Alma-Tadema y la pintura victoriana en la Colección Pérez Simón es una exposición atípica y hasta diríamos que a contracorriente, no apta para prejuiciosos militantes de la fealdad y la ruptura. Es de una belleza tan rutilante que casi incomoda, y el día que fue presentada a la crítica especializada estaba adornada por hermosos ramos de flores entre los que, frente a la perla de la exposición -Las rosas de Heliogábalo, 1888, de Lawrence Alma-Tadema- se mostraba el más impresionante conjunto de rosas que recordamos, tan enorme y poderoso como para perfumar la gran sala intensamente.
En la segunda mitad del siglo XX fue el pop art: marcas, mercados, famosos y consumo se apoderaron del arte partiendo de una Gran Bretaña laborista. Un siglo antes, en la segunda mitad del siglo XIX, la pintura británica del imperio victoriano se inspiró en la cultura clásica grecorromana y en las leyendas medievales para crear imágenes de estética decadente mientras la revolución industrial barría las viejas estructuras agrarias. Fue el Aesthetic Movement, un movimiento estético rayano en esteticista que pronto fue juzgado como el colmo de lo reaccionario y ha estado vetado de la vida cultural hasta hoy mismo. El Thyssen este verano, por conjunción de factores que no viene al caso desentrañar ahora, presenta juntos vistazos vistosos a ambas ambas antagónicas tendencias en sus salas veraniegas (ver nuestra reseña de Los mitos del pop). Un cóctel sugerente, una combinación muy, muy sui géneris.
Pintura victoriana, pintura inglesa del siglo XIX. Frederic Leighton, Edward Coley Burne -Jones, Albert J. Moore o John William Waterhouse cultivaron en sus obras valores la vuelta a la Antigedad clásica, el culto a las beldades y la bsqueda de la armonía visual, todo ello ambientado en decorados suntuosos y con frecuentes referencias a temas medievales, griegos y romanos. Y al frente de todos ellos, el holandés Lourens Tadema, rebautizado Lawrence Alma-Tadema, aclamado por la burguesía aristocrática británica y tan inmerso en la estética clasicista que sus dos residencias en Londres fueron decoradas como palacios pompeyanos.
Son cincuenta obras pertenecientes a una de las más importantes colecciones de arte del mundo iberoamericano, la del supermillonario de orgen asturiano Juan Antonio Pérez Simón, que emigró a México en 1942 y actualmente es uno de los más prósperos empresarios del país, íntimo socio de Carlos Slim, el hombre que encabeza la lista Forbes como el más rico del mundo. Pérez Simón tiene una impresionante colección de arte que supera los 1.500 cuadros y es un especialista en encontrar oportunidades que el mercado descarta temporalmente. Así ha construido una de las más importantes colecciones del mundo en pintura victoriana, y para airearla la trae ahora a Madrid tras haberse presentado previamente en París y Roma y marchar después a Londres.
Pérez Simón ha ido juntando pintura británica de los reinados de la reina Victoria (1837-1901) y de su hijo Eduardo (1901-1910), después de que fuera arrumbada estrepitosamente, condenada al infierno e ignorada por museos y coleccionistas durante casi un siglo. Pero tras tanta modernez y posmodernez, tras tanta vanguardia y postvanguardia, el péndulo de los gustos y los mercados está abandonando la fealdad, el cutrerío, y quizás volviendo a las esencias. Esta gira mundial del arte victoriano de la Colección Pérez Simón sin duda que va a multiplicar su valor y prestigio.
Obras emblemáticas como Muchachas griegas recogiendo guijarros a la orilla del mar, de Leighton; El Cuarteto. Tributo del pintor al arte de la msica, de Moore; Andrómeda, de Poynter; y La bola de cristal, de Waterhouse, están presentes en una muestra dominada, como precisa su título, por óleos de Alma-Tadema, ampliamente representado con trece obras.
El periodo cronológico que abarca la muestra comienza en 1860, con la disolución de la Fraternidad Prerrafaelita, y termina cincuenta años después, con el inicio de la Primera Guerra Mundial, que cambió drásticamente el gusto de los británicos. Las obras se despliegan en torno a seis capítulos temáticos: Eclecticismo de una época; Belleza ideal, belleza clásica; Alma- Tadema, entre reconstrucción histórica y ensueño; El rostro, espejo de la belleza; Del prerrafaelismo al simbolismo y Entre tradición y modernidad.
Encuadres cuidados, composiciones medidas, paisajes y arquitecturas armoniosas y sobre todo mujeres bellas, los pueblan, los protagonizan. Son mujeres pensativas, enamoradas, soñadoras, bondadosas, lascivas o malvadas, que se transforman en heroínas de la Antigedad o del Medievo. Este culto a la mujer conduce hacia el onirismo y la magia del movimiento simbolista que en esta época ya se desarrolla en Europa. Es la época de oro del imperialismo británico, del apogeo de la Royal Academy multiplicado con la apertura de la Grosvenor Gallery y de su sucesora, la New Gallery, donde pudieron exponer estos pintores, de un Londres convertido en destacada capital cultural en la que la creciente actividad de coleccionistas y marchantes animaba un mercado próspero. Muchas de las obras que forman parte ahora de la Colección Pérez Simón estuvieron en manos de empresarios y hombres de negocios de los nuevos centros industriales y comerciales del Reino Unido, que adquirían o realizaban encargos directamente a los artistas. Sus sucesores las escondieron en el desván y las fueron vendiendo baratas. Ahora quizás otra generación de potentados, de brokers y financieros las recompre.
En la Fundación JAPS, Juan Antonio Pérez Simón es el Presidente, su esposa Josefina Carrera Pérez, Vicepresidenta, y la hija de ambos, María José Pérez Simón Carrera, la Directora. El largo y tórrido noviazgo que el financiero astur-mexicano mantuvo en años pasados con Silvia Gómez Cuétara, una bella viuda pasto de la prensa del corazón, parece haber terminado. El matrimonio selló pblicamente su reconciliación posando en la inauguración de la exposición ante la espectacular lluvia de pétalos rosados con la que Alma-Tadema rodeó al emperador romano Heliogábalo en su cuadro más famoso. Hemos dicho kitsch, quizás fuera mejor anacrónico, o simplemente pasado de moda. De momento.
Aproximación a la exposición (del 1 al 10)
Interés: 6
Despliegue: 7
Comisariado: 7
Catálogo: 7
Documentación a los medios: 7
Programa de mano: n/v
Museo Thyssen- Bornemisza
Alma-Tadema y la pintura victoriana en la Colección Pérez Simón
Del 25 de junio al 5 de octubre de 2014
Organiza: Culturespaces, en colaboración con el Chiostro del Bramante y el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, con el apoyo de la Fundación JAPS.
Sedes y fechas: París, Musée Jacquemart André, del 13 de septiembre de 2013 al 20 de enero de 2014; Roma, Chiostro del Bramante, del 15 de febrero al 5 de junio de 2014; Madrid, Museo Thyssen- Bornemisza, del 25 de junio al 5 de octubre de 2014; Londres, Leighton House Museum, 14 de noviembre 2014 al 29 de marzo 2015.
Comisaria: Véronique Gerard-Powell, profesora honoraria de la Université Paris-Sorbonne.
Coordinación general: Laura Andrada.
Catálogo con textos de Véronique Gerard-Powell y Charlotte Ribeyrol.
Publicación digital en la app QuioscoThyssen.
Actividades relacionadas
Conferencia: El martes 23 de septiembre de 2014, la comisaria de la exposición, Véronique Gerard-Powell, impartirá una conferencia en el salón de actos del Museo sobre La pintura victoriana y el gusto de su época.
Tarifas: Exposición temporal: entrada general: 9 , entrada reducida: 6,5 , entrada gratuita: menores de 12 años y ciudadanos en situación legal de desempleo.
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