guía cultural

Maese Mateo en el Museo del Prado

José Catalán Deus | Miércoles 30 de noviembre de 2016

Quién puede ser considerado el mejor y más conocido escultor español de todos los tiempos? Vivió hace nueve siglos. Fue un tal Mateo, el autor del Pórtico de la Gloria de la catedral de Santiago, del que casi nada sabemos. El Prado acoge catorce trabajos suyos en granito procedentes de la fachada occidental derribada en el siglo XVI que se renen por vez primera. Una visión emocionante.

Mateo y su taller no sólo construyeron el Pórtico de la Gloria -una de las obras cumbre del arte europeo de la época-, sino también una rica fachada para el pórtico que, primero, fue modificada a mediados del siglo XVI y, finalmente, sustituida en el siglo XVIII por la actual del Obradoiro, además del coro pétreo que se instaló en los cuatro primeros tramos de la nave central de la iglesia y que fue reemplazado a comienzos del siglo XVII por otro de madera, y la denominada cripta o catedral vieja, construida para salvar el desnivel existente entre las naves de la iglesia y la plaza del Obradoiro y servir de sustento al pórtico, con el que presenta innegables semejanzas formales y, especialmente, iconográficas, con influjos franceses, italianos, e, incluso, islámicos. Ambos conjuntos estaban estrechamente relacionados complementándose, con su rica iconografía, en la transmisión de un mensaje apocalíptico y de salvación.

Distintas esculturas de estos conjuntos desaparecidos fueron reubicadas en la propia catedral, entregadas a diferentes instituciones y otras pasaron a colecciones privadas. Ahora se renen por vez primera en cinco siglos. Son, primera y principalmente, las nueve esculturas supervivientes de la desaparecida fachada exterior del Pórtico de la Gloria, incluida una recientemente descubierta de la que hablaremos a continuación; otros elementos que también formaron parte de ella como un rosetón y dos dovelas; y piezas clave para entender el coro pétreo, como un San Mateo y los Caballos del cortejo de los Reyes Magos, que hasta el siglo XVII ocupó los primeros tramos de la nave mayor catedralicia. Un total de catorce piezas que por primera vez salen de sus ubicaciones habituales para mostrar en el Prado un relato nuevo y completo del trabajo del Maestro Mateo y su taller durante cuatro décadas en la catedral compostelana, período durante el cual el templo fue sometido a una profunda transformación artística y teológica, entre los años 1168 y 1211, siempre respetando los trabajos realizados durante el obispado de Diego Gelmírez, que de 1101 a 1140 supusieron un gran impulso para el proceso constructivo de la catedral, ya que se consagraron los altares de la girola y la capilla mayor, se construyeron las fachadas del crucero Portada de Platerías y Portada del Paraíso- y se iniciaron las obras de la nave longitudinal del templo.

Pues bien, de esta extraordinaria embajada granítica llegada a Madrid, destacan las esculturas de David y Salomón, recientemente restauradas, y una Estatua-columna masculina con cartela que ha sido encontrada el pasado mes de octubre en el interior de la torre sur, la de las campanas de la catedral, y que ha supuesto un gran avance en el conocimiento de la actividad compostelana del Maestro Mateo. El bajorrelieve con los tres caballos de los Reyes Magos -reutilizado como material de relleno en la escalinata del Obradoiro y recuperado en 1978-, conserva cautivadores restos de su policromía original, y procede junto con el San Mateo, de las fachadas del trascoro y exterior, respectivamente, mientras que el resto de las obras expuestas proceden de la desaparecida fachada occidental.

Añadamos que las citadas esculturas de Salomón y David, al desmantelar la fachada fueron colocadas en el pretil de la propia logia del Obradoiro, donde han permanecido hasta su reciente restauración in situ y posterior traslado para integrarse en la muestra, y que la Estatua-columna masculina con cartela ya citada, había sido utilizada también como material de relleno. El gran rosetón que coronaba la portada central se ha reconstruido a partir de fragmentos hallados en 1961, y las dos dovelas con el castigo de la lujuria -un cocodrilo muerde el pene de un pecador y dos serpientes se comen los pechos de una pecadora- posiblemente se situaban en el arco del lado sur, cuya temática coincidía con la del arco correspondiente del Pórtico de la Gloria dedicado al Juicio Final. Las esculturas de Abraham e Isaac han sido prestadas al parecer por la familia de Francisco Franco, pues el ayuntamiento de Santiago se las regaló hace muchos años y nunca se les solicitó devolverlas. Y finalmente, también han venido a la cita las eculturas de Elías y Enoch desde el Museo de Pontevedra.

La exposición incluye las dos nicas pruebas que tenemos de que el Maestro Mateo existió realmente: la primera, el documento original firmado por el rey Fernando II de León concediéndole una pensión vitalicia de dos marcos a la semana, sobre mi mitad de moneda de Santiago, y que lo que falte una semana sea suplido en la otra, de manera que esta percepción te represente 100 morabotinos anuales. Y la segunda, los dinteles colocados el 1 de abril de 1188 en los que el mismo cantero escultor, del que se dice que trabajó anteriormente en el tramo francés del Camino de Santiago (a ver si va a resultar franchute!) quiso dejar constancia con una indeleble inscripción a cincel de que él había dirigido las obras de la catedral desde sus cimientos.

Una propuesta concentrada, para recrearse, llena de incógnitas que nunca podrán resolverse. Una de las ltimas de Miguel Zugaza, que hoy mismo ha anunciado su retirada como director del museo después de quince años trascendentales para el Prado, un director que lo ha puesto en el siglo XXI sin alharacas, con modestia y buen hacer. Enhorabuena.

Aproximación a la exposición (del 1 al 10)
Interés: 8
Despliegue: 8
Comisariado: 8
Catálogo: 9
Documentación a los medios: 8
Folleto explicativo: 8


Museo del Prado Salas 51 y 51 B. Edificio Villanueva
Maestro Mateo en el Museo del Prado
Del 29 de noviembre de 2015 al 26 de marzo de 2017
Comisario: Ramón Yzquierdo Peiró, director técnico-conservador del Museo Catedral de Santiago.
Organizada por el Museo del Prado, la Real Academia Gallega de Bellas Artes y la Fundación Catedral de Santiago con la colaboración de la Xunta de Galicia, el Xacobeo, el Consorcio de Santiago y la Diputación de La Coruña.

El catálogo que acompaña a la exposición ha contado con la participación de reconocidos especialistas como José Carlos Valle Pérez y Ramón Yzquierdo Perrín, ambos académicos de nmero de la Real Academia Galega de Belas Artes, así como de Manuel Antonio Castiñeiras, de la Universidad Autónoma de Barcelona, y del comisario de la exposición, Ramón Yzquierdo Peiró, director técnico del Museo Catedral.

El apoyo de Samsung como miembro protector del Museo del Prado en calidad de colaborador tecnológico ha permitido que el visitante de la exposición tenga acceso gratuito a una tableta con contenidos que contextualizan la muestra a través de una aplicación que estará disponible en la sala. Con esta app el visitante podrá recorrer virtualmente el Pórtico de la Gloria y el coro pétreo de la catedral compostelana gracias a materiales audiovisuales cedidos por la Fundación Barrié. En ella se incluyen también explicaciones sobre la figura del maestro Mateo y la evolución arquitectónica del templo desde sus orígenes, en el año 820, a su consagración hacia 1211, aunque los trabajos finales se prolongaran hasta 1230.

El Museo del Prado ha organizado un programa específico de actividades en torno a la muestra para facilitar al pblico su recorrido por la sala. Además del habitual ciclo de conferencias, que comenzará el 14 de diciembre a las 18.30h con una conferencia de Ramón Yzquierdo Peiró, comisario de la muestra, se han programado Itinerarios didácticos, recorridos en grupo para proporcionar al asistente las claves esenciales para apreciar y comprender mejor las obras que forman parte de la muestra.