Esta propuesta decididamente experimental es solo apta para licenciados en semiótica, teóricos en sadismo conceptual y masoquistas empedernidos, y por supuesto críticos muy sesudos armados de citas y referencias. El resto de los espectadores reaccionará como le digan, pero no entenderá ni papa y se aburrirá como una ostra.
Con Los gatos mueren como las personas, Dan Jemmett ha parido un juego escénico que homenajea a dos de los artistas más sorprendentemente originales del siglo XX que se dirigían a la dañada psique humana después de que la persecución, la destrucción y la locura hubieran terminado. Y lo hace fundiendo referencias a la obra teatral Quartet (Cuarteto) (1980) de Heiner Mller y la película Atención a esa prostituta tan querida (1971) de Rainer Werner Fassbinder. Creemos que serán pocos los que hayan tenido la mala suerte de conocer ambas. Quartett es una versión teatral de la novela epistolar Las amistades Peligrosas (1782, Choderlos de Laclos). Desde su adaptación, ha sido llevada a las tablas numerosas veces por importantes compañías internacionales, como la dirigida por Robert Wilson en 2009 protagonizada por Isabelle Huppert, además de dar pie a esa famosa película. En cuanto al film de Fassbinder es tan atrabiliario como su título: el equipo de rodaje y el reparto de una película están sentados en el hall de un hotel español esperando al director para empezar el rodaje. Mientras tanto, el director de producción intimida a todo el mundo y se teje una telaraña de conflictos entre los que esperan tomando copas.
Jemmett funde ambas tramas al revés: primero presenta a los cuatro actores de una compañía teatral que esperan el inicio de los ensayos de la pieza Cuarteto a las órdenes de un director despótico y con un ayudante de dirección acomplejado que solo sirve para servir -valga la redundancia- cubalibres tras la barra del bar, y al tiempo coloca al mismo autor en escena observándoles; y después comienza el ensayo de la obra mientras el autor simultáneamente la escribe. La primera parte dura una hora y es absolutamente indescriptible, de tediosa y absurda: Jemmett obliga al elenco a comportarse de forma ridícula con movimientos y fraseo burlesco que deja atónito por su absoluto sinsentido. La segunda, comienza de golpe y es ese diálogo pretencioso que Mller construyó entre monsieur Valmont y madame Merteuil que ha sido tan alabado como artificial y grotesco resulta. Puede que el curioso aguante la primera; pero solo los devotos soportarán la segunda hasta el final.
Cuenta la propuesta con Brenda Escobedo como dramaturgista para proponer a través de un lenguaje provocador el encuentro en el escenario de ambos universos (cualesquiera que sean), el de Mller y el de Fassbinder, pues al director le gusta la idea de que Fassbinder y Mller se conozcan o mejor an, de que Mller escriba el guion de una película para Fassbinder. Y opina Escobedo, sin quedarse atrás, que el homenaje consiste en regresar al escenario la poética del antiteatro de Fassbinder y encontrar que su plasticidad y su manejo del tiempo nos otorga un código para representar un texto irrepresentable como es Cuarteto. La escenografía presenta el ambig de un teatro diseñado por Adán Torres, con un bar a la izquierda y una batería de puertas a la derecha que comunica con los servicios, el almacén y otras dependencias, mientras que por el frente sale un pasillo que lleva al escenario. Una puesta en escena bien puesta, con iluminación potente de Felipe Ramos, vestuario contemporáneo con motivos clásicos de Vanessa Actif, caracterización de Johny Dean y espacio sonoro y vídeo de Christopher Knighton.
Pues sí, el tedio del largometraje se reproduce en la espera del cuarteto de actores, el autor y el ayudante del director, el cual los castiga de vez en cuando con un histerismo chirriante (al parecer encarnando a Fassbinder): se va sugiriendo unas relaciones interpersonales confusas que serán la base de la obra que ensayarán, en la que los dos grandes seductores Valmont y Merteuil se enfrentan en un juego de roles sexuales cada vez más teatral. Estos dos universos de tedio y vicio van a juntarse sobre el escenario con el pegamento de la brutalidad. Segn nos explica Jemmett, por encima de todo ello sobrevuela la libertad sexual y creadora a partir de la corriente de destrucción generada por las relaciones humanas.
Del reparto poco diremos salvo acompañarles en el sentimiento. El veterano José Luis Alcobendas está patético en el que puede ser el peor papel de su carrera; la francesa Valérie Crouzet, ininteligible en sus dos facetas. Y los demás, obedeciendo como pueden una dirección actoral empeñada en reventar cualquier coherencia. Estos gatos que mueren como las personas -no se sabrá a qué alude el título- no justifican su presencia durante cinco semanas en el CDN salvo para confirmar que su director Alfredo Sanzol ha protagonizado uno de los peores períodos (2020-2024) de este centro dependiente del ministerio de Cultura desde su fundación en 1978. Y lo decimos a sabiendas de que su dirección acaba de ser prorrogada otros tres años e independientemente de sus méritos como autor dramático, bien demostrados en el pasado.
Del Jemmett notable que conocíamos, el de Shake (ver nuestra reseña), basada en Noche de Reyes, de William Shakespeare, de 2017, y el que dirigió Ira (ver nuestra reseña), de Julián Ortega, en el Teatro Español en 2021 no vimos rastro. Mejor que se deje de experimentos.
Aproximación al espectáculo (del 1 al 10)
Interés, 4
Dramaturgia, 4
Dirección, 4
Interpretación, 5
Escenografía, 6
Producción, 7
Documentación para los medios, 6
Programa de mano, 7
CENTRO DRAMTICO NACIONAL
Teatro Valle-Inclán | Sala Grande
LOS GATOS MUEREN COMO LAS PERSONAS
Dramaturgia y dirección Dan Jemmett
Del 16 de MAY al 23 de JUN de 2024
Reparto (por orden alfabético):
José Luis Alcobendas,
Valérie Crouzet,
Clemente García,
Violeta Linde,
David Luque,
Julia Piera,
Nico Romero
Equipo artístico
Dramaturgista Brenda Escobedo
Escenografía Adán Torres
Iluminación Felipe Ramos
Vestuario Vanessa Actif
Caracterización Johny Dean
Espacio sonoro y vídeo Christopher Knighton
Producción Centro Dramático Nacional
Martes a domingo a las 20:00
Duración: 2h aprox.
Encuentro con el equipo artístico: Martes 4 JUN de 2024.