En el Tyssen se frotan las manos. Sus Lágrimas de Eros amenazan con convertirse en el éxito de la temporada en la competitiva milla de oro de los museos madrileños. Ante un centenar largo de ávidos periodistas, su director general Guillermo Solana, reconvertido en gozoso comisario y nico factotum de esta selección discutible pero respetable, -condenada a la parcialidad-, del despliegue erótico que el arte ha realizado en los ltimos cinco siglos, ha confesado haber sufrido impulsos de autodesgtrucción m ientras avanzaba en un proyecto que sorprendentemente para él pero previsible para todos los demás, ha contado con la aquiescencia absoluta de la Baronesa, nuestra Tita Cervera, que incluso ha aportado la guinda al proyecto, la sugerencia atendida de incluir en el mismo La Fuente, un pequeño óleo del francés Corot, por supuesto parte de su Colección que en estos días pugna por su precio máximo.
No es lo más admirable de la muestra, una más de las magníficas féminas desnudas que se regodean en su turgencia. Es una de las casi 130 piezas que al final resumen esta aproximación al erotismo en las artes visuales del ltimo medio milenioel , elección aleatoria, condicionada por mil condicionantes, en la que debe juzgarse antes de nada el resultado final de conjunto: bueno, aceptable, magnífico.
Estamos ante una propuesta temática que subsumida en doce temáticas intenta acotar un tema inabarcable. Solana reconoce que la propuesta puede parecer pequeña proyección de un ego limitado. Ha intentado ser modesto. Y se le reconoce objetividad, an palpando una sumisión comprensible al espíritu de estos tiempos: menos amor heterosexual, más transgresión, mucha más homosexualidad masculina.
(NOTA: Si desea recibir un aviso diario de las informaciones nuevas que publicamos, introduzca su dirección de correo en el recuadro Suscribirse a Infordeus-Blog de la columna de la izquierda de las páginas de Infordeus. Gracias por su interés).