Se trata de un poema narrativo basado en la leyenda sobre el origen de la repblica en Roma, la segunda de las obras poéticas conservadas del autor, anterior a sus grandes tragedias. No es Hamlet, Otelo o Macbeth, pero ya muestra un texto deslumbrante, de construcción austera pero plagado de asombrosas comparaciones, magníficas metáforas, y erudita sabiduría producto de concienzudos estudios y gran capacidad de observación. En este texto está el gran Shakespeare, quizás la conciencia más aguda que ha reflexionado sobre la compleja naturaleza humana.
El poema, en estrofas de siete versos, fue publicado en 1594 y termina en el momento en que Bruto y Colatino se disponen a transportar a través de Roma el cadáver de la Lucrecia, para incitar a los romanos a expulsar al malvado y a toda su estirpe: Cuando todos juraron el compartido fallo,/sacaron del lugar a la bella Lucrecia,/para mostrar su cuerpo sangrante a toda Roma/ y proclamar así la afrenta de Tarquino,/ lo cual, una vez hecho con rauda diligencia,/ hizo que los romanos castiguen entre aplausos,/ al infame Tarquino, al exilio perpetuo.
La actriz encara el poema de principio a fin con gran eficacia. Pasa de narrador a protagonista, de violador a violada sin recurrir a efectismos facilones, con matizadas inflexiones de voz de enorme eficacia (y lamentable ausencia en nuestros escenarios hoy día). Recita el bello poema con un tono, un pulso, un fraseo, un acento y una vocalización verdaderamente ejemplares. Espert debería crear un curso para actrices jóvenes, debería transmitir su saber y su experiencia.
Del Arco debía asegurar que un argumento anticuado -el oprobio de la violación ya no cae afortunadamente sobre la víctima-, en forma de largo monólogo de enorme complejidad literaria, no resultara inabordable en un escenario. Contenidos recursos escénicos facilitan a la actriz cambiar de personaje. Sus movimientos en el escenario son tan sutiles como los versos que convierte en soliloquios apasionantes. La escenografía, diseñada por el Ikerne Giménez (que acaba de ganar un Premio Max) es simplemente la habitación de Lucrecia en medio de un escenario vacío, un lecho con dosel, unas tnicas. El espacio sonoro de Sandra Vicente es correcto y termina con Fr Aline de Arv Part.
Esta pieza es un portento de interpretación, una delicia de texto y un gozo teatral de los que compensan tanta medianía como nos rodea. Nuria Espert está agotando las localidades una vez más en su vida. Aplaudimos a esta señora con afecto y reconocimiento.
TEATRO ESPAÑOL
SALA PEQUEÑA
LA VIOLACIÓN DE LUCRECIA
De William Shakespeare
Dirección Miguel del Arco
Del 4 de noviembre al 19 de diciembre
Interpretado por Nuria Espert
Escenografía Ikerne Giménez
Iluminación Juanjo Llorens
Espacio sonoro Sandra Vicente (Estudio 340)
Una producción de Juanjo Seoane Producciones
Del 4 de noviembre al 19 de diciembre
de martes a sábados a las 20.30 horas
Domingos a las 19 horas.