en escena con cero de valor añadido. Igual tónica reviste la dirección de actores: cada cual hace lo que puede. Sara no parece arrogante, Manuel no es seductor y a Emilia no se la ve cariñosa. En conjunto, las dos lobas se defienden mejor que el corderito.
El final es optimista, lo adelantamos como punto favorable. Una comedia sin acritud, una visión suave de las dificultades llevaderas de la vida. Personajes como tantos. Historias de ir tirando. Teatro comercial de trámite.
María Casal merece el beneficio de los se atreven: puede estar satisfecha, aunque ayer domingo sólo estuvieran ocupadas un tercio de las localidades. Hubo risas y sonrisas, y aplausos comedidos al final.
Aproximación al espectáculo (del 1 al 10)
Interés, 5
Texto, 7
Dirección, 6
Interpretación, 6
Escenografía, 4
Producción, 4
Fernán Gómez. Centro Cultural de la Villa Sala Dos
LOBAS
Del 5 al 29 de junio de 2014
Texto y Dirección, María Casal
Producción, Carlos Batres
Reparto:
Sara, María Casal
Emilia, Luisa Fernanda Gaona
Manuel, Mario Sánchez
Duración, 80 minutos
Precio, 16
Miércoles a sábados- 20:30 horas
Domingos 19:30 horas
Encuentro con el pblico el 19 de junio.