El niño bonito del flamenco actual, el personaje más conocido dentro y fuera, el hombre de moda. Su ltima entrega es difícil de asimilar, una apoteosis de arrogancia a palo seco donde sus grandes cualidades se muestran sin freno ni tino en una mezcolanza inabarcable de caprichos y ocurrencias. Una locomotora a velocidad de vértigo sin vías que la encaucen. Irritante y espectacular, veleidoso y creativo. Un ego desbordado, un gran talento a lo bestia, un despliegue fabuloso de movimiento sonoro por parte de un telrico danzante acompañado de seis grandes personajes. Ayer se estrenó en Madrid su Fla.co.men.
Es una manera de resumir todos mis trabajos en uno, pero sin repetirlos, explica. He retomado las msicas de mis creaciones y las he organizado como un concierto. Es la misma msica pero vista con otros ojos. Hay cante y percusión con arreglos sinfónicos acompañados de un xilófono, un violín bajo y un bajo eléctrico, un poco a la manera del flamenco de antes, pero no quería que el reencuentro de estas msicas con mi cuerpo fuese igual, no es un potpurrí ni una repetición aunque se remonta a varias épocas de mi trabajo.
Galván funde su larga y creativa carrera en una juerga flamenca reconvertida en happening, en una jazz session irónica y divertida donde siete elementos humanos de difícil clasificación buscan el más sorprendente todavía, las derivas más heterodoxas, las mezclas más chirriantes, esas vueltas de tuerca imposibles que no puedes imaginarte. Un escenario feo y desabrido, ausencia de recursos teatrales, luces duras, producción austera. El monstruo sacando sonidos rítmicos de lo más recóndito, de debajo de las piedras, de todo su yo y toda su circunstancia; desplegando una expresividad corporal inigualable; tejiendo y destejiendo a voluntad, hasta caprichosa y displicentemente, un entramado del que quiere dejar claro que se lo sabe todo.
Un espectáculo complejo que no puede captarse a la primera, que debería verse dos veces al menos para diseccionar emocionalmente tan rico contenido de matices y sugerencias, de réplicas intelectuales y cabriolas conceptuales, una trama tan laberíntica de ecos e influencias, de conexiones y antagonismos musicales y corporales. Verlo dos veces, sí, siempre que se posean curiosidad y valor excepcionales.
Podría afirmarse que el trabajo de desmontaje del flamenco nunca había ido tan lejos, que nunca se había abordado simultáneamente un arco tan complejo, entre la recuperación de los sonidos y movimientos primigenios y su implantación en un universo sonoro alienado, casi de futurible globalidad.
Cuesta decirlo, pero en este espectáculo la msica nos ha parecido superior al baile, el sonido mejor que la coreografía, los personajes humanos más atractivos que sus cometidos. El remix musical, las estridencias dodecafónicas de ese portentoso violín y ese poderoso saxofón, los aires a lo Luigi Nono o a lo Giorgi Ligeti, las variaciones percusionistas de todo el equipo, los bramidos de la guitarra desbravada, ese bajo eléctrico rompedor, el ancla flamenca de los cantaores distorsionada hasta la ruptura total.
Israel Galván va sobrado de cualidades para el baile, es un dechado de recursos expresivos, pero a nuestro poco entender arriesga el amaneramiento, caricaturizarse. Su capacidad de obtener sonido acompasado con pies y manos de todo lo que le hace y rodea, es asombrosa hasta la fatiga. No se puede llegar más lejos por ese camino tortuoso que puede terminar en callejón sin salida.
Fla.co.men es una pieza tan torturada como su título, busca la cuadratura del círculo, es arriesgada, provocadora, desafiante. Se estrenó el pasado septiembre en la Bienal de Flamenco de Sevilla, y llega tras el experimento de Torobaka en colaboración con su colega británico Akram Khan. Ni una ni otra avanzan sobre lo conseguido con La Curva en 2011 y Lo Real-Le Réel-The Real en 2013.
La curva (ver nuestra reseña de entonces) fue un despegue desde el flamenco hacia la danza y la msica más vanguardistas, una combinación alquímica de baile flamenco y danza contemporánea a una altura nunca vista. Era la respuesta convincente a los que nos interrogábamos sobre cuándo la danza flamenca -una de las más potentes universalmente, si no la más- iba a dar réplica a los avances enormes que el género en su conjunto ha dado en las ltimas décadas. Lo Real-Le Réel-The Real (ver nuestro comentario en aquella ocasión)era tan audaz, creativa y plena de sugerencias y hallazgos, como caótica y desigual, repetitiva a veces, inconexa, desarticulada. Una pieza de tesis, un trabajo con argumento. En el sutil umbral entre lo logrado y lo fallido, la primera iba hacia allá y la segunda se venía de este lado. Fla.co.men se mantiene en el mismo borde del precipicio.
En todo caso, gran artista Israel Galván. Grande, sin la menor duda. Llegó al rubicón de los cuarenta años de edad bailando profesionalmente la mitad de ellos. No parece que pueda haber algo más que aprender y experimentar tras una trayectoria como la suya. Es hora de posar y madurar, profundizar y reflexionar, huir de halagos y soberbias, y buscar un espectáculo sin excesos, con belleza formal y claridad conceptual, humilde por fuera y sabio por dentro. Menos abarcar y más apretar en colocar al flamenco destilado en el centro de la danza contemporánea.
Aproximación al espectáculo (del 1 al 10)
Concepto: 7
Baile, 7
Msica: 8
Escenografía, 5
Producción, 5
FESTIVAL DE OTOÑO Y PRIMAVERA
Teatros del Canal, Sala Roja
FLA.CO.MEN
Dirección, coreografía y baile: Israel Galván
Dirección artística y coreografía de Sevillanas: Pedro G. Romero
Dirección escénica y coreografía de Alegrías: Patricia Caballero
Msicos: David Lagos, Tomás de Perrate, Eloisa Cantón, Caracafé y Proyecto Lorca (Juan Jiménez Alba y Antonio Moreno)
Diseño de luces:Rubén Camacho
Sonido:Pedro León
Director técnico:Pablo Pujol
Regidora de ensayos:Balbi Parra
Una producción de A Negro Producciones
-Coproducido porThéâtre de la Ville de París y Théâtre de Nîmes
-Con el apoyo del Instituto Andaluz del Flamenco, la Consejería de Educación Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía y el Fondo Europeo de desarrollo Regional (FEDER)
-Israel Galván es un Artista Asociado del Théâtre de la Ville de París y el Mercat de les Flors de Barcelona.
Del 8 al 10 de enero de 2015, a las 20 horas
Día 11 de enero de 2015, a las 18 horas
Duración aprox: 1 hora y 20 minutos (sin intermedio)
Encuentro con el pblico
Sábado 10 de enero, a las 21.30 horas (tras finalizar la función)
Participantes:
Israel Galván: Dirección, coreografía y baile en FLA.CO.MEN
Pedro G. Romero: dirección artística y coreografía de Sevillanas
Patricia Caballero: Dirección escénica y coreografía de Alegrías
Encuentro moderado por el periodista y crítico de danza Omar Khan
Entrada libre hasta completar aforo.