guía cultural

Pedro Páramo en un escenario

José Catalán Deus | Jueves 22 de octubre de 2020

Es todo un desafío convertir en teatro esta excepcional novela breve de realismo mágico. La propuesta lo consigue y ahí está su mérito. Pero adolece de algunos problemas -escaso reparto y excesiva duración- que la impiden alcanzar la excelencia. Una experiencia necesaria para los que conocen la obra y admiran a su autor, una inmersión reveladora para los que se acerquen a descubrirlos.

Pedro Páramo es una novela corta del escritor mexicano Juan Rulfo escrita por etapas y publicada en 1955, su segunda obra después de El llano en llamas, una recopilación de cuentos. Se sita en la época de la Guerra Cristera de 1926 a 1929 cuando milicias armadas católicas se levantaron contra el proyecto gubernamental de limitar y controlar el culto. Y narra dos historias: la de Juan Preciado, que llegas a Comala para conocer a su padre, Pedro Páramo, y cobrar caro el olvido en el que los mantuvo a él y a su difunta madre; y la de este, un cacique hecho a sí mismo, un malvado obsesionado por un amor imposible. Para García Márquez la lectura más conmovedora desde La metamorfosis de Franz Kafka. Para Borges una de las mejores novelas de las literaturas de lengua hispánica, y an de la literatura.

Preciado no tenía intenciones de cumplir la promesa a su madre en su lecho de muerte, hasta que comienza a tener sueños y visiones que finalmente lo inducen a viajar. Su narración es fragmentaria y se mezcla con diálogos con su difunta madre, Dolores. También se ve interrumpida y reemplazada por una línea narrativa en primera persona que aparentemente es de Pedro Páramo. Al llegar al pueblo se encuentra con personas que pronto descubre que están muertas. Al acabar el primer tercio de la novela, la narración de Preciado se detiene y empieza el monólogo interior de Páramo como narrador omnisciente. La mayoría de los personajes de la narración de Juan (Dolores Preciado, Eduviges Dyada, Abundio Martínez, Susana San Juan y Damiana Cisneros) están presentes en la de Pedro; las dos compiten en sus versiones descriptivas, pero la del padre detalla su amor hacia Susana San Juan, su encumbramiento, sus abusos tiránicos, su crueldad, y su adoración por otro de sus hijos, el nico reconocido, Miguel Páramo, muerto en accidente, y su astucia frente a los alzados en armas a los que financia para ganarse su apoyo.

Sobre el texto original, Pau Miró crea una dramaturgia fiel, de enorme intensidad en su primera mitad, mientras predomina el misterio y el asombro de no saber quién está vivo y quién muerto, qué mundo es ese habitado por difuntos, qué ha pasado y qué pasa en Comala, pero que se va derrumbando en el ltimo tramo al querer llevarnos a terreno más realista, de denuncia social, mientras se desgasta la sorpresa, se reitera el relato y se rompe la magia. Algo que el montaje de Mario Gas no puede evitar por dos razones en nuestra modesta opinión: lo reducido del reparto -dos actores para casi veinte personajes- y las casi dos horas de duración que alcanza la versión recitada tan pausadamente. La ltima media hora agota y el final resulta extemporáneo.

Pablo Derqui y Vicky Peña terminan difuminados entre sus muchos personajes -que terminan resultando semejantes- habiendo sin embargo alcanzado un nivel sobresaliente en los primeros ochenta minutos. Habrían necesitado refuerzos, un reparto más poblado y variopinto como el que Rulfo dio a su novela. Se han aquilatado demasiado las cuentas o se ha sobrepasado los límites de la pareja protagonista. Sebastià Brosa construye un espacio escénico aceptable, simple complemento de la extraordinaria videoescena de lvaro de Luna, dotado de dos escalinatas movibles cuyo sentido no nos queda claro. El vestuario de Antonio Belart debería haber sido más abundante en ayuda de mejor caracterización de tanto personaje a cargo de Derqui los masculinos y Peña los femeninos, viejos y jóvenes, muertos y vivos, ricos y pobres. Paco Ariza da con un tono de iluminación sombría apropiadísimo y Orestes Gas crea juna msica sugerente sin caer en la amenaza de lo folclórico. A tenor de lo cual, subrayar el gran acierto de difuminar la tentación dialectal mexicana.

Este cuento de muertos en vez de hadas, para asustar adultos en vez de maravillar niños, inauguró la exitosa etiqueta editorial del realismo mágico y nada de lo que le siguió puede igualarlo. El intento de llevar la obra al cine, dirigido por Carlos Velo con guión de Carlos Fuentes, se presentó en Cannes en 1967 con gran expectación, pero decepcionó y se ha considerado un intento fallido. Ignoramos si ha habido anteriores adaptaciones teatrales a la que ya hizo hace unos años Pau Miró. Este Pedro Páramo puede an pulirse en texto y forma para seguir subiendo enteros.

VALORACIÓN DEL ESPECTCULO (del 1 al 10)
Interés: 8
Texto: 9
Adaptación: 7
Dirección: 7
Interpretación: 8
Escenografía: 8
Producción: 8

Naves del Español en Matadero / Sala Fernando Arrabal A Nave 11
Pedro Páramo, de Juan Rulfo

Del 16 Octubre al 8 Noviembre 2020

Dramaturgia Pau Miró
Dirección:Mario Gas

Reparto Pablo Derqui y Vicky Peña
Diseño de espacio escénico Sebastià Brosa
Diseño de iluminación Paco Ariza
Msica original y espacio sonoro Orestes Gas
Diseño de vestuario Antonio Belart
Videoescena lvaro Luna
Una coproducción del Teatro Romea, Grec 2020 Festival de Barcelona y el Teatro Español.

Precio 20
Martes a sábado / 20h Domingo / 19h
Duración 1 hora y 50 minutos
Encuentro con el pblico20 Octubre 2020.