No pude conectar con el texto de Marivaux, son parloteos dieciochescos que están bien en el olvido. Pero es que el montaje de Luc Bondy tampoco nos lo facilitaba. Así, se juntaban la trivialidad del inacabable texto con un tufillo en escena que sería posh en inglés, mignon en francés, y quizás finolis en castizo. Ambas cosas se retroalimentan en un producto cultural probablemente muy francés, muy fino, pero muy cargante. El protagonista es un imposible bigardo con pantaloncitos ceñidos y gestos coquetos. Monsieur Hortensius es también un dechado manierista. Las dos jóvenes protagonistas son mejores, y también el criado y el señor conde. Pero la ambientación del enredo amoroso sólo hace pensar en los peores tópicos del Paris de la France. No soy antifranchute pero tampoco afrancesado como el actual presidente español y su entorno. Cuando lo francés atufa, lo hace como la más deplorable españolada. Aquello demasiado cursi, esto demasiado crudo. Ni lo uno ni lo otro, sil vous plaît.
La inacabable trama comienza con los suspiros de una dama. No hay consuelo para mí, dice la Marquesa viuda. También el Caballero ha perdido a la mujer que ama. Ambos se encuentran, se hablan, se compadecen y por uno de esos deslices tan comunes a la especie humana, se enamoran Oh, là, là, lamour! Decía Bondy hace unos días que lo mejor de Marivaux es cómo escribe el francés. Y eso explicaría por qué fuera de Francia y al margen del autoculto a que tan dados son los franceses, resulte pesado y reiterativo. Las risas, los llantos y los malentendidos de Marivaux son muy de 1727, un inmenso entramado emocional que no termina jamás, que durmió a mi vecino de asiento, que produjo un continuo goteo de fugas y que no vació la sala gracias al estratégico recurso de suprimir el entreacto.
De renombre internacional, el Théâtre Vidy-Lausanne se ha constituido desde hace años como una de las principales instituciones culturales de Suiza, con una treintena de espectáculos al año en un amplio repertorio de registros. Peter Brook, Heiner Goebbels y otros han presentado sus espectáculos en esta institución prestigiosa. Trae a esta edición del festival de otoño madrileño ni más ni menos que cuatro espectáculos.
Luc Bondy opina que Marivaux antes de Freud ya había estudiado los mecanismos del orgullo, del narcisismo, el miedo a ser poseído y a ser rechazado. Que muestra cómo la atracción entre los sexos está sujeta a ciertas leyes que se repiten en todas las relaciones entre seres que se desean, que describió los sentimientos que los adolescentes viven sin ser conscientes, que sus personajes se manipulan unos a otros para llegar a soluciones aparentemente felices. Peut-être.
FICHA ARTÍSTICA Y TÉCNICA
LA SECONDE SURPRISE DE LAMOUR de Marivaux
ESTRENO EN ESPAÑA
Théâtre Vidy-Lausanne
Centro Dramático Nacional, Teatro Valle-Inclán
Día 31 de octubre a las 20.30 horas
Día 1 de noviembre a las 20.30 horas
Día 2 de noviembre a las 19.30 horas
Dirección: LUC BONDY
Interpretación:
PASCAL BONGARD
AUDREY BONNET
ROGER JENDLY
ROCH LEIBOVICI
MICHA LESCOT
MARIE VIALLE
Asistente de dirección: SOPHIE LECARPENTIER
Dramaturgia: DIETER STURM
Decorado y luces: KARL- ERNST HERRMANN
Asistente decorado y luces: CLAUDIA JENATSCH y JEAN-LUC CHANONAT
Sonido: ANDRÉ SERRÉ
Vestuario: MOIDELE BICKEL
Colaboración vestuario: AMÉLIE HAAS
Maquillaje y peluquería: CÉCILE KRETSCHMAR
Colaboración artística: GEOFFREY LAYTON
Accesorios: YANN DURY
Coordinación técnica: ERIC PROUST
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