El Tyssen apuesta por este decimonónico francés para iniciar la temporada, en la estela del inmenso y merecido éxito de la presencia de Sorolla en el Prado durante todo el verano. Una amplia selección de su obra, con 70 pinturas, dibujos y grabados procedentes de museos e instituciones de todo el mundo, espera al visitante en una nueva zona expositiva, los bajos del nuevo edificio, en un recorrido cronológico a través de lo más característico de su producción, los retratos de tertulias, de familiares o amigos, sus románticas y motivadoras naturalezas muertas de vocación realista, y sus alegorías y fantasías musicales, finalmente incluidas gracias a la insistencia del comisario de la exposición, Vincent Pomarède, conservador general de patrimonio y responsable del Departamento de Pinturas del Museo del Louvre.
Tuvo éxito comercial y sus ramos marchitos gozaban de alto precio en el Reino Unido. Era un apasionado de la msica, y Wagner sobre todo, Schumann, Bhrams y Berlioz gozaron de su admiración plasmada en un intento de diálogo con la pintura desde la msica, que otros como Mussorski con su célebre Cuadros de una exposición, intentarían en sentido contrario, y que Kandinski y Paul Klee también ensayarían.
Pomarède nos dice que un hombre moderno no tiene por qué ser un provocador, y con ello se atreve a contradecir a la gran falacia del arte occidental del ltimo siglo, donde los gritos y los desplantes, los gratuitos épater le bourgeois han sucedido en manadas interminables a los gestos pioneros que un día tuvieron importancia y cierta gracia. Para él, nuestro Fantin hizo avanzar la pintura sin gestos revolucionarios. Donde otros se aterrorizaron por la llegada de la fotografía, él quedó quieto ante su caballete, reflejando el alma de las personas de su clase y su tiempo, que nos miran ahora desde el fondo de unos tiempos que se llevarían la vorágine de la lucha de clases, de las guerras mundiales, del sucederse de las potencias hegemónicas, del caer de los imperios clásicos.
Los tiempos de crisis y descenso de presupuesto en las instituciones culturales pueden agudizar el ingenio y abrir perspectivas, pueden incluso romper paradigmas. Es lo que pasa con esta recuperación de Henri Fantin-Latour, un colega de Sorolla de allende los Pirineos, que si no llegó a su excelencia, sí realizó una aportación muy digna de ser hoy recuperada.
Como siempre, el Tyssen realiza un gran despliegue en internet que permite aproximarse con seriedad a la exposición.
FANTIN-LATOUR
Del 29 de Septiembre del 2009 al 10 de Enero de 2010
Museo Thyssen-Bornemisza
Paseo del Prado, 8. 28014 Madrid
Salas planta -1
Horario: de martes de domingo, de 10.00 a 19.00 h. Lunes cerrado.
(NOTA: Si desea recibir un aviso diario de las informaciones nuevas que publicamos, introduzca su dirección de correo en el recuadro Suscribirse a Infordeus-Blog de la columna de la izquierda de las páginas de Infordeus. Gracias por su interés).