El Teatro de La Abadía acoge una experiencia innovadora y prometedora, el proyecto teatral conjunto de tres de los mejores directores de escena actuales, Miguel del Arco, Andrés Lima y Alfredo Sanzol. Cada uno está abordando uno de estos tres clásicos en 24 funciones a lo largo de esta primavera y los tres convergen además en una propina especial titulada Entusiasmo. Les ha unido una voluntad de alejarse del cogollo original -la necesaria sumisión de los humanos a los dioses- para hacer una lectura estrictamente laica. Revisar conjuntamente pero por separado los tres grandes mitos de la tragedia griega supone un pequeño hito en el teatro español. Y el desafío presenta un balance claramente positivo.
El proyecto colectivo se titula Teatro de la Ciudad y ha sido impulsado por los tres directores nombrados, y sus tres productores habituales, Aitor Tejada, Joseba Gil, Gonzalo Salazar Simpson, con los que llevan años trabajando y compartiendo proyectos, más de un centenar de espectáculos con numerosos premios y distinciones. Obvio resulta decir que se aconseja ver la trinidad completa y lo más seguida posible. Así lo hicimos y así se lo comentamos ahora.
Hay que empezar por Edipo Rey, la obra maestra de Sófocles, escrita hacia el siglo V a.C., la historia del rey de Tebas, que para salvar a su ciudad de una terrible epidemia de peste se dispone a cumplir el consejo del oráculo, investigar la muerte del rey anterior, Layo. Poco a poco descubre la terrible verdad: él es el asesino que busca, Layo era su padre y su esposa actual, Yocasta, es su misma madre. Yocasta se suicida al saberlo y Edipo decide castigarse con algo peor que la muerte, se perfora los ojos y se condena a vagar penando el resto de su existencia, despidiéndose de sus hijos e hijas para siempre.
La necesidad de saber la verdad, el imposible control absoluto del destino, y la bsqueda de su propio origen, arman la historia de un hombre que al investigar un crimen, descubre que él es el asesino de su padre y el amante de su madre, poniendo en cuestión los límites y las posibilidades del entendimiento humano, nos dice Alfredo Sanzol: Edipo descubrirá que su grandeza tenía pies de miseria. Que su historia es la del hombre que lo era todo, y en realidad era menos que nada. La historia del hombre que por salvar a la ciudad, se hundió a sí mismo. La historia del hombre que al descubrir la verdad decidió no volver a ver la luz. Cuando pensaba que era un héroe, descubre que es un asesino y que es lo más miserable que existe en la faz de la tierra. Así es como todo su mundo se derrumba.
Su propuesta dramática es la más sencilla de las tres y su versión la más apegada al original. Elige el camino de la austeridad absoluta. Cinco grandes actores y actrices sentados en la misma mesa de frente al pblico interpretan a los diez personajes y al coro. La escena no tiene más recursos que sutiles cambios de iluminación y un fragor de fondo. Juan Antonio Lumbreras consigue un extraordinario Esquilo, cuya arrogancia va dando paso a creciente inseguridad hasta desembocar en la mayor de las desesperaciones. Paco Déniz hace un Creonte cuyos silencios y miradas le imponen como coprotagonista. Elena González se encarga de los que no se sientan a la mesa, del vidente Tiresias y de la hija Antígona. Y Natalia Hernández y Eva Trancón son la esposa Yocasta y la otra hija, Ismene. Pero además ambas forman un coro de gran impacto emotivo en su clamorosa sencillez equivalente a mil voces.
Sanzol atribuye su acierto al proceso previo de seis talleres de trabajo e investigación en los que el Teatro de la Ciudad estuvo un año trabajando previamente a los ensayos propiamente dichos. Ha sido esencial un trabajo que hemos realizado al que llamaré tiempo mítico-familiar. Por analogía nos hemos acercado a estos personajes no en función de lo que se pareciesen o no a los personajes, si no que lo hemos hecho por azar/gusto/y preferencia de los actores. Luego las cosas han encajado. Y no diré que por casualidad, si no por causas que desconocemos, que es más real.
Edipo no es un actor imponente sino un joven más bien enclenque frente a una Yocasta grandota que tampoco pegaría a su personaje. Van todos peinados, vestidos y calzados de hoy día. Han huido de toda afectación y mantienen conversaciones de gente culta pero plebeya. Edipo es una obra que quiero hacer desde hace muchos años Estoy enganchado desde el año 1999. Entonces me sentía muy joven para meterme con la tragedia y, ahora, parece que ha llegado el momento en el que necesitaba contar la historia, concluye el director.
La obra dura una intensísima y breve hora. Su tratamiento distante y comedido nos parece absolutamente adecuado. No la encontramos reparo alguno. Desde hace dos mil largos años han llovido las interpretaciones y cada espectador se ha llevado la suya a casa. Todas son incompletas. Edipo Rey sigue siendo un enigma. Buscar la verdad es peligroso, pero no hacerlo es mortal.
ANTÍGONA
Nos parece probable que Sófocles escribiera Antígona después de Edipo rey, y vistas en este orden las propuestas del Teatro de la ciudad, resalta an más su continuación cronológica. Cuando Edipo ciego y vagabundo desaparece, deja a sus hijas Antígona e Ismene al cuidado de su cuñado Creonte, mientras sus dos hijos varones, Polinices y Eteocles, acuerdan turnarse anualmente en el trono. Pero en el primer cambio, Eteocles se niega y Polinices ataca Tebas al frente de un ejército extranjero. Los dos hermanos se matan simultáneamente en duelo y Creonte ocupa el trono, decidiendo no sepultar a Polinices por considerarlo un traidor, lo cual era el peor castigo posible entonces. Antígona se subleva contra la decisión sin el apoyo de Ismene. Pero cuando es descubierta y condenada a muerte, su hermana decide seguir su suerte. De poco valdrá la intercesión del hijo de Creonte y prometido de Antígona, Hemón, y las advertencias del adivino Tiresias., salvo para que Creonte perdone a Ismene y en vez de ejecutar a Antígona la encierre en una cueva para que muera de sed y hambre. Cuando Creonte termina reconociendo su error y quiere enmendarlo, Antígona se ha ahorcado, Hemón se suicida y lo mismo hace su esposa Eurídice, aunque el personaje haya sido suprimido completamente en la versión de Del Arco.
La persistencia del mito de Antígona en la cultura occidental, se entiende por condensar los que a juicio de George Steiner son los cinco conflictos fundamentales de todas las situaciones dramáticas: entre hombres y mujeres, entre generaciones, entre la colectividad y el individuo, entre los humanos y el más allá, y entre la vida y la muerte.
Creonte y Antígona. Tío y sobrina. Una muchacha enfrentada a la máxima representación del Estado. Ni Antígona ni Creonte pueden ceder sin falsear su ser esencial. Ambos tienen razón Ambos creen tenerla. Los dos obcecados en sus respectivos discursos. Sordos en los extremos Los demás, sobrecogidos, al comprobar cuán horriblemente fácil es que el ser humano quede reducido a menos de lo que es o transportado a más de lo que es, pues ambos movimientos son igualmente fatales para su identidad y su progreso, resume Miguel del Arco, que ha realizado una versión libre sobre la obra de Sófocles, tal como hizo antes con otros clásicos y desigual fortuna, ya fueran Pirandello, Gorki, Gogol o Molière.
El debate original, si debe prevalecer la voluntad divina o la humana, ha sido reconducido por Del Arco en términos estrictamente políticos, y presentado conceptual y gráficamente como un conflicto entre el poder establecido defendiendo la ley y el orden, y el descontento de unos indignados puño en alto contra una ley que les parece injusta y un orden que creen despótico. El planteamiento es muy correcto y equidistante, huyendo de los maniqueísmos de buenos y malos, e incluso justificando más de lo que hacía Sófocles el empecinamiento de Creonte, quizás porque lo interpreta Carmen Machi, y lo hace con mesurada probidad, con verdadera comprensión del conflicto interno que aqueja a todo el que ejerce el poder político. Se agradece que Creonte no sea un repugnante fascista del actual partido en el poder (el habitual panfletón insoportable), aunque resulte al final castigado por ceder demasiado tarde a reprimir su autoritarismo orgulloso, su soberbia dictatorial. Esta vez, la vuelta de tuerca nos parece acertada y fiel reflejo, efectivamente, de esa eterna e irresponsable frescura que, segn Ezra Pound, caracteriza a los clásicos.
Para mí el teatro es y debe ser fundamentalmente conflicto y uno de los más grandes que conozco es el que se plantea entre Antígona y Creonte pues engloba todos los problemas que Sófocles ya observó en la joven democracia ateniense, base de nuestra civilización occidental: individuo frente a sociedad, el ser espiritual y el ser civil o derecho natural y derecho positivo, dice el versionista y director, que sin duda se ha visto inspirado por el estreno en marzo pasado en el Barbican de Londres de una nueva versión de la poetisa canadiense Anne Carson y el director belga Ivo van Hove, protagonizada por Juliette Binoche; la puesta en escena, si bien más austera y ambientada a día de hoy, recurre también a una gran esfera iluminada dominando el escenario. Y Del Arco ha elegido una Antígona bastante parecida de aspecto físico a la citada actriz francesa.
Frente a la austeridad de Sanzol, Del Arco ha elegido el despliegue técnico, y no diríamos que escenografía, iluminación y vestuario nos hayan convencido. Frente al tono apagado y coloquial del reparto anterior, en el elenco de Antígona se impone el griterío y el fragor, la gesticulación y la mueca desde el inicio, algo que perjudica especialmente a Santi Martín en al personaje inventado (el espectro de Polinice) que inicia la pieza y al Tiresias de Cristóbal Suárez que viene casi a cerrarla. Por el contrario, las actuaciones más serenas fueron el Hemón de Ral Prieto y sobre todo el Guardian de José Luis Martínez. ngela Cremonte resulta en una Ismene desdibujada y Manuela Paso realiza un enorme esfuerzo para cumplir con esta titánica Antígona que creemos se ha enfocado hiperactuada. Sobresaliente Carmen Machi en un Creonte un tanto caricaturesco al principio pero que termina en perfecta graduación.
MEDEA
Y por ltimo (at last but not at least) llegamos a Medea, que por deseo de su adaptador y director rompe con la impronta griega para preferir la versión de Séneca a la de Eurípides, quizás más filosófica pero también más efectista. Por qué? Porque me parece muy moderna. Me gustó mucho cuando la leí por primera vez, cuando me pareció un alegato continuo sobre el dolor que produce a veces el amor. Me parece tremendo. Cómo es posible que tanto amor produzca tanto dolor Quien ha tenido pareja sabe de lo que hablo En el verso ltimo el Corifeo le grita a Medea: Vete Medea Grita por esos lugares que los dioses no existen. Y es tremendo que el corifeo, o sea Séneca, sea capaz de decir eso, que todo esto es producto de la acción de los hombres, que los dioses no tienen nada que ver, responde Andrés Lima un tanto evasivamente, aunque añade en otro momento: Considero que (Seneca en relación a Eurípides) habla de una manera más moderna, porque trabaja desde el centro del dolor de una persona a la que el amor prácticamente la lleva a la destrucción. Por nuestra parte, hubiéramos preferido por coherencia un triplete todo griego.
El caso es que una pareja de refugiados políticos, Jasón y Medea, encuentran refugio en las tierras del rey Creonte, que ahora no son Tebas sino Corinto. Al rey le gusta Jasón como yerno y decide que se case con su hija Glauce expulsando a Medea de su reino de la noche a la mañana. Medea no tiene donde ir y además va a perder a sus dos hijos. Y sobre todo es tan grande la injusticia que decide vengarse de la forma más cruel. El resto ya lo saben.
Medea es capaz de hacer una de las cosas mas atroces que podemos imaginar: matar a sus hijos. La obra plantea el enloquecimiento de un ser humano que destruye todo lo que crea, añade el director, explicando por qué es también el adaptador: Estoy bastante acostumbrado a hacer dramaturgias. La propia labor de dirección me lleva a una continua dramaturgia. Cada texto tiene sus propias puestas en escena. Me veía con ganas de hacerla y tenía a mi alcance un montón de buenas traducciones. Lo vi claro, conocía a los autores y sólo yo sabía qué quería sacar de ellos. Beber de muchos y tener una sola voz. Espero haberlo hecho con fortuna.
Su Medea es la más excesiva de las tres puestas en escena, la más espeluznante si no lo era ya suficiente por el tema. Es como si Lima se hubiera planteado rizar el rizo de lo sensacional. Quizás roza lo estrambótico. No es la línea que en general nos gusta y debemos decirlo con todos los respetos. Hay que mirar en la zona mas oscura, buscar dentro de uno mismo. Es algo radical y excesivo, de lo contrario no se llamaría tragedia, responde y puede que tenga razón.
Esta mujer prototipo de la desesperación vengativa siempre ha sido objeto de deseo de las grandes actrices. En este caso es Aitana Sánchez-Gijón la que cumple el ritual. Su Medea exige un enorme desgaste físico, emocional y sobre todo vocal. Se valora el esfuerzo aunque nos distanciemos de un enfoque que llega a rozar el esperpento en la escena central, el momento en que prepara el veneno con el que matará su rival, un momento que se hace eterna sucesión de espasmos, prolijo ritual chamánico, despliegue telrico de materia orgánica del que surge una Medea teñida y emplumada realmente de miedo. Poco puede añadirse sobre el reparto: el mismo Andrés Lima se encarga de hacer Creonte y Jasón con marcado distanciamiento, además de ser corifeo al que cruzando el escenario como quien va por la calle, sólo le falta llevar las manos en los bolsillos para parecer el vecino de enfrente. El otro narrador o corifeo es Joana Gomila, que con su contrabajo realiza anotaciones musicales mínimas e interpreta una larga y emotiva canción que no parece venir a cuento. Laura Galán es una nodriza que quiere pasar lo más inadvertida posible.
La escenografía busca lo espectacular a veces en exceso. No supimos apreciar la msica de Jaume Manresa ni la grabación coral: Desde un primer momento no quise un coro en escena, sino grabado, que me permitía jugar con las sombras de los hijos muertos Ese volumen de dolor que se desarrollaba en escena tenía que estar compensado por la belleza del texto y por la intensidad que transmitía el coro. Me he dejado llevar por las intuiciones la msica arropa y acompaña a la palabra. En este caso, creo que tiene mucho que ver con la ópera. Jaume ha estado en todo el proceso y ha compuesto una msica perfecta, pensada para este espacio. Como el soporte de las imágenes de vídeo de Miquel ngel Raió, o la iluminación de Valentín lvarez, o la escenografía de Beatriz San Juan. Con todo eso hemos creado una propuesta muy contemporánea porque creo que era la mejor manera de responder a lo que proponía la tragedia griega. Valga la autodefensa frente a nuestros reparos.
El Teatro de la Ciudad ha surgido de la preparación conjunta de aquel montaje titulado Capitalismo -que nos resultó insoportable- que se puso en el Teatro Circo Price hace un par de años. Dice Del Arco: Sueño con una sede estable en la que seguir investigando y compartiendo espacio con profesionales como los que ha unido el proyecto, donde invitar a otros para que dirijan y escriban con una cierta tranquilidad. Donde seguir produciendo espectáculos y abriendo las puertas a nuevos directores, dramaturgos, diseñadores, técnicos y nuevo pblico para que el teatro sea lo que creo que tiene que ser: un espacio constante de diálogo. Es lo que viene haciendo José Luis Gómez en este Teatro de la Abadía desde hace veinte años. Quién sabe si este equipo pueda ser su futuro relevo.
Junto a las representaciones de las tres tragedias, la Sala José Luis Alonso se convierte en punto de encuentro, con espectáculos de pequeño formato, de danza y de msica, recitales de poesía, coloquios con los creadores, charlas de expertos y otras actividades. Una propina gratuita titulada Entusiasmo donde reina el factor sorpresa, los jueves, viernes y sábados desde una hora antes del comienzo de la primera tragedia hasta una hora después de terminar la segunda, con entrada libre hasta completar aforo. El precio de la consumición incluye el precio por las actuaciones.
Lleno absoluto en las tres representaciones. Grandes aplausos en las tres. Éxito absoluto de crítica y pblico. Y el año que viene, lloverán los premios.
Bien. Inevitables las comparaciones: nuestras preferencias van en el mismo orden de la reseña. Constatamos que las tragedias hay que aplacarlas para que queden viables, posiblemente igual que las comedias necesitan un poco de seriedad. Bonito proyecto que no sabemos cómo evolucionará: Shakespeare, Chejov? Propongo Echegaray, premio nobel de 1904.
VALORACIÓN (del 1 al 10) (y por el orden reseñado)
Interés: 8, 7, 6
Versión: 8, 8, 8
Dirección: 8, 8, 8
Interpretación: 8, 7, 6
Escenografía: 8, 7, 7
Producción: 8, 8, 8
Teatro de la Abadía
Sala Juan de la Cruz
EDIPO REY
24 abril 21 junio
25 y 26, de abril, 1, 9, 10, 16, 17 y 22 de mayo y 6, 7 y 12 de junio: 19 h.
30 de abril, 21, 26 y 27 de mayo y 11, 16 y 17 de junio: 20 h.
24 de abril, 8, 15 y 23 de mayo, y 5 y 13 de junio: 21:30 h.
REPARTO
Paco Déniz
Elena González
Natalia Hernández
Juan Antonio Lumbreras
Eva Trancón
FICHA ARTÍSTICA
Dirección y versión Alfredo Sanzol
Msica Fernando Velázquez
Diseño Escenografía y Vestuario Alejandro Andjar
Diseño Iluminación Pedro Yage
Diseño Sonido Sandra Vicente y Enrique Mingo
Ayudante Dirección Pietro Olivera
Producción Nadia Corral
Producción Ejecutiva Elisa Fernández
Coordinación técnica Eduardo Moreno y Pau Fullana
Promoción/Comunicación/Fotografías El Norte S. L.
ANTÍGONA
21 abril 21 junio
2, 3, 8, 23, 24 y 29 de mayo y 13, 14 y 19 de junio: 19 h.
21 y 22 de abril, 7, 12, 13 y 28 de mayo y 2, 3 y 18 de junio: 20 h.
1, 9, 22 y 30 de mayo y 12 y 20 de junio: 21:30 h.
REPARTO
Antígona Manuela Paso
Ismene ngela Cremonte
Creonte Carmen Machi
Corifeo Santi Marín
Corifeo Silvia lvarez
Guardia José Luis Martínez
Hemón Ral Prieto
Tiresias Cristóbal Suárez
FICHA ARTÍSTICA
Texto Sófocles
Dirección y versión Miguel del Arco
Msica Arnau Vilà
Diseño de escenografía Eduardo Moreno, Alejandro Andjar y Beatriz San Juan
Auxiliar de escenografía Elisa Cano
Diseño de iluminación Juanjo Llorens
Diseño de sonido Sandra Vicente y Enrique Mingo
Diseño de vestuario Beatriz San Juan
Ayudante de vestuario Almudena Bautista
Vídeo Eduardo Moreno
Coreografía Antonio Ruz
Equipo técnico Javier Almela (sonido), Francisco Manuel Ruiz (iluminación) y Juanma Pérez (maquinaria)
Ayudante de dirección Israel Elejalde
Auxiliar de dirección Cynthia Miranda
Diseño de producción Aitor Tejada y Jordi Buxó
Producción ejecutiva Elisa Fernández
Ayudante de producción Léa Béguin
Coordinación técnica Eduardo Moreno y Pau Fullana
Construcción de escenografía Scenik, Cledin, Sfumato, Mekitron, Stonex/ETC
Promoción y comunicación elNorte Comunicación y Cultura
MEDEA
Sala Juan de la Cruz
23 abril 21 junio, 2015
24 de abril, 15, 30 y 31 de mayo y 5, 20 y 21 de junio: 19 h.
23, 28 y 29 de abril, 5, 6, 14, 19 y 20 de mayo y 4, 9 y 10 de junio: 20 h.
25 de abril, 2, 16 y 29 de mayo y 6 y 19 de junio: 21:30 h.
REPARTO
Medea Aitana Sánchez-Gijón
Corifeo, Creonte y Jasón Andrés Lima
Nodriza Laura Galán
Corifea Joana Gomila
FICHA ARTÍSTICA
Texto Séneca
Dirección y versión Andrés Lima
Msica Jaume Manresa interpretada por el Coro de Jóvenes de Madrid, Joana Gomila, Joan Roca y Jaume Manresa
Diseño de escenografía Eduardo Moreno, Alejandro Andjar y Beatriz San Juan
Diseño de vestuario Beatriz San Juan
Diseño de iluminación Valentín lvarez
Videocreación Miguel ngel Raió
Diseño de sonido Sandra Vicente y Enrique Mingo
Director del Coro de Jóvenes de Madrid Juan Pablo de Juan
Gerencia y coordinación del Coro Rennier Piñero
Ayudante de dirección Laura Ortega
Ayudante de escenografía y vestuario Almudena Bautista
Equipo técnico Javier Almela (sonido), Francisco Manuel Ruiz (iluminación) y Juanma Pérez (maquinaria)
Diseño de producción Joseba Gil
Producción ejecutiva Elisa Fernández
Asistente de producción Gonzalo Bernal
Coordinación técnica Eduardo Moreno y Pau Fullana
Construcción de escenografía Scenik, Cledin, Sfumato, Mekitron, Stonex/ETC
Promoción y comunicación elNorte Comunicación y Cultura
Agradecimientos:
Nuria Espert, José Luis Gómez, Mario Gas, Andrés Pociña, Carlos García Gual, Alberto Conejero, Juan Pablo de Juan Martín, Greg Hicks, José Sanchis Sinisterra, Juan Mayorga, Juan Cavestany, Bernardo Souvirón, Fermín Cabal, Ana Fernández Valbuena y José Padilla
EL CICLO AL COMPLETO HA SIDO INCLUIDO POR LA RED ESPAÑOLA DE TEATROS EN EL CUADERNO RECOMENDADOS DE 2015.