guía cultural

Venus, Marte y lo de siempre

José Catalán Deus | Domingo 14 de octubre de 2018

Lo de aquí y lo de allá. El amor y la muerte. Lo que no hicimos que aparece en un funeral. Venus es una comedia típica de amores y desamores poblada de visitas del más allá. En esta difícil mezcla -muchas veces intentada en los escenarios- radican sus aciertos y sus errores. Un buen armazón literario, al que no acompaña una puesta en escena convencional y sí lo hace un buen reparto.

Se trata de una comedia para jóvenos an en busca de su media naranja, para la generación de la Transición, presa de dudas en cuestiones amorosas y en todo en general, esa generación que parecen eternos adolescentes entre el nihilismo y la candidez. Hace un año se estrenó en el Pavón y repite en el Canal para pblicos más amplios. Víctor Conde (Alfredo Moreno Santana), se estrena como autor teatral con una pieza que parece comedia urbanita hasta que se convierte en viaje al pasado, pasando de entretenida a misteriosa en un giro brusco que nos coloca a medio camino entre banalidades sentimentales y recuerdos punzantes.

Ana Garay se ha quedado corta en una puesta en escena plana que hubiera necesitado recursos escenográficos, de vestuario e iluminación para situar al espectador en el vaivén de épocas. No se sabe si estamos en los años 60 o en la actualidad casi hasta que el protagonista nos lo indica y eso puede causar cierto disgusto en el pblico, al que le gusta adivinar a partir de indicios, de pistas. Algo que no corresponde al reparto -porque el texto no lo permite- más allá de unos cambios de imagen que solo quedan claros en Ariana Bruguera, con esa escena del ensayo musical que es lo mejor de la obra.

Carlos Serrano-Clark es siempre el mismo, un personaje del ayer, y Carlos Gorbe cambia de generación demasiado tarde. En cuanto a Paula Muñoz todavía nos preguntamos cuándo es quien y quién es finalmente; sí, es su amiga de juventud, de la que sigue enamorado, pero faltan pistas previas. Todos ellos pululan alrededor de Jorge, el enigmático y silencioso protagonista que encarna con precisión Antonio Hortelano. La msica que debería proporcionar pistas claras no recurre a ellas y tampoco el tema musical de inicio y epílogo, bonito pero intemporal.

La pieza se parece bastante a la estupenda Todo el tiempo del mundo de Pablo Messiez (ver nuestra reseña) estrenada en 2016 en aquellas Naves del Español que pasaron a la historia. A la productora les ha debido de animar el inmenso éxito encontrado con Los hombres son de Marte y las mujeres de Venus, en cartel desde 2015.

En todo caso, la obra se deja ver. Pero Víctor Conde no consigue tomar perspectiva en su quizás autobiográfico viaje en el tiempo. El amor es una entelequia que siempre ha girado en torno al atractivo (sobre todo sexual) y la imbricación. La formación de una pareja estable es un algoritmo de momento -gracias a dios- incontrolable. Ni predestinación ni descargas eléctricas. Vamos a dejarnos de tonterías.

Aproximación al espectáculo (del 1 al 10)
Interés, 6
Texto, 6
Dirección, 8
Interpretación, 8
Puesta en escena, 6
Producción, 6
Programa de mano, 5
Documentación a los medios, n/h

Teatros del Canal
Venus
12/10/2018 27/10/2018
Dirección: Víctor Conde

Reparto:
Ariana Bruguera
Carlos Gorbe
Paula Muñoz
Antonio Hortelano
Carlos Serrano-Clark

Diseño de escenografía y vestuario: Ana Garay
Diseño de iluminación: Juanjo Llorens
Msica original: Marc lvarez
Fotos y diseño: Javier Naval
Dirección Técnica: Tomás Ezquerra
Producción: Carles Roca y Ana Guarnizo
VANIA PRODUCCIONS

Sala Verde
12, 19, 26 y 27 de octubre 22.30h
13 y 20 de octubre 23.00h
Duración: 1h 30min
Cea Bermdez, 1. 28003 Madrid | (+34) 91 308 99 99/50.